El futuro de Telemadrid
Durante muchos a?os, tanto con Joaqu¨ªn Leguina como con Ruiz-Gallard¨®n al frente de la Comunidad, Telemadrid fue una referencia de buen hacer profesional, de innovaci¨®n en la programaci¨®n y de respeto a las exigencias de pluralidad de un medio p¨²blico. Los directivos de aquel periodo, sin distinci¨®n, lamentan hoy la decadencia experimentada. De la moderaci¨®n se ha pasado al sectarismo, y eso ha supuesto la desafecci¨®n de las audiencias. Durante 2011, ya son habituales los ¨ªndices diarios inferiores el 6%, que se maquillan por las transmisiones futbol¨ªsticas. La cota del 7% nos sit¨²a a gran distancia de los seguidores de otras cadenas auton¨®micas en territorios demogr¨¢ficamente comparables e incluso respecto a algunas recientes: TV3, 14,6%, o Arag¨®nTV, 10,4%, por ejemplo.
En una empresa de comunicaci¨®n, los trabajadores son el elemento clave
La ca¨ªda de los ingresos publicitarios durante el primer trimestre de este a?o supera el 40% y el mes de marzo el 47%. Telemadrid depende de la subvenci¨®n de la Comunidad. Los resultados negativos en el balance de ingresos y gastos -casi 12 millones de euros en el primer trimestre de 2011- son una constante y, proyectados a final de a?o, generan una grave preocupaci¨®n por su viabilidad. La actitud de RTVM es la de despreciar cualquier cr¨ªtica y excluir cualquier culpa. En su libro de estilo, manejado en las sesiones del Consejo de Administraci¨®n, figura el argumento de que con la escasez de recursos es imposible competir con las cadenas generalistas que invierten en costosas series de producci¨®n propia. La soluci¨®n es llenar la parrilla con pel¨ªculas y series de bajo costo y similar calidad, as¨ª como prolongar programas que, en su momento, tuvieron aceptaci¨®n, como Madrile?os por el mundo, hoy en declive. Tambi¨¦n se mantienen programas sin ninguna justificaci¨®n, permanentemente por debajo de la media de la cadena, que ni siquiera cumplen la condici¨®n de ser espacios de inter¨¦s cultural o social. Un debate de contenido pol¨ªtico, como Madrid opina, en horas de prime time tiene ya una audiencia irrelevante.
Todos estos elementos se contemplan desde la direcci¨®n de Telemadrid con la lejan¨ªa de un espectador. Son "hechos inevitables" que conducen a la f¨®rmula privatizadora defendida, sin ambages, por Esperanza Aguirre que conf¨ªa m¨¢s en el respaldo que pueda recibir por parte de las emisoras de TDT cuyas licencias ha distribuido entre amigos. Telemadrid, sin embargo, cuenta con una gran potencialidad de recursos t¨¦cnicos, de instalaciones y de profesionales muy calificados e infrautilizados que permitir¨ªan, bien gestionados, una recuperaci¨®n del cr¨¦dito social y, por tanto, de la audiencia, sin necesidad de recursos extraordinarios. En una empresa de comunicaci¨®n los trabajadores no son una carga sino el elemento clave para la producci¨®n a partir de que exista un proyecto ilusionante y participativo. Eliminado el actual cerco a la creatividad y a la libertad para informar, los plat¨®s de Telemadrid, producir¨ªan, hasta con coste m¨¢s bajo, programas en los que se sentir¨ªan reconocidos los ciudadanos. La "televisi¨®n de cabecera del PP", como denunciaba recientemente el profesor Santos Juli¨¢. Una definici¨®n para la historia.
Seis millones de ciudadanos necesitan una televisi¨®n p¨²blica que atienda preferentemente la informaci¨®n que se genera no solo en la capital sino en todas las ciudades y pueblos de la Comunidad. Su presencia en la programaci¨®n de Telemadrid, pese a la importancia de n¨²cleos como M¨®stoles, Alcorc¨®n, Alcal¨¢, Aranjuez, Fuenlabrada, Getafe, Pozuelo, Parla, etc¨¦tera, es pr¨¢cticamente inexistente, salvo alg¨²n suceso o un incidente pol¨ªtico en el caso de que afecte a un partido que no sea el PP. El tir¨®n de Madrid como eje de la vida pol¨ªtica nacional condiciona la atenci¨®n del resto de las televisiones con sede en Madrid, incluida TVE que dispone de unos escasos minutos de desconexi¨®n territorial. Las nuevas emisoras, con alguna excepci¨®n, incumplen la obligaci¨®n de atender a la informaci¨®n local, por falta de medios o por estrategia comercial. En este panorama, Telemadrid podr¨ªa explotar su condici¨®n dominante en esta parcela y ser el motor del enriquecimiento en todos los ¨®rdenes de una regi¨®n puntera. M¨¢s sencillo y m¨¢s rentable, por ser una Comunidad uniprovincial, con distancias cortas, que el esfuerzo de sus hom¨®logas en Andaluc¨ªa, Galicia o Catalu?a donde las auton¨®micas alcanzan grandes niveles de audiencia.
Una conjunci¨®n de intereses trabaja para construir la idea de que no tiene sentido la existencia de Telemadrid: "Ni es rentable, ni tiene audiencia, es un constante foco de pol¨¦micas...". Es, dicen, un enfermo terminal. Otros pensamos que todos los males proceden de un virus, detectado, que puede combatirse con la simple aplicaci¨®n de un tratamiento intensivo de higiene democr¨¢tica.
Eduardo Sotillos es periodista y portavoz del grupo de consejeros socialistas en el Consejo de Administraci¨®n de RTVM.
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