M¨¢s que un tsunami
Un maremoto devasta Jap¨®n y destruye una central provocando una alarma nuclear
Dos minutos y medio de p¨¢nico extremo mientras dur¨® el gran temblor; horas, d¨ªas, quiz¨¢ semanas de futura angustia para conocer las consecuencias de la explosi¨®n en la central nuclear de Fukushima; y meses o a?os para reparar la devastaci¨®n causada en la costa noreste de Jap¨®n por el mayor tsunami -8,9 grados Richter- que ha sufrido el archipi¨¦lago desde que se compilan esos registros en 1900. Ha sido el quinto se¨ªsmo m¨¢s intenso de la historia del planeta, se ha dejado sentir a miles de kil¨®metros en las costas americanas, de California a Chile, y pese a lo excepcionalmente bien preparado que se halla Jap¨®n para esta clase de siniestros, el n¨²mero de muertos podr¨ªa elevarse a decenas de millares.
Menos de 24 horas despu¨¦s del primer gran espasmo en la ma?ana -hora espa?ola- del viernes, una operaci¨®n de salvamento tan gigantesca como el propio azote de la naturaleza se hallaba ya en marcha. Cientos de aviones y embarcaciones y miles de soldados acud¨ªan a las ¨¢reas afectadas, con una precisi¨®n, disciplina y serenidad apenas mayores que las de los propios ciudadanos, que en su gran mayor¨ªa no perdi¨® la compostura ni cuando deb¨ªan estar sobrecogidos por el terror. Los que hubieran sobrevivido ten¨ªan todas las posibilidades de salvarse, y solo en las 24 horas que siguieron al desastre m¨¢s de 3.000 personas eran rescatadas de entre las ruinas.
Pero no solamente el temblor se replicaba a s¨ª mismo, como en una inacabable reacci¨®n en cadena, en ocasiones tan amenazadora como la primera sacudida, sino que la ola, de 10 metros de altura y una velocidad de desplazamiento de 800 kil¨®metros por hora, afectaba a la central nuclear de Fukushima, donde ayer se produc¨ªa una explosi¨®n que destru¨ªa la estructura que protege el reactor.
En cuanto se supo que hab¨ªa habido un escape radiactivo se procedi¨® a evacuar a los 200.000 residentes en un ¨¢rea de 20 kil¨®metros a la redonda de la central. El escape, aunque ha sido calificado de menor, est¨¢ contaminando la atm¨®sfera, con consecuencias a¨²n imprevisibles. Las autoridades aseguran, sin embargo, que es "improbable" que la explosi¨®n haya da?ado al reactor, lo que recordar¨ªa la tragedia de la central Chern¨®bil en Ucrania. Pero "improbable" es un adjetivo escasamente pensado para tranquilizar a la opini¨®n, y se ha declarado el estado de alerta nuclear. La cat¨¢strofe se ha convertido ya, en cualquier caso, en un poderoso argumento para los que se oponen a la utilizaci¨®n de este tipo de energ¨ªa, y es relevante para pa¨ªses como Espa?a, donde se debate su futuro.
Los efectos del maremoto no son solo geof¨ªsicos. Las bolsas asi¨¢ticas reaccionaban obviamente a la baja, y las expectativas no pueden ser buenas ante la reapertura, ma?ana lunes, de la Bolsa de Tokio. Los da?os causados por la devastaci¨®n se calculan en unos 40.000 millones de euros, para un pa¨ªs que ya sufr¨ªa una recesi¨®n anterior a la crisis econ¨®mica mundial.
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