Un bomb¨®n llamado 'niemeyita'
La forma de ovni del Centro Niemeyer ya ha inspirado unos dulces, y su apertura hace dos semanas ha revolucionado Avil¨¦s. Plazas, parques y enotecas en una ciudad que vive en pleno resurgimiento
El enorme platillo volante se abri¨® hace dos semanas a los terr¨ªcolas. Avil¨¦s ha esperado durante a?os la inauguraci¨®n oficial del Centro Niemeyer, una virguer¨ªa arquitect¨®nica como de otra galaxia. Convertida en un polo sider¨²rgico hasta la d¨¦cada de los noventa, la tercera ciudad asturiana (85.000 habitantes) creci¨® envuelta en humos. Hoy renace como polo cultural y se abre al mundo con el ¨²nico edificio en Espa?a del arquitecto brasile?o de 103 a?os. Buena ¨¦poca para visitarla, con la autoestima por los aires y un centro hist¨®rico mimado.
10.00 Patinando en la r¨ªa
Los 18 metros de la c¨²pula blanca del Centro Niemeyer (1) (www.niemeyercenter.org) rompen el horizonte verde. Es lo que se ve desde el colorido puente de San Sebasti¨¢n y de la pasarela nueva de acero, apodada la grapa. Por la r¨ªa contaminada de anta?o discurre hoy un paseo limpio y lleno de adictos al footing, los patines y la bici. El Niemeyer recibe al visitante con una gran plaza y durante 2011 agitar¨¢ la ciudad con exposiciones, m¨²sica, teatro, danza, debates, gastronom¨ªa y actividades educativas. La idea es colocar Avil¨¦s en el mapa cultural internacional y por eso se ha aliado con centros como el Barbican o el Lincoln Center. Woody Allen ser¨¢ el presidente de honor del Film Center, y Julian Schnabel, Norman Foster, Kevin Spacey o Chico Buarque ser¨¢n algunos de los que presentar¨¢n sus creaciones a lo largo del a?o. Aproveche para escudri?ar todos los huecos del edificio.
12.30 El Parche, con Brad Pitt
Subiendo se llega a la plaza de Espa?a (2) o El Parche, como la conocen los avilesinos. Un entorno monumental: el Ayuntamiento, los p¨®rticos multiplicados y el palacio de Ferrara, convertido en el ¨²nico hotel de cinco estrellas de la urbe, de la cadena NH (985 12 90 80). All¨ª han dormido los Pr¨ªncipes de Asturias, Brad Pitt o Kevin Spacey. Por el extremo que da a la calle de Rivero aparece el palacio de Llano Ponte (3), piedra noble del siglo XVII, justo antes del baile de fachadas de colores y de la capilla del Cristo, un rinconcito de postal. El parque de Ferrera (4) parece ingl¨¦s. A resguardo, el coqueto jard¨ªn franc¨¦s. El centro medioambiental La Noria (Parque de Ferrera, s/n; 985 51 05 46) celebra actividades para expandir la mentalidad ecol¨®gica. Una ojeada aqu¨ª y otra en el Museo Alfercam (4) (www.museoalfercam.com; calle del Quirinal, 30; 985 52 51 42; horarios: de mi¨¦rcoles a domingo, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00; entrada: 3 euros). Tiene una colecci¨®n sobre instrumentos musicales de todo el mundo y otra sobre automoci¨®n que incluye coches de principios del siglo XX. Le dar¨¢n ganas de comprarse un Rolls Royce 20 HP.
14.00 Chigres, vinotecas y un indiano
Pase del deseo y g¨¢stese los euros en la calle de Galiana (5), con soportales y viejas aceras de cantos rodados para el ganado. Entre los chigres de toda la vida han surgido establecimientos que miman el dise?o. Dos ejemplos: Flor Galiana (Galiana, 50) y Llamber (Galiana, 30). En medio, la calle de San Francisco con sus fachadas modernistas y la tranquila plaza de Domingo A. Acebal (6). Miren la iglesia de San Nicol¨¢s de Bari, cuyo atrio se convirti¨® por obra de Woody Allen en una cafeter¨ªa para la pel¨ªcula Vicky, Cristina, Barcelona. Las vinotecas siguen llenas mientras nadie le presta atenci¨®n a la Casa de Arias de la Noceda, construida por un indiano, uno de los asturianos que en los siglos XIX y XX emigraron a Latinoam¨¦rica y volvieron con las manos llenas.
15.00 Cachopo para dos
Se hace tarde para comer, pero la gente no se mueve de la plaza del Carbayedo (7), con su caracter¨ªstico h¨®rreo en volandas. Aqu¨ª mismo est¨¢n el mes¨®n Viana con sus famos¨ªsimos cachopos (dos filetes rellenos con jam¨®n, queso y champi?ones) con los que comen dos personas, Tataguya (con su longaniza blanca de Avil¨¦s, y el magn¨ªfico bacalao) y La Garnacha (tostas y vinos). La sidrer¨ªa Casa Lin (8) (avenida de los Telares, 6; 985 56 48 27) ofrece fabadas, pescados y mariscos y Casa Gelu (9) (Alto del Vidriero, 5) pone el punto popular con sus ingentes cantidades no aptas para los que comen como gorriones.
17.00 Acantilados con faro
Si tiene un coche, ganas de mar y no ha probado ni gota de alcohol, conduzca hasta el faro de Avil¨¦s (10) (direcci¨®n a la playa de Xago por la carretera que va al cabo de Pe?as). Naturaleza libre que le conectar¨¢ con su yo interior. A la vuelta, contemple el palacio de Camposagrado, el mejor ejemplo del barroco en Asturias, hoy sede de la Escuela de Arte Superior. La peque?a cuesta es la calle de la Ferrer¨ªa (11), eje de la villa durante la Edad Media: soportales, la Casa de Valdecarzana, del siglo XIV, y la iglesia de los Franciscanos, de principios del XIII. El brillo de lo antiguo tambi¨¦n surge entre la ropa vintage y los objetos del a?o de Maricasta?a de Mano de Santo (12) (Ruiz G¨®mez, 14) y las antig¨¹edades de Mis Queridos Trastos (13) (Galiana, 22). El comercio local tambi¨¦n aprovecha el efecto Niemeyer: Delicatessen Antonio (14) (Los Jardines, 2) ha ideado las ya c¨¦lebres niemeyitas, bombones de diferentes sabores que imitan la c¨²pula del edificio.
20.00 La iglesia m¨¢s marinera
La oscuridad agudiza la vista. Las gotas de lluvia que probablemente habr¨¢n ca¨ªdo en alg¨²n momento del d¨ªa dan brillo a la plaza de los Hermanos Orb¨®n (15), en obras por el mercado de abastos, que se reabrir¨¢ en breve. Cerca est¨¢ la iglesia de Santo Tom¨¢s de Canterbury, que parece anglicana y no solo por el nombre. La calle de Bances Candamo se supone que no da a ninguna parte, pero cuando uno la sube, de nuevo entre soportales y tiendas min¨²sculas, se encuentra con la encantadora plaza del Carbayo (16), balcones de madera y casas bajas. Esto es el barrio marinero de Sabugo, pueblo independiente hasta el siglo XIX, cuando se desec¨® su marisma. La iglesia vieja de Sabugo tiene una portada rom¨¢nica, otra g¨®tica y una mesa exterior de piedra donde los pescadores trazaban el plan del d¨ªa.
22.30 Cava en Los Cuernos
En la sidrer¨ªa El Tayuelu (17) (Estaci¨®n, 10) esperan m¨¢s culines y raciones. Si no, a Carpe Diem (18) (San Bernardo, 22), con un buen surtido de vinos. A partir de aqu¨ª existen dos planes. Si se quiere uno m¨¢s tranquilo, ac¨¦rquese a la Calleja de los Cuernos (19) (oficialmente calle de Alfonso VII), que desde hace unos a?os est¨¢ viviendo una revoluci¨®n. Se reformaron las casas de la calleja y se abrieron enotecas de atm¨®sferas sofisticadas, como Syrah (en el n¨²mero 12), con variedad de cavas, y El Peque?o Sommelier (en el n¨²mero 2). El segundo plan es quedarse en Sabugo y escuchar m¨²sica entre copa y copa en la decena de pubs. Ojo al salir y entrar, que los soportales pueden tender emboscadas.
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