La Fiscal¨ªa del Estado ordena no archivar ning¨²n robo de beb¨¦s
La polic¨ªa cient¨ªfica somete a pruebas de ADN a los denunciantes de La L¨ªnea
Elvira Tejada, fiscal de sala de la Fiscal¨ªa del Estado, orden¨® a los fiscales jefes provinciales, reunidos la pasada semana en Sevilla, que no se archive ning¨²n caso en tanto no avancen las investigaciones de la polic¨ªa. Durante dicha cumbre de fiscales jefe se abord¨®, entre otros asuntos, el de los ni?os robados. Hubo divisi¨®n de opiniones al respecto, dado que algunos fiscales se mostraron partidarios de archivar los casos a la vista del tiempo transcurrido, de las dificultades de su investigaci¨®n, de la posible prescripci¨®n de los delitos y de la falta de antecedentes de un caso de esta naturaleza. Fue Elvira Tejada, que actu¨® en nombre de Conde Pumpido, quien termin¨® el debate pidiendo que no se archivara ning¨²n caso hasta que no avanzaran las investigaciones policiales.
Solo C¨¢diz y Algeciras suman m¨¢s de 150 casos en estos momentos
La muerte del hijo de Isabel Aguera la firm¨® una matrona desconocida
En tres semanas el n¨²mero de denuncias se ha multiplicado hasta tal punto que la Fiscal¨ªa General del Estado carece en estos momentos de una cifra exacta. Para algunas fiscal¨ªas andaluzas el problema adquiere grandes dimensiones, caso de M¨¢laga, que ha pasado de 7 a 40 denuncias y, sobre todo, de C¨¢diz y Algeciras, que suman entre ambas m¨¢s de 150 en estos momentos. Estas dos ¨²ltimas fiscal¨ªas han tomado la decisi¨®n de no informar siquiera del n¨²mero de diligencias abiertas. En cualquier caso, es en M¨¢laga y en C¨¢diz donde la polic¨ªa comenz¨® a trabajar hace meses.
Las investigaciones practicadas en M¨¢laga no permiten aventurar que exista una trama organizada. No se vislumbran coincidencias respecto a unos mismos ginec¨®logos o matronas. Tampoco aparecen religiosos. Una mayor¨ªa de casos tienen como epicentro el antiguo Hospital Civil de M¨¢laga, ya desaparecido. Hay lagunas de informaci¨®n por la desaparici¨®n de historiales cl¨ªnicos como consecuencia de unas inundaciones que da?aron parte de los archivos de dicho centro. Faltan datos en varios cementerios a la hora de poder certificar el entierro de algunos cuerpos.
Uno de los casos investigados por la polic¨ªa en M¨¢laga hace referencia a una denuncia de una mujer que dio a luz una ni?a el 25 de abril de 1976. Aparentemente fue un parto normal. La ni?a pesaba 4,6 kilos y la madre pudo conocerla. Las complicaciones surgieron horas despu¨¦s, cuando la matrona se llev¨® al beb¨¦ para que lo examinara el pediatra, seg¨²n cuenta la madre. Ella se durmi¨® y al despertar le informaron de que la ni?a estaba grave. Horas despu¨¦s, le lleg¨® la noticia de que hab¨ªa fallecido. A diferencia de otros casos denunciados en M¨¢laga, el marido, que es funcionario, rechaz¨® que el hospital se encargue de los tr¨¢mites del entierro. Aunque le recomendaron no ver el cuerpo del beb¨¦, lo recogi¨® en una peque?a caja y lo traslad¨® ¨¦l mismo al cementerio de San Rafael, donde fue enterrado en una fosa para 10 a?os. Nueve a?os despu¨¦s, cuando la familia deb¨ªa trasladarse a Melilla, el marido acudi¨® al cementerio para prorrogar la estancia en la fosa dos a?os m¨¢s. Y antes de que se cumpliera el plazo, acudi¨® de nuevo para exhumar el cuerpo y depositarlo en un pante¨®n junto a su bisabuela. En ese momento, se encuentra con la sorpresa de que no hay nada en la fosa. La investigaci¨®n policial sobre este caso no puede avanzar demasiado: no hay documentaci¨®n sobre los restos en el cementerio y tampoco aparece el historial cl¨ªnico del parto. La polic¨ªa tampoco avanza en el caso de Isabel Aguera V¨¢zquez, que tuvo complicaciones en el parto el 15 de agosto de 1970 y el beb¨¦ fue dado por muerto. Hay un parte firmado por una matrona, cuyo nombre no consta en los archivos del Sistema Andaluz de Salud (SAS) como profesional. La polic¨ªa trata de contactar con una segunda matrona, pero esta falleci¨® en 2008. No se localizan los historiales m¨¦dicos.
M¨¢s larga va a resultar la investigaci¨®n del casi medio centenar de casos registrados en La L¨ªnea de la Concepci¨®n, que dependen de la fiscal¨ªa de Algeciras. Los casos arrancaron a partir de la investigaci¨®n de dos hermanas, Cristina y Flor D¨ªaz Carrasco, que guardan una foto obtenida por su abuela con un hermano presuntamente muerto al nacer. En esta localidad se producen un n¨²mero de circunstancias que levantan sospechas. Una de ellas es la ausencia de datos en los cementerios sobre enterramientos de numerosos beb¨¦s fallecidos. Y en los partos relacionados con esos fallecimientos intervienen mayoritariamente al menos dos ginec¨®logos muy conocidos en la ciudad. Se produce tambi¨¦n otra anomal¨ªa, como es la presencia de dos personas como firmantes en numerosos documentos de la ¨¦poca, sea inscripci¨®n de nacimientos, legajos de abortos o traslados de cad¨¢veres. En los libros de dicho centro que constan en el archivo hist¨®rico faltan los tomos de los a?os 1964 y 1965.
Numerosas familias han declarado ya ante la polic¨ªa y, en este caso, la fiscal¨ªa de Algeciras ha puesto en marcha la toma de pruebas de ADN. Paralelamente a estas actuaciones, el ginec¨®logo Abelardo Garc¨ªa Balaguer, quien aparece mayoritariamente mencionado en las denuncias, tom¨® la decisi¨®n de dimitir por "razones personales" de su cargo como presidente electoral del Partido Popular en la L¨ªnea de la Concepci¨®n. Garc¨ªa Balaguer no quiso explicar en ning¨²n momento el motivo de su dimisi¨®n, aunque fuentes de su entorno confirman que la inminencia de unas elecciones municipales y la posibilidad de que su apellido salga salpicado por este caso fueron argumentos utilizados dentro del partido para recomendarle una dimisi¨®n. Garc¨ªa Balaguer, desde ese momento, se ha negado a hacer declaraciones sobre el caso y ha rechazado toda posibilidad de una entrevista. Otro de los ginec¨®logos mencionados, Fernando Mart¨ªnez Mart¨ªnez, ha negado tener relaci¨®n con irregularidad alguna, pero reconoci¨® a un canal de televisi¨®n haber adoptado a dos ni?os en aquella ¨¦poca.
Llamado a filas uno de los muertos
El 14 de mayo de 1972, una familia compuesta por los padres y sus cinco hijos, uno de ellos de un mes, sufri¨® un accidente de autom¨®vil mientras iba desde San Roque a Algeciras. El padre (Andr¨¦s Delgado Jim¨¦nez), que era sargento del Ej¨¦rcito, sufri¨® una fractura en una pierna. La madre (Mar¨ªa Rodr¨ªguez Ben¨ªtez), la rotura de un brazo. Los cinco hijos estaban leves, seg¨²n el atestado de la Guardia Civil. Todos ingresan en el hospital de La L¨ªnea de la Concepci¨®n, aunque el padre fue trasladado despu¨¦s al hospital militar. A las horas les comunican que el beb¨¦ ha fallecido por fractura craneal con salida de masa encef¨¢lica.
Paqui Delgado ten¨ªa por entonces siete a?os. Recuerda que llevaba a su hermano en brazos, que estaba sonriente cuando ingres¨® en el hospital y no presentaba heridas. Al estar los padres ingresados, le comunicaron el fallecimiento del beb¨¦ a una de las hermanas de la madre, quien pidi¨® ver el cuerpo y le ense?aron a un ni?o envuelto en vendajes. El beb¨¦ fue enterrado en Algeciras. Cuando a?os despu¨¦s, seg¨²n testimonio de Paqui Delgado, la familia recibi¨® una carta llamando a filas al hijo fallecido, comenzaron a dudar de su muerte. Posteriormente, la familia hizo gestiones para exhumar el cad¨¢ver y no encontraron m¨¢s que "una caja de madera, un patuco y una camiseta. Nos dijeron que los cuerpos de los beb¨¦s se desintegran con el tiempo".
La familia investig¨® por su cuenta: el certificado de defunci¨®n no lleva firma de un m¨¦dico, el traslado del cuerpo al cementerio lo firma un declarante que coincide con otros casos de La L¨ªnea. Y en los archivos no hay constancia del ingreso de la familia en el hospital.
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