Con armas es dif¨ªcil
Costa de Marfil intenta reconstruir su econom¨ªa, destrozada por los recientes enfrentamientos armados
La econom¨ªa marfile?a est¨¢ en m¨ªnimos. Cinco meses de convulsas disputas pol¨ªticas y m¨¢s de sesenta d¨ªas de cuasi guerra civil han dejado como saldo unas finanzas destrozadas, servicios b¨¢sicos paralizados, desabastecimiento masivo y una industria exportadora inm¨®vil. El conflicto armado ha arrasado casi todo, debilitando una estructura productiva que ya estaba estancada desde el bloqueo comercial impuesto por la UE y EE UU a comienzos de enero. Una situaci¨®n que se mantendr¨¢ al menos hasta la postergada rendici¨®n del presidente Laurent Gbagbo.
Costa de Marfil, como la mayor¨ªa de los pa¨ªses subsaharianos, vive casi exclusivamente de las exportaciones de materias primas, que representan el 43% del PIB. Es el primer productor mundial de cacao y uno de los principales vendedores de caf¨¦, exportaciones que representan cerca del 40% de sus ingresos por exportaciones y el 20% del PIB. Todo ello, y en su calidad de monoexportador de cacao -posee el 40% de la producci¨®n mundial-, le ha otorgado una estabilidad en los ingresos poco conocida en pa¨ªses no petroleros.
Enormes 'stocks' de cacao y materias primas esperan en Abidy¨¢n
No obstante, la ¨²ltima d¨¦cada de disputas pol¨ªticas y constantes enfrentamientos entre Gbagbo y sus detractores han lastrado gravemente su crecimiento potencial. Los datos del FMI indican que durante la pasada d¨¦cada el pa¨ªs solo creci¨® un 0,5% de media anual, tras soportar fuertes ca¨ªdas en la producci¨®n del 4,6% en 2000. Es m¨¢s, mientras la media de crecimiento de ?frica alcanzaba su c¨¦nit en 2007 con un 6% de crecimiento medio, Costa de Marfil solo registraba un 0,7% de alza en su PIB.
Pero estas nuevas revueltas han frenado un incipiente despegue, que, alentado por la fiebre exportadora, hab¨ªa logrado que el pa¨ªs creciese un 3,8% en 2009 y un 3% en 2010. Para este curso, las previsiones eran del 4%, pero tras los enfrentamientos ya nadie se atreve a pronosticar cifras positivas. Lo ¨²nico que podr¨ªa mejorar la situaci¨®n es que las revueltas concluyan, lo que permitir¨ªa terminar con el bloqueo mar¨ªtimo y comercial de las potencias occidentales favorables al presidente electo Alassane Ouattara y, as¨ª, poner en marcha la maquinaria exportadora y los intercambios comerciales con sus principales socios: Alemania, Nigeria y Holanda.
Los informadores que cubren el combate hablan de los enormes stocks de cacao y otras materias primas arrumbados en el puerto de Abiy¨¢n, la capital econ¨®mica del pa¨ªs y principal foco del conflicto durante los ¨²ltimos d¨ªas. Ahora, la principal preocupaci¨®n es que, una vez terminado el conflicto, todos vuelvan al trabajo -en especial, los trabajadores extranjeros ahuyentados por los combates- y que se pongan en marcha de nuevo las industrias. El segundo gran reto es reabastecer a la poblaci¨®n de productos b¨¢sicos e intentar contener una inflaci¨®n que en 2009 cerr¨® en el 1%, uno de los pocos logros econ¨®micos de Gbagbo.
El otro gran problema, ya cr¨®nico, es la pobreza de un pa¨ªs que tiene un PIB per c¨¢pita de solo mil d¨®lares y donde la mitad de la poblaci¨®n vive con menos de dos d¨®lares al d¨ªa. Para esta reconstrucci¨®n, Costa de Marfil cuenta con una situaci¨®n presupuestaria que a primera vista no es muy cr¨ªtica, con una deuda p¨²blica del 65% y un d¨¦ficit estimado de 0,2% en 2010. Contar¨¢, adem¨¢s, con la ayuda de organismos como el Banco Mundial, que tras la salida de Gbagbo volver¨¢n a llegar al pa¨ªs.
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