"En el cine espa?ol, cada uno va a lo suyo"
Perro viejo, perro astuto como pocos en las siempre movedizas arenas del cine espa?ol, Enrique Gonz¨¢lez Macho (Santander, 1947) dio un brinco, enton¨® un discreto "aqu¨ª estoy yo" y le birl¨® al director Bigas Luna las llaves de la Academia, tras imponerse en las elecciones del pasado 10 de abril y sucediendo en el puesto a un Alex de la Iglesia que tuvo que agarrar la salida de incendios tras su gresca con la ministra de Cultura por culpa de la ley del Gobierno contra las descargas piratas.
Gonz¨¢lez Macho llevaba d¨ªas diciendo a todo el mundo que su candidatura -en la que le acompa?aban la actriz Marta Etura y la realizadora Judith Colell- era perdedora seguro, y probablemente varios d¨ªas tambi¨¦n sabiendo que ganar¨ªa: es hombre de consenso, eso queda claro. En cualquier caso, da la sensaci¨®n de que este viejo rockero de la industria, productor, distribuidor y exhibidor, propietario de la empresa Alta Films y la cadena de cines Renoir (en torno a 80 pantallas, unos 300 trabajadores en plantilla), exgu¨ªa tur¨ªstico y el primer tipo que puso cine sovi¨¦tico en la Espa?a tardofranquista, aterriza en la Academia revestido de unos bien ganados galones: solvencia en lo profesional, contundencia en el argumentario, claridad en sus rifirrafes con el pol¨ªtico de turno y cierta impronta de estudiada indiferencia o de relativismo vocacional ante las grandes broncas del sector, que las hay, y muchas. Dar¨¢ que hablar en la Academia el tal Gonz¨¢lez Macho. Tarea y broncas no le van a faltar.
"Hay un modelo del cine que ya es pasado. El futuro solo se intuye"
"Hoy hay m¨¢s medios y m¨¢s profesionales, no m¨¢s profesionalidad"
"El 'gratis total' es una falacia. La cultura hay que pagarla... como todo"
Es usted alguien con vida, digamos, muy encarrilada en lo profesional y lo personal. ?A qu¨¦ obedece a estas alturas meterse a presidir algo como la Academia de Cine, ¨²ltimamente una caja de truenos?
Pues porque estamos en un momento de transici¨®n de todo tipo, y las transiciones siempre pueden ir a mejor o a peor, pero lo que m¨¢s miedo me da de ellas son los momentos de vac¨ªo. Y el cine no se puede permitir momentos de vac¨ªo. Hay un modelo industrial del cine que ya es pasado, y eso est¨¢ claro, pero no est¨¢ claro cu¨¢l es el modelo futuro. Solo se intuye, no se conoce.
Todo apunta a que ese modelo de futuro en el cine, incluso de presente, pasa por Internet...
Ya, pues eso de que Internet es el presente, ya, a d¨ªa de hoy, no es verdad. Va a ser una parte muy importante en un futuro, y en un futuro cercano, pero no ahora mismo.
As¨ª que no apuesta por la Red como "la salvaci¨®n del cine", como dijo Alex de la Iglesia en su discurso de despedida...
Internet formar¨¢ parte de una transformaci¨®n, m¨¢s que de una salvaci¨®n del cine. Este tiene delante un envite fuerte, pero ha tenido muchos en su historia. El primero fue la televisi¨®n. Era una caja donde se ve¨ªan cosas hechas para la tele, noticias, deportes... hasta que un buen d¨ªa la RKO se puso a vender pel¨ªculas a los due?os de las cadenas. Fue una revoluci¨®n brutal. Luego vino el color y entonces el cine apost¨® por la pantalla grande, se inventaron sistemas de proyecci¨®n nuevos como el todd-ao, el cinerama, el cinemascope... y todo para hacerle frente a la televisi¨®n. Luego vino el v¨ªdeo, el DVD y los dem¨¢s avances tecnol¨®gicos.
Un arte sometido a un replanteamiento continuo...
Sin duda, desde su nacimiento. Los hermanos Lumi¨¨re consideraron que era lo que hoy sigue siendo: un lugar donde se proyectan cosas y la gente va a verlas. Pero Edison, el verdadero descubridor del cine, y no los Lumi¨¨re, pens¨® que no. Y se adelant¨® a todos: pens¨® que el cine era un aparato para ver las pel¨ªculas en tu casa. As¨ª que ya desde el principio hubo dos tendencias muy distintas.
?Cree que, en lugar de otro replanteamiento, est¨¢ a punto de producirse una revoluci¨®n?
Es que no creo que vayan a cambiar mucho las cosas, de verdad. O sea, el cine necesita contenidos. Estos los hacen los productores. Y eso necesitar¨¢ una distribuci¨®n. Lo que s¨ª va a cambiar es el lugar de consumo del cine. Ser¨¢ multipantalla. Pantalla grande, ordenador, tel¨¦fono m¨®vil y tele con Internet y pantalla grande y plana en casa... que creo que es el soporte que acabar¨¢ ganando a todos los dem¨¢s. Porque el futuro pasa por los cambios tecnol¨®gicos en las casas y la llegada del cine a la carta, indudablemente.
En cualquier caso, queda claro que, hablando de Internet, usted es un firme defensor del principio 'la cultura se paga', ?no?
El gratis total es una falacia, nada es gratis. La cultura hay que pagarla... como todo. A ver, yo quiero todo gratis, ya me gustar¨ªa. Sanidad, educaci¨®n, administraci¨®n, justicia... pero resulta que los m¨¦dicos, los profesores, los funcionarios y los jueces quieren cobrar, vaya. As¨ª que no existe la gratuidad. Mentira. Existe lo p¨²blico. Y lo p¨²blico no es gratis, lo pagamos con nuestros impuestos. Y si un m¨¦dico, un profesor, un funcionario o un juez tienen que cobrar... ?qu¨¦ pasa, que un artista no tiene que cobrar? ?Si es su forma de vida!
As¨ª que la libre circulaci¨®n de la cultura en Internet a usted le sugiere...
?Internet no es un campo creativo, solo es un campo de difusi¨®n! No es un campo de riqueza cultural. Que me digan una sola pel¨ªcula que haya salido de Internet propiamente dicho. Y luego est¨¢ el tema de qui¨¦n va a mandar en todo esto, claro.
?A saber?
Pues las compa?¨ªas telef¨®nicas. Desde que el se?or Graham Bell invent¨® el tel¨¦fono, hace ya siglo y medio, han sido solo transmisores de voz, pero resulta que ahora esas compa?¨ªas te venden unos aparatejos que son transmisores de voz... y de imagen. Y les hacen falta contenidos. Y solo les quedan dos posibilidades: o los compran o los fabrican. Pero cobrarlos te los cobran de una forma u otra, ?c¨®mo no te los van a cobrar?
Aparquemos tecnolog¨ªas y soportes y volvamos a Enrique Gonz¨¢lez Macho el personaje, el presidente de la Academia. ?Cu¨¢les son sus primeros referentes cinematogr¨¢ficos, sus primeras pistas de que quer¨ªa dedicarse a esto?
Es dif¨ªcil contestar, porque no tuve nunca ninguna vocaci¨®n por el cine, ni de ni?o quer¨ªa ser director, ni he tenido antecedentes en la familia, nada. Mi entrada en el mundo del cine fue puramente anecd¨®tica, puro azar, pero a partir de eso lo abandon¨¦ todo por el cine. Nunca he sido rat¨®n de cinemateca, tengo una memoria audiovisual p¨¦sima y nunca he sido mit¨®mano, cero.
Hombre, alguna debilidad oculta tendr¨¢ usted...
Bueno, me gustan m¨¢s unos actores que otros y unos directores que otros... pero me molesta mucho una cosa: la excesiva importancia que se concede a algunos profesionales del medio.
?A qu¨¦ o a qui¨¦n se refiere?
Cuando ves a esos cirujanos que operan a coraz¨®n abierto a un ni?o de d¨ªas, pues, en fin, que se ensalza demasiado determinadas profesiones, como esta del cine. ?Artistas? Artista era Christian Barnard cuando hizo el primer trasplante de coraz¨®n.
Creo que se empez¨® a ganar las lentejas ense?ando Madrid y Toledo a los turistas...
En los a?os sesenta, despu¨¦s de acabar los estudios en el Liceo Franc¨¦s, unos compa?eros y yo montamos una cosa que se llamaba CRUI (Club de Relaciones Universitarias Internacionales), que en el fondo era una agencia de viajes camuflada. ?ramos unos inconscientes. Ten¨ªamos 18 a?os y nos dedic¨¢bamos a sacar a espa?oles por el mundo. Una Semana Santa llevamos a 16.000 universitarios a Par¨ªs. Y cuidado, en esa ¨¦poca para un espa?ol ir a Par¨ªs era la hostia, ?eh? Cobr¨¢bamos 2.400 pesetas una semana todo incluido. Todo ten¨ªa trampa, claro.
?Y qu¨¦ hac¨ªan con la pasta?
Pues gan¨¢bamos mucha, pero como ¨¦ramos una asociaci¨®n cultural no nos la pod¨ªamos gastar, as¨ª que nos dedic¨¢bamos a patrocinar a grupos de teatro, como Los Goliardos, o a traer a cantantes franceses, o a montar excursiones, yo qu¨¦ s¨¦.
Y lleg¨®, para un rojo como usted, la experiencia en el Imperio Americano...
A ver, el CRUI ten¨ªa un bolet¨ªn, que era una mierda que hac¨ªamos en una multicopista vietnamita. Pero escrib¨ªa gente buena y ten¨ªa una difusi¨®n grande en la Universidad. Un buen d¨ªa me llamaron de la Embajada americana y me dijeron que si quer¨ªa ir a Am¨¦rica. Les dije: "S¨ª, claro, nos ha jodido". Me preguntaron qu¨¦ quer¨ªa conocer all¨ª. Como acababan de matar a Kennedy -era 1969-, yo puse que quer¨ªa conocer a Robert Kennedy, a Warren, el del informe Warren, y a Angela Davis, la del black power. Y quer¨ªa ir a la NASA, y conocer a una familia americana pudiente para ver c¨®mo viv¨ªan. Me lo concedieron todo. Y en octubre me fui para all¨¢ con un grupo de otras diez personas.
Vamos, un viaje a EE UU a la carta, para privilegiados.
Un viaje que aunque tuvieras mil millones no podr¨ªas hacer. Eso, un espa?olito de 20 a?os que no hab¨ªa salido de Burgos. Fui a la ONU, a la NASA, viv¨ª en casa del mayor empresario petrolero de Tejas, que ten¨ªa varios Mercedes de gas¨®leo. Y me nombraron ciudadano honorario de ese Estado.
Supongo que seguir¨¢ agradeci¨¦ndoles todo lo que hicieron por usted...
Ya, pues no, y en lugar de eso me dediqu¨¦ a ponerles a parir en un diario que editaba un tal Goyo y que era falangista y odiaba a los americanos. Y yo m¨¢s. Me ofrecieron la beca Fulbright. Y yo les dije que no iba a EE UU nunca m¨¢s porque era el n¨²cleo del capitalismo mundial. En fin...
Pero ?por qu¨¦ le eligieron a usted?
Bueno, porque ten¨ªamos cierta influencia en la Universidad y porque en aquellos a?os los americanos se dedicaban a invitar a grupos de europeos que cre¨ªan que en alg¨²n momento iban a ser las ¨¦lites de sus pa¨ªses, los dirigentes. As¨ª que f¨ªjate qu¨¦ ojo tuvieron conmigo...
?Qu¨¦ le dieron la educaci¨®n y la cultura francesas que recibi¨® en el Liceo Franc¨¦s de Madrid?
Pues lecturas que no eran posibles en la educaci¨®n espa?ola -Sartre, Camus, Simone de Beauvoir...- y una forma diferente de ver las cosas.
Diferente... ?c¨®mo?
No s¨¦. Era una libre ense?anza que te daba otra perspectiva. Y la gente sal¨ªa muy politizada. Y dir¨¢s: ?y qu¨¦ co?o tiene que ver esto con el cine?
Hombre... pues...
Es que en aquella ¨¦poca ten¨ªamos la oficina del CRUI en la productora de Jos¨¦ Mar¨ªa Elorrieta, el padre del director Javier Elorrieta. Y Jos¨¦ Mar¨ªa iba a rodar una pel¨ªcula en Portugal y nos pidi¨® organizarles el viaje. Y al llegar al rodaje result¨® que la script enferm¨®. Y me puse yo, sin tener ni pu?etera idea; claro, as¨ª estaba luego el raccord de la pel¨ªcula, que uno sal¨ªa en pijama y en la secuencia siguiente sal¨ªa en camis¨®n.
Y lo del cine le enganch¨®.
S¨ª... aquel rollo macabeo del cine, de c¨®mo se hac¨ªa una pel¨ªcula, me gust¨®. Y me qued¨¦, empec¨¦ a hacer otras con Elorrieta. Llegu¨¦ a jefe de producci¨®n, aunque los del Sindicato Vertical no me dieron el carnet.
?Por qu¨¦?
Hombre, supongo que porque no era yo precisamente de la tendencia ideol¨®gica del Sindicato Vertical. Aunque lo que dijeron fue que era demasiado joven. Y en esa ¨¦poca llegamos al cine una generaci¨®n en la que estaban Andr¨¦s Santana, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Rojo, Carlos Lorengo... gente que lleg¨¢bamos al cine y no rob¨¢bamos. ?Porque no sab¨ªamos, no porque no quisi¨¦ramos! El caso es que nos hicimos un poco con el cine espa?ol.
?Qu¨¦ tipo de pel¨ªculas hac¨ªan?
Mucho espagueti-western, cine de terror, comedieta... pero empec¨¦ a amar el cine. Y me di cuenta de que los mismos equipos que hac¨ªan esas pel¨ªculas hac¨ªan luego las de Bu?uel, las de Saura... o sea, que los profesionales de entonces se dedicaban con igual fervor, y poqu¨ªsimos medios, a hacer aquel cine tan denostado que a hacer Viridiana o Tristana.
Y as¨ª empez¨®... y ya no se fue.
Y as¨ª empec¨¦. Y como ya estaba casado y con hijos, pues ten¨ªa que hacer dos pelis a la vez, o tres a la vez, porque se ganaba una mierda, claro. Luego trabaj¨¦ bastante con Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez-Sinde, que me hizo descubrir otro tipo de cine. Y a los Huarte, unos productores y mecenas con una fundaci¨®n que proteg¨ªa a los artistas. Y all¨ª conoc¨ª a Jorge Grau, a Garci y a Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez, con quien hice mi primera pel¨ªcula como jefe de producci¨®n.
?Que fue cu¨¢l?
El love feroz. ?ramos todos primerizos. Garc¨ªa S¨¢nchez, yo, Antonio Gamero, Mario Pardo, Carmen Maura... ?y ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, que era una ni?a! Pero, eso s¨ª, ten¨ªamos dos figuras, que eran Concha Velasco y Jos¨¦ Sazatornil. Hablamos de 1973, ojo.
Y casi 40 a?os despu¨¦s, ?ha merecido la pena esto del cine?
S¨ª. Hay cosas que echo mucho de menos, pero hoy la verdad es que las circunstancias y las condiciones para rodar son infinitamente mejores. Se respeta m¨¢s a la gente que trabaja en esto. Hay m¨¢s dinero, m¨¢s medios y m¨¢s profesionales, no m¨¢s profesionalidad, que es distinto. Antes hab¨ªa m¨¢s ilusi¨®n. Y m¨¢s artesanos.
Hoy eso de 'los artesanos' es algo bastante denostado...
Me cabrea profundamente. Artesano siempre fue sin¨®nimo de calidad, de mimo, de algo bien hecho, con las manos. A m¨ª, que se use la palabra para degradar me jode mucho. Alcaine, Aguirresarobe, que eran y son genios de la fotograf¨ªa, son grandes artesanos.
Manoel de Oliveira, el patriarca portugu¨¦s del cine mundial, suele decir que se acab¨® el tiempo de los artesanos y que le parece un drama...
Yo tambi¨¦n. Creo que un buen t¨¦cnico va a trabajar igual de bien en un western de medio pelo que en el filme m¨¢s delicado y maravilloso.
Por culpa de todos, incluidos, y en gran medida, los medios, ese tejido de t¨¦cnicos, ayudantes, el¨¦ctricos, atrecistas, modistas, esa 'retaguardia de rodaje', ha sido ninguneado m¨¢s de la cuenta, ?no cree?
Claro. Es que es un tejido que la gente no sabe la importancia que tiene. Fue con todos ellos como empec¨¦ a amar este oficio. No sabes lo importante que puede llegar a ser un ayudante de c¨¢mara. Puede mejorar o destrozar una pel¨ªcula.
Si esa retaguardia es lo mejor..., ?qu¨¦ es lo peor del cine?, como industria quiero decir.
Pues ese sentimiento de muchos en este pa¨ªs convencidos de que en el cine todo el mundo gana lo que Javier Bardem. Que, dicho sea de paso, lo tiene merecido. O sea, ¨¦l ha llegado a estrella, ?no?, pues lo suyo le habr¨¢ costado. ?Co?o, ponte ante una c¨¢mara y llega t¨²!
Ya que lo cita, ?cu¨¢l cree que es el secreto de su fulgurante carrera?
Estar ah¨ª. Sobre todo, saber estar. Y tener mucho coco para tener claro lo que quiere hacer.
Es cierto que muchos en su situaci¨®n se han estrellado...
?Miles! Yo digo que esta profesi¨®n es un poco b¨ªblica, en el sentido de que son muchos los llamados y pocos los elegidos. Por ejemplo, para m¨ª el m¨¦rito incuestionable de Pedro Almod¨®var es que lleva treinta y tantos a?os ah¨ª arriba... ?cu¨¢ntos cineastas de su generaci¨®n siguen arriba? Y adem¨¢s, que ha sabido imponer en el mundo un cine que no es que sea espa?ol, ?es que es manchego! Y que en Jap¨®n aplaudan una pel¨ªcula manchega tiene su m¨¦rito.
Manchega... y ca?¨ª: flamenco, toros, sotanas de pueblo, colores chillones...
Ya, pero es que a veces no saca nada de eso y saca a una mujer tumbada en una cama y con eso triunfa. Y hace pel¨ªculas muy, muy espa?olas, pero la gente de fuera se r¨ªe toda. Que le pongan a la gente una pel¨ªcula muy finlandesa, a ver si se r¨ªe... Ese es su m¨¦rito y hay que reconoc¨¦rselo, y no soy especialmente almodovariano.
Volvamos a la Academia. ?C¨®mo va a arreglar esos "problemas de la Academia y del cine espa?ol" que cuando sali¨® elegido dijo que pensaba arreglar?
Cuidado, me deb¨ª de expresar mal. Nosotros no podemos arreglar los problemas porque no somos ni un sindicato ni un organismo p¨²blico ni legislativo ni nada de eso. Lo que s¨ª podemos es estudiar esos problemas, discutirlos, llegar a conclusiones y hacer propuestas. Porque aqu¨ª el peligro puede ser lo que ya pas¨® con Alex de la Iglesia, que la gente confund¨ªa el papel de una academia de cine con el de un ¨®rgano legislativo.
?Qu¨¦ novedades pondr¨¢ en marcha?
Hay que explicar y divulgar, porque a veces el mensaje no es correcto. Yo no puedo con la gente que pasa enseguida de lo particular a lo general, y suelta: "Como Bardem es muy rojo, el cine espa?ol es de rojos". Por favor, no confundamos las opiniones personales -y siempre libres y leg¨ªtimas- con las de todo un colectivo.
Ya, pero si el mensaje no es el correcto, alguna culpa tendr¨¢ tambi¨¦n la gente del cine, ?o no?
Eso es indudable, algo habremos hecho mal para que el p¨²blico tenga la opini¨®n que tiene.
En un momento dado, ?no se dio en el cine espa?ol una politizaci¨®n que no deber¨ªa haberse dado?
Lo asumo, es as¨ª. Nunca deber¨ªa haberse producido, aun respetando la opini¨®n de cada cual, y teniendo en cuenta que tampoco es deseable que todos pensemos lo mismo siempre, como borregos.
?Y ahora qu¨¦ pueden hacer ustedes, los del cine, para seducir al personal y cambiar la mala imagen del cine espa?ol?
Probablemente no se consiga cambiar. Y en todo caso ser¨¢ una tarea muy a largo plazo. Lo que s¨ª me gustar¨ªa es acabar con la frase "yo no voy a ver cine espa?ol porque es mal¨ªsimo"; pero, co?o, si no vas, ?c¨®mo sabes que es malo? Y defender¨¦ siempre cierto tipo de pel¨ªculas, aunque no entre nadie a verlas, porque el p¨²blico manda, pero no siempre tiene raz¨®n. Y el problema no es solo con el p¨²blico. Dentro del propio sector, la gente se ignora y hay una ignorancia mutua enorme. Cada uno va a lo suyo.
Como cada uno va a lo suyo, no tardar¨¢ usted en o¨ªr cr¨ªticas: que si el gran mercader del cine espa?ol ahora es adem¨¢s presidente, que si tal y cual...
Bueno, ese es un problema que voy a tener: que se entienda bien cu¨¢ndo act¨²o como presidente y cu¨¢ndo como due?o de Alta Films. Pero mira, tampoco tengo un contrato que me una a la Academia permanentemente, ni un cargo remunerado, y lo mismo que he llegado me puedo ir.
Ir... ?al Ministerio de Cultura, por ejemplo? Hay precedentes, como usted sabe.
?Qu¨¦?, ni hablar, yo no tengo demasiadas ambiciones, y mucho menos pretensiones pol¨ªticas.
Una pregunta ingenua: ?una Academia de Cine y un Ministerio de Cultura no deber¨ªan dedicarse a fomentar la afici¨®n de los j¨®venes, a exigir programas educativos sobre el cine en general, en vez de promocionar el espa?ol? ?Por qu¨¦ este nacionalismo cultural?
Por supuesto que tendr¨ªa que hacerse. Es reivindicaci¨®n hist¨®rica que en los colegios haya asignatura de cine. Los chavales no tienen educaci¨®n audiovisual. Y lo mismo que dan clase de dibujo, pues..., s¨ª, y de arte y literatura y m¨²sica, dir¨¢, pero el ministerio siempre contesta que el problema es de profesorado. No lo creo. Tampoco es cuesti¨®n de darles un m¨¢ster de imagen. Ni una hora de cine al d¨ªa, sino a lo mejor una a la semana, y eso es asumible.
Para quien a¨²n no lo entienda ni lo acepte: ofrezca una explicaci¨®n convincente de por qu¨¦ el Estado da dinero p¨²blico a los productores de cine para que -en resumidas cuentas- redondeen las cifras de su negocio...
Todas las cinematograf¨ªas que conozco est¨¢n subvencionadas... bueno, creo que la india no.
Hombre, la de EE UU tampoco parece...
Es la m¨¢s subvencionada del mundo.
?Puede explicarlo?
Tienen un amplio sistema de exenciones fiscales: si invierten en cine, no pagan impuestos. Es igual recibir dinero que no tener que pagarlo.
Ya, pero all¨ª hay un intercambio de intereses, se buscan recursos privados, se acude a las sociedades de capital riesgo... es un modelo abierto y liberal, y el espa?ol es cerrado y proteccionista...
Repito, Estados Unidos es absolutamente proteccionista con su industria cinematogr¨¢fica y la subvenciona a fondo.
Siempre en su versi¨®n m¨¢s original
Enrique Gonz¨¢lez Macho empez¨® a trabajar en la industria del cine con 20 a?os: fue t¨¦cnico en 60 pel¨ªculas. En 1969 cre¨® la productora Alta Films, desde la que potenci¨® el mercado de la versi¨®n original y las independientes. Productor de una veintena de t¨ªtulos (de 'Malena es un nombre de tango' a 'Te doy mis ojos'), exhibidor y distribuidor, fue premio Nacional de Cinematograf¨ªa 1997.
Como lleg¨® al cine por azar, su af¨¢n por divulgarlo entre los j¨®venes es grande: "Una de las cosas que quiero hacer es llevar ni?os al cine como actividad l¨²dica complementaria. Si en la sede de la Academia yo hago dos sesiones cada ma?ana, pues puedo meter 500 ni?os al d¨ªa a ver cine. Estoy dispuesto a hacerlo, ojal¨¢ cuente con la colaboraci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n".
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