Metamorfosis de lo sublime
A lo mejor todav¨ªa quedan paisajes sublimes, pero sospecho que la mayor¨ªa son interiores. Claro que lo sublime ya no es lo que fue para los que nos precedieron. Para los romanos la suprema belleza no estaba lejos del locus amoenus: una naturaleza controlada por el hombre, ordenada, arm¨®nica, civilizada. Como se?ala Remo Bodei en su ensayo Paisajes sublimes. El hombre ante la naturaleza salvaje (Siruela), los que estaban m¨¢s all¨¢ de la civilizaci¨®n eran considerados loci horribili: las selvas, los desiertos y los p¨¢ramos incultos donde resid¨ªa lo desconocido. En el siglo XVIII, como se sabe, tuvo lugar el cisma entre lo bello y lo sublime: a diferencia de lo sublime antiguo, lo sublime moderno se refiere a las fuerzas de la naturaleza sin domar. De ah¨ª que inevitablemente su contemplaci¨®n se cargue de sentimientos de inquietud, de angustia, o de terror: sin ellos no puede darse la suprema belleza, la que convoca el pensamiento e incita a la creaci¨®n. Tras analizar los escenarios de lo sublime (monta?as, oc¨¦anos, bosques, volcanes, desiertos) y la fascinaci¨®n que han ejercido en el pasado, Bodei constata sus posteriores metamorfosis. Con la naturaleza dome?ada, el progreso t¨¦cnico y el turismo de masas, lo sublime migra de la naturaleza a la historia y, m¨¢s tarde, a la pol¨ªtica (incluida la guerra). Olvidamos que la naturaleza es terrible hasta que, de repente, se desencadena su furia tel¨²rica (tsunamis, terremotos, tornados). Entonces pensamos que quiz¨¢s se est¨¦ vengando de nuestro maltrato. Mientras tanto, los lugares de lo sublime se han trasladado al espacio sideral, donde tambi¨¦n ha llegado el hombre. De los paisajes de lo sublime habla asimismo a su manera Melancol¨ªa del hielo (Editorial Regional de Extremadura), de Javier Guijarro Ceballos, un interesante ensayo que se centra en el atractivo literario de esa (a¨²n) inh¨®spita y desolada tierra de nadie (al menos desde el punto de vista jur¨ªdico) que es la Ant¨¢rtida. De la fascinaci¨®n que ese continente ha ejercido como ¨²ltimo refugio de lo sublime dan buena cuenta no s¨®lo los grandes relatos de exploraci¨®n, sino tres estupendas novelas de misterio y horror: la Narraci¨®n de Arthur Gordon Pym (1838), de E. A. Poe; La esfinge de los hielos (1897), de Julio Verne, y En las monta?as de la locura (1936), de H. P. Lovecraft. De las tres he recordado ahora el fr¨ªo encendido y sublime con que las le¨ª, hace ya mucho tiempo.
'Best sellers'
Tranquilos: sigue habiendo vida literaria m¨¢s all¨¢ de Mar de fuego (Grijalbo), el nuevo best seller de Chufo Llor¨¦ns ambientado (como su anterior novela (Te dar¨¦ la tierra) en la Barcelona del siglo XI, una ciudad y una ¨¦poca -la Edad Media- que algunos autores han redescubierto como fil¨®n de una nueva tanda de novelas hist¨®ricas. Estos d¨ªas las mesas de novedades se van llenando de (presuntos) superventas que compiten por obtener los favores de lectores menos proclives a la compra por impulso que en los casi olvidados tiempos de alegr¨ªa consumista. De ese tipo de libros con vocaci¨®n (o resultado imprevisto) de ventas millonarias habla con conocimiento de causa Sergio Vila-Sanju¨¢n en C¨®digo best seller (Temas de Hoy), un ensayo a la vez legible y documentado en el que se analizan las caracter¨ªsticas y las diferencias regionales del producto, adem¨¢s de proponernos un (problem¨¢tico) canon. En todo caso, no duden de que, con el D¨ªa -y la Noche- del Libro ya pr¨®ximos, podr¨¢n encontrar en las librer¨ªas otros muchos materiales de m¨¢s enjundia literaria (pero -ay- menos vendedores) que el de Chufo Llor¨¦ns. No olviden, por s¨®lo referirme a dos muestras de la narrativa traducida m¨¢s reciente, la desasosegante Cuando cae la noche, de Michael Cunningham (Lumen), otra vuelta de tuerca al viejo mito (literario y cinematogr¨¢fico) del extra?o inesperado, como el visitante de Teorema -la estupenda pel¨ªcula de Pasolini- que, cuando llega, trae consigo el desorden y el derrumbe catastr¨®fico de las certezas sobre las que construimos nuestras vidas: Mizzy, el joven que llega para alojarse en casa de su hermana mayor (hasta entonces) felizmente casada me recuerda en cierto modo al Tadzio de Muerte en Venecia. Y tampoco olviden la recopilaci¨®n de Cuentos completos de Evelyn Waugh (RBA), una contundente demostraci¨®n de que la iron¨ªa y el humor pueden ser elementos fundamentales de la gran literatura. En cuanto a los best sellers pret¨¦ritos, consulten el canon que propone Vila-Sanju¨¢n: hay al menos una veintena que aguantan la relectura. B¨²squenlos en su biblioteca.
Historias
Algunos historiadores dedican buena parte de su vida profesional a corregir y reescribir los trabajos con los que se dieron a conocer. Lo hizo, por ejemplo, Henry Kamen (Rang¨²n, 1936), que public¨® su primer estudio acerca de la Inquisici¨®n en 1965 y se tom¨® m¨¢s de treinta a?os para lograr esa imprescindible s¨ªntesis que constituye La Inquisici¨®n espa?ola, una revisi¨®n hist¨®rica (1997), de la que Cr¨ªtica acaba de publicar una nueva reedici¨®n. Hace a?os que el desmitificador libro de Kamen se convirti¨® en un cl¨¢sico (adem¨¢s de un modesto best seller) que ha se?alado nuevos caminos de investigaci¨®n (ah¨ª tienen, por ejemplo, Los or¨ªgenes de la Inquisici¨®n espa?ola, de Benzion Netanyahu, 1995) de los que ¨¦l mismo se hizo eco en su ¨²ltima "revisi¨®n". A Manuel Aznar Soler le ocurre algo parecido: su espl¨¦ndido libro Rep¨²blica literaria y revoluci¨®n (1920-1939), publicado recientemente por Renacimiento en dos vol¨²menes, reordena, desarrolla y revisa algunos de sus m¨¢s importantes trabajos de casi cuatro d¨¦cadas acerca de las vanguardias espa?olas de los a?os veinte y de la literatura de combate (fascista y antifascista) surgida durante la Rep¨²blica y la Guerra Civil. Aznar trata de reconstruir el "hilo rojo" de la literatura, desde aquella vanguardia "que juega" (en expresi¨®n de Jos¨¦-Carlos Mainer, autor del pr¨®logo) a la que se hizo "insurrecta o comprometida" a comienzos de los treinta, y en la que tuvieron un protagonismo indiscutible los escritores comunistas y sus "compa?eros de viaje", cuyos puntos de vista se manifestar¨ªan (con repercusi¨®n global) en los dos Congresos Internacionales de Escritores para la Defensa de la Cultura. Otro ejemplo de s¨ªntesis y reescritura es el que ha realizado Pelai Pag¨¨s en la biograf¨ªa Andreu Nin, una vida al servicio de la clase obrera, publicada recientemente por Laertes (en un volumen en el que se echa de menos mayor cuidado editorial: la paginaci¨®n del ¨ªndice, por ejemplo, es incorrecta). Pag¨¨s, cuyo primera biograf¨ªa pol¨ªtica de Nin apareci¨® (editorial Zero) en 1975, se ha beneficiado para la ¨²ltima versi¨®n de su libro no s¨®lo del trabajo de otros estudiosos, sino tambi¨¦n de la apertura de los archivos sovi¨¦ticos y del hallazgo del expediente Nin en los archivos de la Direcci¨®n General de Seguridad: los cap¨ªtulos dedicados a su larga estancia en la URSS y a su tortura y asesinato aportan nuevas perspectivas tanto sobre la vida y muerte del l¨ªder del POUM como acerca de los grav¨ªsimos conflictos que desgarraron a la izquierda espa?ola durante la guerra.
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