El mayor despliegue militar desde 1945
100.000 soldados participan en las tareas para rescatar v¨ªctimas del terremoto
A trav¨¦s de las fotos que llegan desde las zonas m¨¢s afectadas por el tsunami, se los ve cargando personas a la espalda, peinando grandes extensiones bajo la nieve, intentando levantar tejados en busca de supervivientes o sonri¨¦ndole con ternura a un beb¨¦ arropado en una manta. Llevan d¨ªas transportando comida y queroseno a los refugios y ayer sus pilotos sobrevolaron con nervios de acero los reactores -donde la radiaci¨®n alcanza niveles peligrosos- arrojando agua sobre los mismos. Los 100.000 miembros de las Fuerzas de Autodefensa (FAD) -el mayor despliegue desde la II Guerra Mundial- est¨¢n echando el resto para ayudar en casi todo lo que pueden.
El art¨ªculo 9 de la Constituci¨®n impuesta por Estados Unidos en 1947 establece que Jap¨®n no puede disponer de fuerzas armadas. Sin embargo, es el Gobierno de ocupaci¨®n el que solicita la formaci¨®n de la Reserva Nacional de Polic¨ªa (RNP), origen de las FAD, en 1950, cuando estalla la guerra de Corea. Dotada de una estructura militar, en 1954 fue reestructurada dando lugar a las FAD actuales, que quedaban bajo la supervisi¨®n de la Agencia de Defensa.
En un principio su existencia y supuesto car¨¢cter no ofensivo fueron bastante discutidos, aunque los sucesivos Gobiernos nipones se esmeraron en reforzar el control civil de todo el aparato. Al tiempo que Corea del Norte va endureciendo su discurso y acaba por realizar pruebas bal¨ªsticas lanzando misiles sobre territorio japon¨¦s, ya en los noventa, los japoneses empiezan a valorar m¨¢s y a justificar la existencia de las FAD. Durante esa d¨¦cada Jap¨®n comienza a enviar tropas en misiones humanitarias y de paz.
En 2007, pese a a?os de recortes presupuestarios y de personal, el Gobierno rebautiza la Agencia de Defensa como Ministerio de Defensa. En la actualidad, la pujanza militar de China en la regi¨®n y los encontronazos el a?o pasado con un pesquero de ese pa¨ªs en las disputadas islas Senkaku han hecho que Jap¨®n redibuje su estrategia defensiva y planee modernizar las FAD, invirtiendo 210.000 millones de euros hasta 2015.
Pese a que las tropas se contemplen ahora bajo un prisma m¨¢s amable, muchos intelectuales y sectores de la sociedad siguen sosteniendo que se trata de un ej¨¦rcito plenamente armado y que muchos de sus altos mandos profesan ideas muy cercanas al fascismo de preguerra.
En ciudades como Tokio es com¨²n ver las furgonetas de los uyoku dantai (los radicales de extrema derecha), sobre cuyo techo un miembro clama en tono marcial sobre la necesidad de que Jap¨®n recupere sus valores tradicionales y militares o que directamente se haga con armas nucleares. Son los mismos que acuden cada 15 de agosto al santuario de Yasukuni a rendir homenaje a los ca¨ªdos (entre los que se encuentran criminales de guerra). Por fortuna, cada vez que se los divisa junto a una gran estaci¨®n o frente a la Embajada china, uno comprueba que la aplastante mayor¨ªa de ciudadanos ni siquiera se molesta en girar la cabeza para comprobar de d¨®nde viene tanta diatriba. En cambio, los ojos del pa¨ªs y de medio mundo est¨¢n puestos ahora en los miembros de un cuerpo que ya ha logrado rescatar a m¨¢s de 25.000 personas y que est¨¢ haciendo lo imposible por enfriar los reactores.
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