El d¨ªa que el Banco de Espa?a se dobleg¨®
El supervisor cedi¨® a la presi¨®n pol¨ªtica y no actu¨® para frenar la cat¨¢strofe inmobiliaria
Nunca como ahora el futuro de la econom¨ªa espa?ola ha estado tan pendiente de las cajas de ahorros. La agencia Moody's, rebaj¨® el jueves un escal¨®n la calificaci¨®n de la deuda espa?ola por las necesidades de capitalizaci¨®n y provisiones de la banca tras sus enormes inversiones en el sector inmobiliario; el viernes, los l¨ªderes de la zona del euro debatieron en Bruselas sobre las nuevas medidas econ¨®micas con la que dejar atr¨¢s la crisis. Una de las m¨¢s importantes es reforzar el fondo de rescate para los pa¨ªses con problemas de deuda. Espa?a est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n por la posibilidad de que tenga que ser rescatada. La prueba es que la vicepresidenta econ¨®mica del Gobierno, Elena Salgado, ha advertido que es "extremadamente urgente y necesario" recapitalizar las entidades para despejar las "dudas" de los mercados.
El sector financiero ha pasado, en tres a?os, de ejemplar a maldito
Rato, en 2003, y Solbes, en 2007, descartaron los riesgos de la burbuja
La mala salud de la banca eleva el riesgo de que se intervenga Espa?a
Se deb¨ªa haber gravado el cr¨¦dito al suelo y controlar m¨¢s las tasadoras
"Es imposible que un gobernador sea ajeno al Gobierno que le nombra"
Caruana advirti¨® de las deficiencias de las cajas y del exceso de cr¨¦dito
Cajas y bancos tienen unos 150.000 millones en activos potencialmente problem¨¢ticos en el ladrillo, es decir, cerca del 15% del PIB, incluidos los inmuebles adjudicados y los cr¨¦ditos por m¨¢s de 65.000 millones, de los que cerca de la mitad est¨¢n en suelo. Las dudas sobre la salud del sector financiero han puesto a Espa?a contra las cuerdas en los mercados internacionales, pese a que su deuda p¨²blica es muy inferior a la de Alemania o Francia. El miedo de los inversores -y del Ejecutivo- es que, como en Irlanda, el sector financiero arrastre al Estado.
Aunque la comparaci¨®n con Irlanda sea exagerada, los inversores tienen razones para desconfiar de la salud del sector financiero. Eso ha obligado al Gobierno a exigir a los bancos y cajas de ahorros una transparencia sin precedentes y a elevar los requisitos de solvencia para recuperar la credibilidad. Doce entidades, sobre todo cajas, necesitan 15.152 millones de capital adicional para evitar ser nacionalizadas.
Ante esa situaci¨®n, ?qu¨¦ parte de la culpa es del Banco de Espa?a? La instituci¨®n se ha llevado muchos elogios por ser la ¨²nica que implant¨® provisiones antic¨ªclicas, pero resulta que la mitad del sistema financiero est¨¢ tocado y todo ¨¦l tiene un problema sist¨¦mico con el ladrillo. Se ha presumido mucho de su supervisi¨®n cercana a las entidades, con inspectores dentro de ellas, pero ni siquiera eso ha servido para frenar el riesgo inmobiliario.
La primera cuesti¨®n es saber si el supervisor advirti¨® a tiempo de la bomba de ladrillo que se le ven¨ªa encima. No hay duda: el Banco de Espa?a lo vio. Es m¨¢s, lo advirti¨®: "La magnitud de la sobrevaloraci¨®n podr¨ªa llegar al 20%". La afirmaci¨®n puede ser le¨ªda en cualquier art¨ªculo de estos d¨ªas. Pero no. Se trata de una conclusi¨®n publicada en septiembre de 2003 por el Bolet¨ªn Econ¨®mico del Banco de Espa?a y recogida en primera p¨¢gina de algunos medios. La tajante afirmaci¨®n caus¨® incluso sorpresa al propio ministro de Econom¨ªa, por entonces Rodrigo Rato, quien pidi¨® explicaciones a su gobernador, Jaime Caruana. Este contact¨® con Fernando Restoy, uno de los autores del art¨ªculo, entonces peso pesado del Servicio de Estudios y hoy vicepresidente de la CNMV. Restoy le explic¨® que el an¨¢lisis se apoyaba en gran n¨²mero de datos macroecon¨®micos y estimaciones habituales, por lo que el an¨¢lisis estaba matizado y no era la primera vez (ni fue la ¨²ltima) que se llegaba a esta conclusi¨®n. Semanas m¨¢s tarde, Rato zanj¨® la pol¨¦mica: "No creo que estemos ante una situaci¨®n de burbuja. Los propios datos del Banco de Espa?a fijan un exceso de precios de la vivienda, pero que no se pueden entender como una burbuja como la que vivimos con los valores tecnol¨®gicos en 2000", se?al¨® el ministro de Econom¨ªa tras una reuni¨®n del Ecofin. D¨ªas despu¨¦s, Emilio Bot¨ªn, presidente del Banco Santander, reafirm¨® al ministro: "No hay burbuja, y en este sentido el informe del Banco de Espa?a, que yo he le¨ªdo a fondo, no ha sido bien interpretado".
- Poder pol¨ªtico contra poder financiero
El suceso refleja la dif¨ªcil relaci¨®n que exist¨ªa entre el Gobierno y el gobernador, entre el poder pol¨ªtico y el poder financiero, una de las claves para entender por qu¨¦ desde el Banco de Espa?a se anticip¨® pero no se fren¨® la burbuja inmobiliaria ni se abord¨® la recapitalizaci¨®n de las cajas hasta que lleg¨® el pl¨¢cet de La Moncloa. No hay que olvidar que un pinchazo de la burbuja hubiera supuesto un frenazo de la econom¨ªa, y eso no hay ministro (se llame Rodrigo Rato o Pedro Solbes) ni Gobierno (sea del PP o del PSOE) que lo desee. Todo esto sucedi¨® pese a que los gestores del Banco de Espa?a gozan de una Ley de Autonom¨ªa que, al menos te¨®ricamente, les protege frente al poder pol¨ªtico.
Jaime Caruana (Valencia, 1952), responsable de la instituci¨®n entre 2000 y 2006, y Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez (Madrid, 1945), desde junio de 2006 hasta ahora, fueron supervisores y controladores del sistema financiero durante la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis de las cajas. Su privilegiada situaci¨®n les convirti¨® en actores clave ante el engorde y la ca¨ªda de la econom¨ªa, pero ?midieron los riesgos reales de la econom¨ªa y del sistema financiero? ?Atajaron las desviaciones? ?Qu¨¦ medidas pod¨ªan haber tomado? Y si no intervinieron, ?fue porque las medidas necesarias quedaban fuera de sus competencias o porque no se rebelaron frente a los Gobiernos que les hab¨ªan nombrado?
"Los gobernadores, sobre todo despu¨¦s de Mariano Rubio, son independientes del poder pol¨ªtico hasta cierto punto. Es un puesto al que no se llega por oposici¨®n", bromea un ex directivo del Banco de Espa?a, y apunta: "Es imposible ser ajeno al Gobierno de turno, y m¨¢s cuando la banca se convierte en un lobby tan poderoso como el actual, que tiene interlocuci¨®n directa en La Moncloa". Esta fuente tambi¨¦n recuerda que existen limitaciones legales: "Algunas actuaciones del supervisor deben ser aprobadas por el Ministerio de Econom¨ªa".
- Manos libres a los banqueros
Entre 1994 y 2008, la econom¨ªa espa?ola vivi¨® la mayor ¨¦poca de bonanza conocida. Tras la crisis posterior a los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona y la Exposici¨®n Universal de Sevilla, Espa?a se recuper¨® con fuerza gracias, en parte, a la continua bajada de impuestos, sobre todo desde la llegada de Jose Mar¨ªa Aznar al poder, en 1996. Este impulso se acrecent¨® con la llegada de la moneda ¨²nica en enero de 2000 y con la bajada de los tipos de inter¨¦s, inferiores a la inflaci¨®n (es decir, negativos), que son una invitaci¨®n a pedir cr¨¦ditos. El a?o 1999 el PIB espa?ol creci¨® un 5,8%. El paro descendi¨® desde el 22% de 1996 hasta el 12% en 2003. Esta econom¨ªa desbocada vio c¨®mo, en 2001, la Reserva Federal de EE UU hund¨ªa m¨¢s sus tipos de inter¨¦s e inyectaba enormes cantidades de liquidez tras el atentado del 11-S para evitar la depresi¨®n. La minicrisis de las puntocom, en 2000, y la de las divisas de Latinoam¨¦rica, en 2002, se curaron con la droga de la abundancia de dinero, tanto en euros como en d¨®lares. El BCE, al que el Banco de Espa?a hab¨ªa cedido la pol¨ªtica monetaria y con ella gran parte de su poder tras el nacimiento de la moneda ¨²nica, mantuvo bajos los tipos de inter¨¦s para favorecer la recuperaci¨®n de Alemania, entre otros.
En Nueva York, Londres y Bruselas los banqueros centrales empezaron a hablar de desregulaci¨®n financiera, es decir, de quitar normas a la banca y dejarle campo abierto. El acuerdo de Basilea II se presentaba como el paradigma donde cada entidad ajustar¨ªa el capital seg¨²n su propia estimaci¨®n del riesgo asumido. Algunos economistas hablaban de que los ciclos econ¨®micos hab¨ªan terminado tal y como se hab¨ªan conocido hasta entonces. Parec¨ªa que hab¨ªa llegado el mundo feliz, una situaci¨®n que es justo la opuesta a la actual.
Pero las entidades ten¨ªan que darle una vuelta al negocio porque los tipos de inter¨¦s bajos no permit¨ªan obtener rentabilidades altas. Los banqueros encontraron la soluci¨®n por tres caminos: los productos complejos y tramposos, luego llamados veh¨ªculos o hipotecas basura, (que no se hicieron en Espa?a); el crecimiento desmesurado en oficinas y balances, con lo que multiplicaron el volumen de negocio gracias al ladrillo, y, en tercer lugar, las grandes inversiones en participaciones industriales, que parec¨ªan un man¨¢ de infinita rentabilidad en Bolsa. Las cajas de ahorros iniciaron su camino en la banca de empresas, pero, como recuerda Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez, m¨¢ximo responsable de banca en Comisiones Obreras (CCOO), "fue la puerta de entrada al mundo de las promotoras y las constructoras m¨¢s que a otro tipo de actividades empresariales. Su peor decisi¨®n".
El sector inmobiliario encaj¨® como anillo al dedo de un sector financiero deseoso de crecer a toda costa. Fue su colaboraci¨®n en la creaci¨®n de un gigante con pies de ladrillo: el suelo se revaloriz¨® un 500% entre 1997 y 2007.
En 1999 Caruana fue nombrado director general de Supervisi¨®n del Banco de Espa?a, tras ocupar la Direcci¨®n General del Tesoro bajo el mandato de Aznar y Rato. En el verano de 2000, cuando ocup¨® la butaca de gobernador, sab¨ªa que la econom¨ªa ven¨ªa recalentada desde 1995. En su primer discurso ante las cajas de ahorros, el 18 de abril de 2001, advirti¨® de los riegos del sector e hizo cuatro peticiones: que no abusaran de la inversi¨®n industrial "porque puede ser extra?a a la naturaleza y objetivos de estas entidades"; que redujeran la emisi¨®n de acciones preferentes (que hoy est¨¢n recomprando a bajos precios y que fue la fuente inagotable de liquidez); que controlasen la expansi¨®n del cr¨¦dito y que profesionalizasen los consejos de administraci¨®n. En la misma sesi¨®n, Crist¨®bal Montoro, entonces ministro de Hacienda, abog¨® por la reducci¨®n del peso pol¨ªtico en el sector.
Caruana describi¨® con precisi¨®n el camino que ha llevado al despe?adero a buena parte del sector, algunos bancos incluidos. Las cajas no compartieron el diagn¨®stico del gobernador y la reacci¨®n fue en¨¦rgica. Desde entonces se abri¨® un enfrentamiento, m¨¢s o menos soterrado, que no se ha cerrado hasta la reciente llegada de Isidro Fain¨¦ a la presidencia de la CECA. Han pasado diez a?os desde el discurso de Caruana, y las cajas siguen teniendo buena parte de aquellos problemas. Es decir, ni Caruana los corrigi¨® ni Ord¨®?ez ha actuado despu¨¦s hasta que ha sido urgente porque el sector ha entrado en la UVI.
- "Es necesario frenar el cr¨¦dito"
Dos a?os despu¨¦s de aquel discurso, el 21 de junio de 2003, con los cr¨¦ditos hipotecarios aumentando a tasas del 20%, Caruana pidi¨® a bancos y cajas que pisaran el freno. "El aumento real del coste de la vivienda podr¨ªa haber sobrepasado los niveles coherentes. Es necesario una reconducci¨®n y paulatina moderaci¨®n de la financiaci¨®n crediticia a las familias y sociedades directamente involucradas en el negocio inmobiliario, lo que impedir¨ªa que el precio de la vivienda acabara alej¨¢ndose excesivamente de su valor de equilibrio y reducir¨ªa la probabilidad de que terminasen produci¨¦ndose ajustes m¨¢s bruscos", es decir, el pinchazo de la burbuja.
No le hicieron mucho caso: La Caixa increment¨® el cr¨¦dito hipotecario un 23,4%; el BBVA, un 17%; el Banco Popular, un 43,8%; Caja Madrid, un 24,9% y el Santander, un 14,9%. Los gestores bancarios tampoco supieron reaccionar ante el espejismo de beneficios f¨¢ciles e infinitos. Aunque con diferencias entre unos y otros, todos han quedado marcados con una lecci¨®n que no van a olvidar. "?Nosotros culpables de la burbuja?", se pregunta un alto ejecutivo en activo. "Sin duda nos corresponde una parte de la factura. Incluso algunos servicios de estudios de bancos y cajas tambi¨¦n lo anticiparon, pero lo f¨¢cil es verlo ahora. Entonces, la competencia entre entidades era tremenda, nadie pod¨ªa dejar de crecer o te pasaban en el ranking".
Jaime Terceiro, expresidente de Caja Madrid, lo anticip¨® en 2003: "la utilizaci¨®n de patrimonios ocultos antes de la llegada del euro y el aumento de la demanda, configuran un proceso de formaci¨®n de una posible burbuja". Santiago Carb¨®, asesor de la Reserva Federal de Chicago, comenta una de las grandes lecciones de la crisis: "Romper el paso y salirse de la manada puede llegar a ser clave cuando la l¨®gica te alerta de que algo no va bien. Aqu¨ª hubo avisos, pero...".
El ladrillo se convirti¨® en rifirrafe pol¨ªtico. En 2003 Zapatero inici¨® los ataques al Partido Popular por este asunto: "Ha sido la pol¨ªtica del PP la que ha creado la burbuja". El argumento se escuch¨® m¨¢s veces en el Parlamento. En 2004, cuando dio la vuelta la tortilla y lleg¨® Pedro Solbes a Econom¨ªa, su reacci¨®n fue otra. Incluso, en mayo de 2007, en la antesala del estallido, cuando las acciones de las constructoras se hund¨ªan en Bolsa, declar¨® Solbes: "Yo no veo afectado para nada el sector de la construcci¨®n, s¨®lo una ligera desaceleraci¨®n que permite ajustarse a una realidad que, l¨®gicamente, exigir¨¢ una demanda inferior a la actual", sentenci¨®. "Por supuesto que es un tema que hay que seguir, pero yo no le dar¨ªa mayor importancia", apostill¨®. Sin duda estar¨ªan en su cabeza las siguientes elecciones, que se celebrar¨ªan un a?o m¨¢s tarde.
?Se encendieron las luces rojas ante lo que estaba pasando?
Sin duda. "Durante la ¨¦poca de la burbuja se produjeron dos claras se?ales de alarma: el incremento del endeudamiento de las entidades en relaci¨®n con el volumen de dep¨®sitos y la concentraci¨®n del negocio inmobiliario. En cuanto a la primera cuesti¨®n, en 1998 el volumen de cr¨¦ditos del sector financiero era igual a los dep¨®sitos. Ocho a?os despu¨¦s, en 2006, los cr¨¦ditos eran un 50% m¨¢s que los dep¨®sitos. En cuanto a los pr¨¦stamos a promotores, pasaron de representar el 12% del PIB en 2000 al 29% en 2005", apunta Luis Garicano, profesor de la London School of Economics.
Juan Jos¨¦ Toribio, profesor em¨¦rito de Econom¨ªa del IESE, a?ade un aspecto clave: "El endeudamiento se hizo con ahorro que ven¨ªa del exterior, un factor que ahora ha a?adido una vulnerabilidad enorme a la econom¨ªa espa?ola. Esto nunca hab¨ªa sucedido antes. Espa?a tuvo el d¨¦ficit de la balanza de pagos m¨¢s alto del mundo despu¨¦s de Islandia y ten¨ªa que haber sido un grave motivo de preocupaci¨®n".
?C¨®mo pod¨ªa haber pinchado la burbuja?
Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney, recuerda que el Banco de Espa?a fue el ¨²nico del mundo que cre¨® las provisiones anticrisis, un colch¨®n de 40.000 millones que las entidades crearon mientras crec¨ªa el cr¨¦dito para cuando llegaran las vacas flacas. Adem¨¢s, comenta, impidi¨® que la gran banca dise?ara los productos opacos, cuyo riesgo no quedaba en el balance, pese a las insistentes peticiones de algunos jugadores que ve¨ªan c¨®mo sus competidores anglosajones hac¨ªan tanto dinero con estos activos, que despu¨¦s les hundieron. Quiz¨¢ por eso, el sistema financiero que dej¨® Caruana era m¨¢s s¨®lido que el de EE UU, Reino Unido y Alemania.
"De no haber tomado esas medidas, nuestro destino ser¨ªa parecido al de Irlanda. No obstante, el supervisor ten¨ªa que haber sido consciente de que no deb¨ªa permitir que se dieran pr¨¦stamos por un importe superior al 80% del valor de tasaci¨®n. Tambi¨¦n pod¨ªa haber limitado el cr¨¦dito a los promotores, donde la banca se quedaba con todo el riesgo", apunta D¨ªez. Garicano a?ade otra posible actuaci¨®n: "Se deb¨ªa haber reformado la legislaci¨®n sobre las tasadoras para evitar que fueran propiedad de las entidades financieras. De esta manera, sus valoraciones hubieran sido m¨¢s ajustadas a los precios de mercado".
Desde fuera de Espa?a tambi¨¦n se cree que se pod¨ªa haber hecho m¨¢s. Nicolas Veron, analista del think tank Bruegel, de Bruselas, comenta que el Banco de Espa?a "aprob¨® una alta concentraci¨®n de riesgo inmobiliario en algunos bancos. Si tuviera que hacerlo otra vez, con la perspectiva de la crisis, ser¨ªa m¨¢s restrictivo". Vicente Cu?at, de la London School of Economics, matiza: "Con la perspectiva que nos da conocer lo que sucedi¨® despu¨¦s, seguro que se podr¨ªa haber mejorado la actuaci¨®n del Banco de Espa?a tanto a nivel macroecn¨®mico como de regulaci¨®n prudencial; pero es dif¨ªcil saber cual habr¨ªa sido la pol¨ªtica m¨¢s razonable con la informaci¨®n que se ten¨ªa en ese momento".
A toro pasado, algunos directivos que estuvieron en el Banco de Espa?a admiten que pod¨ªan y deb¨ªan haber ido m¨¢s lejos. Pero recuerdan que la implantaci¨®n de los colchones antic¨ªclicos fue una dura batalla. "Supuso un agrio enfrentamiento con el sector y un desgaste para la instituci¨®n. La banca dec¨ªa que le perjudic¨¢bamos frente a sus competidores internacionales en su cotizaci¨®n porque las provisiones restaban beneficios. Tal vez esto nos tranquiliz¨® la conciencia porque pensamos que ser¨ªa suficiente si el mercado inmobiliario se ca¨ªa", comentan estas fuentes, que piden el anonimato. Un analista, que pide el anonimato, dice que la provisiones anticrisis tras la crisis que lleg¨® "fue como poner un casco a un piloto de f¨®rmula 1".
Desmond Lachman, economista del neoconservador American Enterprise Institute, cree que el supervisor espa?ol, as¨ª como el BCE, deb¨ªan haber hecho m¨¢s por evitar el calentamiento econ¨®mico. Por ejemplo, cita "incrementar los requisitos de capital y las disposiciones reglamentarias, que deber¨ªan haber sido agresivas para frenar el crecimiento del cr¨¦dito y la dependencia del ahorro exterior".
Paul De Grove, experto en bancos centrales de la Universidad de Lovaina, considera que el Banco de Espa?a y el BCE "podr¨ªan haber hecho m¨¢s para detener la burbuja. El supervisor utiliz¨® las provisiones antic¨ªclicas, pero no fueron suficientes. Tambi¨¦n podr¨ªa haber elevado los requisitos m¨ªnimos de capital, en cooperaci¨®n con el BCE.
William McChesney, presidente de la Reserva Federal entre 1951 y 1970, dijo la famosa frase: "Un buen banquero central es aquel que retira el ponche cuando la fiesta se anima". Otros economistas, como Daniel Gros, del think tank de Bruselas, CEPS, prefieren otra sentencia: "Es mejor recoger los desperdicios de la burbuja cuando estalla que pincharla cuando crece". La explicaci¨®n es que tras las burbujas, el nivel de la econom¨ªa es m¨¢s elevado que cuando se inici¨®. Las autoridades espa?olas se apuntaron a esta segunda opci¨®n.
- Advertencias sin actuaci¨®n
?Para un gobernador es suficiente advertir de los problemas y no atajarlos? Jos¨¦ Carlos D¨ªez, de Intermoney, cree que no. "El gobernador no es un analista de mercado. Si avisa de un problema de endeudamiento excesivo de empresas y familias y no se soluciona, tiene que actuar en consecuencia", apunta. No obstante, a?ade: "Ninguno de nosotros predijo la magnitud de esta crisis, que ha tenido un efecto mucho mayor del que cualquier pudiera haber imaginado".
Uno de los an¨¢lisis m¨¢s premonitorios lo hizo la Asociaci¨®n de Inspectores del Banco de Espa?a en mayo de 2006. Despu¨¦s de duros enfrentamientos por reivindicaciones laborales, enviaron una carta al ministro Solbes donde criticaban a Caruana: "Ante el riesgo inmobiliario acumulado en las entidades, los ¨®rganos rectores del Banco de Espa?a han tenido una actitud pasiva. Hay motivos suficientes para la preocupaci¨®n, especialmente si se tiene en cuenta el legado de los seis a?os de mandato del se?or don Jaime Caruana".
En palabras de la asociaci¨®n, "la pasiva actitud adoptada por los ¨®rganos rectores del Banco de Espa?a, con su gobernador a la cabeza, ante el insostenible crecimiento del cr¨¦dito bancario en Espa?a durante los a?os de mandato del se?or Caruana" era una de las "causas m¨¢s evidentes" de los desequilibrios de la econom¨ªa. "Los inspectores del Banco de Espa?a no compartimos la complaciente actitud del gobernador ante la creciente acumulaci¨®n de riesgos en el sistema bancario derivados de la an¨®mala evoluci¨®n del mercado inmobiliario nacional desde 2000", a?ad¨ªan. No obstante, no cre¨ªan que la sangre llegara al r¨ªo: "La gran mayor¨ªa de las entidades espa?olas est¨¢n bien capitalizadas y su solvencia no es previsible que se vea comprometida aun en los escenarios m¨¢s desfavorables". En su opini¨®n, "el desmedido crecimiento del cr¨¦dito bancario" fue "una de las causas principales de la extraordinaria subida del precio de los inmuebles" y reprocharon al gobernador "la falta de determinaci¨®n" para exigir "rigor" a las entidades financieras "en la asunci¨®n de riesgos".
- El FMI advierte tarde
En su ¨²ltimo informe, a finales de 2010, el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluye que Espa?a ha tenido la mayor burbuja inmobiliaria del mundo desarrollado. Pero, como recuerdan ejecutivos del Banco de Espa?a, no es lo que anticip¨® este organismo en mayo de 2006. Bajo el mandato de Rato, el FMI dedic¨® m¨¢s de un a?o a estudiar la econom¨ªa y el sistema financiero espa?ol. Advirti¨® del riesgo de una ca¨ªda de los precios de las viviendas en Espa?a del 30% en cinco a?os en t¨¦rminos reales, pero concluy¨®: "En conjunto, los resultados indicaron que el sistema bancario estar¨ªa en condiciones de absorber las p¨¦rdidas asociadas con los shocks de referencia sin malestar sist¨¦mico". Los autores destacaron el sistema de provisiones antic¨ªclicas y la calidad de los activos de la mayor¨ªa de las entidades, aunque se?alaron a las cajas como un posible foco de inestabilidad futura. "Este informe lo vio el Banco de Espa?a con el Gobierno. Con lo bueno y malo que dec¨ªa", apuntan desde la instituci¨®n.
?Qu¨¦ consecuencias hubiera tenido pinchar la burbuja? Cualquier limitaci¨®n al cr¨¦dito hubiera perjudicado al PIB y hubiera enfadado a los pol¨ªticos. Veron apunta: "Teniendo en cuenta el alto porcentaje de actividad de la construcci¨®n en el PIB espa?ol, es innegable que una decisi¨®n sobre los cr¨¦ditos impactar¨ªa en la econom¨ªa". Luis de Guindos, director del centro del sector financiero de PwC, coincide en que se hubiera frenado el PIB. "No se hubiera crecido al 3,5%, pero s¨ª al 2,5% y ahora la destrucci¨®n de empleo ser¨ªa menor y el sistema financiero estar¨ªa m¨¢s sano".
- Ord¨®?ez anticipa la crisis
Si alguien conoc¨ªa perfectamente lo que estaba pasando, ese era Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. En 2003, en dos art¨ªculos en EL PA?S, critic¨® con dureza la herencia que dejaba Rato. En su opini¨®n, el ministro neg¨® la burbuja "por el miedo con que cualquier responsable de Econom¨ªa ve acercarse el final de un modelo de crecimiento basado en el boom inmobiliario y en la explosi¨®n del endeudamiento de las familias". Augur¨® que, con la ca¨ªda de los precios de los pisos, subir¨ªa el paro y se hundir¨ªa el consumo. "Por eso el ministro niega la evidencia. Porque estuvo en su mano dise?ar una pol¨ªtica fiscal coherente con la pol¨ªtica monetaria" para que la vivienda se revalorizara poco a poco. "El legado de Rato es buenos resultados a corto y problemas a medio plazo", concluy¨®.
Lo que nunca esper¨® Fern¨¢ndez Ord¨®?ez es que ¨¦l heredar¨ªa ese legado. De manera inesperada, por el atentado del 11-M, el PSOE lleg¨® a La Moncloa y ¨¦l recibi¨® el bomb¨®n envenenado. Con el cambio de gobernador, la burbuja empez¨® a enfriarse por puro contagio de la crisis internacional, no porque Ord¨®?ez hiciera nada para pincharla. Desde el Banco de Espa?a se apunta ahora que hubiera sido exagerado hundir m¨¢s el sector inmobiliario, ya que se estaba cayendo solo. De hecho, en los discursos de Ord¨®?ez se insiste en la necesidad de reducir el endeudamiento de las familias y empresas, as¨ª como en las reformas estructurales en pensiones y mercado de trabajo, que tantos enfrentamientos le supuso con algunos ministros del Gobierno de Zapatero, pero no hay tantas referencias a la burbuja.
"Ord¨®?ez es un gobernador que tiene dentro un ministro de Econom¨ªa, y le preocupa m¨¢s la macroeconom¨ªa que las entidades financieras", comenta Mart¨ªnez, de CCOO. La frase resume la cr¨ªtica m¨¢s com¨²n: ha estado m¨¢s pendiente de las pensiones y los temas laborales que de la reestructurar las cajas, en lo que ha tardado tres a?os. Mientras todos lo hac¨ªan, el Gobierno dec¨ªa que "el sistema espa?ol es de champions league" gracias a las provisiones antic¨ªclicas. Despu¨¦s la crisis perfor¨® las barreras y no se hizo la reestructuraci¨®n necesaria. El Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) destin¨® 11.500 millones en julio, pero nueve meses despu¨¦s ha advertido que faltan 15.152 millones m¨¢s de capital.
En su defensa, la instituci¨®n argumenta que no ha tenido capacidad de luchar contra las Comunidades Aut¨®nomas hasta ahora, con el Real Decreto. Sin embargo, muchos critican la torpeza en la soluci¨®n de la crisis de Caja Castilla La Mancha, la tardanza en atajar la quiebra de Cajasur y el error de aprobar fusiones regional con criterios pol¨ªticos. "El Banco de Espa?a no ha querido meterse con las cajas por no molestar al PP y al PSOE. Ord¨®?ez es un hombre del PSOE. La pol¨ªtica y el temor a tener problemas judiciales han restringido su margen de acci¨®n", dicen algunos.
Vicente Cu?at, coincide con el argumento y a?ade: "En la actuaci¨®n de CCM el banco fue excesivamente cauto y sent¨® un precedente para otras situaciones como la de Cajasur. Las fusiones fr¨ªas han estado claramente influidas por criterios pol¨ªticos m¨¢s que de eficiencia".
Desde el organismo dicen que "?Era predecible la crisis de la deuda soberana y el hundimiento de Irlanda? Nadie lo anticip¨®. Sin estos acontecimientos, las entidades hubieran sobrevivido gracias a las provisiones antic¨ªclicas", apuntan desde la instituci¨®n, y recuerdan que el sector ha saneado m¨¢s de 100.000 millones hasta ahora.
Desde fuera, el Banco de Espa?a parece una fortaleza compacta. Desde dentro no se cuestiona el baluarte que supone para la econom¨ªa y el sistema financiero, pero se ven grietas. "El poder est¨¢ en el Gobierno y, cada vez m¨¢s, en la banca", dice un inspector del Banco de Espa?a. "?Es normal que Luis ?ngel Rojo sea consejero del Santander y que el que fuera su ex subgobernador, Miguel Mart¨ªn, presida la patronal bancaria?".
Supervisores sin bomba
En Suecia y Canad¨¢ no estallaron las burbujas inmobiliarias ni han tenido crisis bancarias como las de sus vecinos. Para algunos economistas sean convertido en buenos ejemplos de c¨®mo tener bajo control una situaci¨®n complicada.
Paul De Grauwe, profesor de Econom¨ªa Internacional en la Universidad Cat¨®lica de Lovaina, cree que "el Banco de Suecia lo hizo mal en su crisis bancaria de los a?os noventa. Despu¨¦s de la experiencia, aument¨® los controles sobre el sector y ha evitado una segunda crisis financiera. Charles Wyplosz, profesor de Econom¨ªa Internacional en el Instituto Universitario de Ginebra, alaba al banco sueco "por su transparencia y por la estrategia muy trabajada que est¨¢ siguiendo. Sin embargo", apunta que "el Banco de Canad¨¢ es menos transparente, pero sigue una pol¨ªtica monetaria muy clara. El Banco de Espa?a no es una autoridad monetaria porque lo ha cedido al BCE, que es demasiado complejo para tener una clara pol¨ªtica monetaria con una transparencia limitada", apunta.
Santiago Carb¨®, asesor de la Reserva Federal de Chicago, apunta un detalle clave. "Ni Suecia ni Canad¨¢ vivieron una pol¨ªtica de abundancia de liquidez y bajos tipos de inter¨¦s durante casi una d¨¦cada, como sucedi¨® en la zona euro. El dinero abundante en la nueva moneda procedente de Alemania, Francia y Holanda buscaban donde invertir y Espa?a parec¨ªa el sitio ideal. Ese fue el ca?¨®n que precipit¨® todo". Ejecutivos del Banco de Espa?a ahora lamentan no haber tenido m¨¢s en cuenta la crisis inmobiliaria de los ochenta y la de principios de los noventa. "No parec¨ªa que pudiera volver a ocurrir. Por cierto, los suecos resolvieron su problema con un gran banco malo donde metieron los activos inmobiliarios depreciados, lo que est¨¢n pensando ahora tantas cajas...".
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