Obama intenta en Brasil recuperar la influencia perdida con Lula

Barack Obama inicia hoy en Brasil una complicada visita en la que los intereses econ¨®micos de ambos, multiplicados por el crecimiento acelerado de la econom¨ªa de este pa¨ªs, se combinan con el inter¨¦s del Gobierno brasile?o de competir con Estados Unidos como potencia mundial y de aspirar a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Es dudoso que Obama pueda respaldar en este viaje esa aspiraci¨®n, como hizo en su ¨²ltimo desplazamiento a India. Los portavoces norteamericanos no han aclarado en los d¨ªas previos qu¨¦ es lo que Obama har¨¢ al respecto y se espera, por tanto, con impaciencia lo que el presidente diga en la rueda de prensa dea hoy. "Vamos a tener una amplia conversaci¨®n sobre la importancia de asegurar la eficacia de las instituciones, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, para avanzar hacia la paz y la seguridad en el mundo", se ha limitado a decir Dan Restrepo, responsable de Am¨¦rica Latina en la Casa Blanca.

El Gobierno de Dilma Rousseff es m¨¢s pragm¨¢tico y positivo hacia EE UU

Este viaje es el reconocimiento de que Brasil es una potencia decisiva

Para apoyar la presencia permanente de Brasil en la ONU, la Administraci¨®n norteamericana necesitar¨ªa ver una actitud del Gobierno brasile?o m¨¢s cooperativa de la que ha visto durante el mandato de Luiz In¨¢cio Lula da Silva. EE UU a¨²n recuerda con amargura la iniciativa de Lula en apoyo de Ir¨¢n y su voto contrario en la ONU a las sanciones contra ese pa¨ªs.

Brasil tambi¨¦n se abstuvo ayer en la votaci¨®n que permite el uso de la fuerza contra Gadafi, una decisi¨®n que no es muy alentadora para Washington. Pese a ello, las cosas han cambiado algo desde que Dilma Rouseff es presidenta. El actual Gobierno parece estar aplicando una pol¨ªtica exterior m¨¢s pragm¨¢tica. "Ella ha sido muy positiva sobre el tipo de relaciones que quiere mantener con EE UU", opina el viceconsejero de Seguridad Nacional, Ben Rhodes. La colaboraci¨®n con Brasil es imprescindible en el marco de la nueva doctrina, respetuosa del papel de las potencias emergentes, que Obama quiere reafirmar durante su presidencia. Este viaje, no suspendido pese a los graves acontecimientos que dominan el panorama internacional, es el reconocimiento de ello.

"Brasil es un socio decisivo y una etapa decisiva de este viaje", reconoce Ben Rhodes. Brasil es ya la s¨¦ptima mayor econom¨ªa del mundo, por delante de Canad¨¢, de Espa?a y hasta de Italia. Representa el 40% de todo el PIB de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Es, por su tama?o y crecimiento, uno de los mercados m¨¢s atractivos del mundo y uno de los principales escenarios de la extensi¨®n de China en Am¨¦rica Latina, que supera ya a EE UU como principal destino de las exportaciones brasile?as. Nunca un pa¨ªs latinoamericano hab¨ªa alcanzado tal poder econ¨®mico y tanta proyecci¨®n mundial.

La Administraci¨®n norteamericana est¨¢, pues, obligada a hacer una fuerte contraofensiva para recuperar terreno en Brasil. Ese es el principal objetivo de este viaje. Obama tiene buena imagen aqu¨ª y est¨¢ en condiciones de conseguirlo. Su presencia se ver¨¢, adem¨¢s, reforzada por la de su esposa, Michelle, que tendr¨¢ su propia agenda de trabajo social en R¨ªo de Janeiro, una ciudad agobiada por los problemas de pobreza, marginalidad y delincuencia.

En esa ciudad, ma?ana, Obama pronunciar¨¢ un discurso destinado al pueblo brasile?o, buscando el apoyo que no han encontrado otros presidentes norteamericanos. Cuando George Bush visit¨® Brasil en 2007 recibi¨® una bienvenida sorprendentemente calurosa de parte de Lula, pero el ¨¦xito de su viaje se vio entorpecido por la impopularidad de la guerra de Irak y otras actuaciones internacionales del expresidente.

Obama tiene ahora la oportunidad de empezar de cero. Estados Unidos estaba acostumbrado hasta ahora a tratar en Am¨¦rica Latina con pa¨ªses menores o, en otro contexto, con su vecino M¨¦xico. Las relaciones eran, por lo general, torpes y manidas. Hoy Obama llega a un gigante que quiere hablarle de t¨² a t¨². Es la hora de responder a ese desaf¨ªo.