La expansi¨®n de los biocarburantes da un frenazo en Alemania

Todos los implicados se sacuden la culpa. Ni el Gobierno, ni la poderosa industria automovil¨ªstica ni los consorcios petroleros admiten haber errado en la introducci¨®n de la nueva gasolina E10, que contiene un 10% de etanol. Pero no cabe duda de su fracaso. Las marcas de coches no avalan la seguridad del nuevo carburante; las redes de gasolineras evitan recomendarlo, la demanda es "¨ªnfima", seg¨²n el sector. Suspendida temporalmente por las petroleras a principios de marzo, la introducci¨®n del biocombustible en el mayor parque automovil¨ªstico de Europa est¨¢ resultando un fracaso, lo que supone un serio aviso para los pa¨ªses (como Espa?a) que tienen pendiente aplicar esta medida. Los biocarburantes pierden m¨¢s puntos en una opini¨®n p¨²blica que ya desconfiaba de ellos por su impacto ecol¨®gico y en el precio de los alimentos, denunciado por las ONG.

Hasta Los Verdes critican al Gobierno por obligar a distribuir la E10

La E10 lleg¨® a las gasolineras alemanas a final de enero, cuando comenz¨® su implantaci¨®n gradual. Dos meses m¨¢s tarde, solo 6.000 de las 15.000 estaciones ofrecen el nuevo combustible. Las refiner¨ªas han tenido que reducir su producci¨®n ante la escasez de demanda. El Gobierno insiste que el combustible se implantar¨¢ en todo el pa¨ªs como hab¨ªa previsto, pese al plant¨®n de las petroleras a primeros de mes y al escepticismo de la mayor¨ªa de los automovilistas. Las gasolineras tienen la obligaci¨®n legal de vender una cuota del 6,25% de E10 y el Estado multar¨¢ a las compa?¨ªas que no la cumplan. Los representantes de la industria petrolera aseguran que se atendr¨¢n a la ley, pero reducir¨¢n la producci¨®n del nuevo combustible.

El boicot de los consumidores se debe al miedo de que la mezcla de gasolina y etanol da?e los motores. Seg¨²n las encuestas, el 61% de los alemanes aboga por que se retire definitivamente la E10. El Gobierno reaccion¨® presionando a la industria para que convenciera a los reacios. A principios de marzo, las petroleras publicaron un informe donde aseguraban que el 93% de los coches de gasolina funcionan sin problemas con la S¨²per E10. No sirvi¨® de mucho: el 3 de marzo, suspendieron temporalmente la introducci¨®n de la nueva gasolina. Alegaron que su producci¨®n impide cubrir la demanda de gasolinas tradicionales, que el E10 no redujo.

Seg¨²n el club del autom¨®vil alem¨¢n ADAC, que tiene la friolera de 17 millones de socios, m¨¢s de tres millones de veh¨ªculos podr¨ªan sufrir eventuales desperfectos por el uso de E10. Son pocos entre los 45 millones que componen el parque automovil¨ªstico alem¨¢n, pero como apuntaba su portavoz Dieter Wirsich, "nadie quiere que le toque a ¨¦l". El ADAC particip¨® en la "cumbre del combustible" del pasado martes, en la que el Gobierno se impuso ante las industrias del autom¨®vil y del petr¨®leo para proseguir con la implantaci¨®n del E10 en todo el pa¨ªs. Se redoblar¨¢n, eso s¨ª, los esfuerzos informativos.

Alemania es el mayor mercado automovil¨ªstico de Europa y su principal fabricante de motores y veh¨ªculos. El automovilista es el rey. Cualquier prohibici¨®n o reforma relacionada con ellos es objeto de apasionadas controversias. As¨ª que la E10 solo pudo llegar a los surtidores de esta forma renqueante y a la segunda, despu¨¦s de que el anterior ministro de Medio Ambiente, el hoy l¨ªder socialdem¨®crata Sigmar Gabriel (SPD), lo evitara en 2008. Su sucesor, Norbert R?ttgen, democristiano, es ahora el mayor perjudicado por la pol¨¦mica. No ha tenido en cuenta las objeciones de 2008. Gabriel no quiso enfrentarse al poderoso lobby automovil¨ªstico solo para introducir un combustible cuyas virtudes ecol¨®gicas son puestas en solfa por muchos expertos. Adem¨¢s, Gabriel argument¨® entonces que su producci¨®n contribuir¨ªa al encarecimiento de los productos agr¨ªcolas y a la carest¨ªa en muchas regiones. No le faltaba raz¨®n en, por lo menos, una cosa: la industria y la prensa populista han puesto el grito en el cielo.

Otros destacan el da?o ecol¨®gico del biocombustible. Para empezar, por el intenso uso de pesticidas en los cultivos. Adem¨¢s, la tierra agreste conserva mejor el di¨®xido de carbono que las tierras cultivadas. Para sus cr¨ªticos, el E10 supone la claudicaci¨®n de la pol¨ªtica ecol¨®gica ante la industria, con la ficci¨®n de que podemos seguir usando los coches como siempre, pero sin contaminar. La oposici¨®n se ha cebado con la p¨¦sima gesti¨®n gubernamental. Para Cem ?zdemir, copresidente de Los Verdes, el E10 es "la manera menos eficiente" de reducir las emisiones de di¨®xido de carbono.

El bioetanol se usa profusamente como combustible en Brasil y tambi¨¦n en Estados Unidos. Hace unos a?os, el aumento de la demanda de ma¨ªz para obtener etanol provoc¨® un encarecimiento del cereal y con ello la llamada crisis de la tortilla en M¨¦xico, donde es un alimento b¨¢sico.

Un representante de la cadena Aral -filial alemana de BP- no disimula su desprecio por los resultados de la cumbre del martes. Si la gente no quiere usar E10 "Aral no les va a recomendar que lo hagan". ADAC, por su parte, afea a las multinacionales "no haber hecho nada" para la promoci¨®n del nuevo combustible. Aral niega el boicot, pero ha suspendido la implantaci¨®n de la E10 en el land de Renania del Norte-Westfalia, con 18 millones de habitantes.