Plan de ajuste, a?o uno
El Gobierno emprendi¨® en mayo de 2010 una senda de recortes y reformas cuyo balance resulta desigual e incompleto
Europa celebra su fiesta anual el 9 de mayo, una fecha que a partir de ahora ser¨¢ tambi¨¦n recordada junto al aniversario del rescate financiero a Grecia. Fue bien entrada la noche del domingo, en 2010, cuando, tras meses de intensas negociaciones con el Gobierno de Atenas y despu¨¦s de vencer no pocas resistencias de los Gobiernos de Berl¨ªn y Par¨ªs, la Uni¨®n Europea abordaba finalmente una de sus deficiencias de origen -"no hay un mecanismo de rescate porque ning¨²n pa¨ªs va a tener que ser rescatado dentro de la uni¨®n monetaria", se dec¨ªa hasta entonces- y pon¨ªa en marcha una hoja de ruta para los rescates de aquellos pa¨ªses de la eurozona al borde de la quiebra.
Tambi¨¦n se cumple ahora un a?o del d¨ªa en el que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero hizo p¨²blico el giro de 180 grados en su pol¨ªtica econ¨®mica y en lo que hab¨ªa sido su forma de encarar la crisis, bajo lo que Luis Garicano, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la London School of Economics, define como "una intensa presi¨®n de los mercados, de la Casa Blanca y de nuestros socios europeos". El Gobierno espa?ol, situado al borde del abismo, ced¨ªa a las presiones internacionales y pon¨ªa en marcha el mayor plan de ajuste de su historia reciente, con el que renegaba de las posiciones que hab¨ªa mantenido hasta entonces. El presidente del Gobierno lo reconoc¨ªa alg¨²n tiempo despu¨¦s, en el pleno del Congreso con el que pon¨ªa fin a sus seis meses como presidente de turno de la UE: "Cambi¨¦ de opini¨®n por las circunstancias, no por convicciones". Las circunstancias, por lo que parece, jugaron a favor de la econom¨ªa espa?ola.
"Sin m¨¢s medidas no se cumplir¨¢ el objetivo de d¨¦ficit", dice Pablo V¨¢zquez Las dudas sobre el sector financiero presionan al alza la prima de riesgo
Pocos esperan, a estas alturas, alguna reforma de calado del mercado laboral
Nadie puede saber qu¨¦ le hubiera pasado a Espa?a en caso de no haber adoptado aquel giro copernicano en la pol¨ªtica econ¨®mica, es solo una hip¨®tesis. Pero la experiencia que han vivido desde aquel mes de mayo los pa¨ªses que estaban bajo la lupa de los mercados marcan una pauta muy aproximada. "?bamos por una senda similar a la de Portugal, pero Espa?a reaccion¨® y tom¨® medidas", asegura Pablo V¨¢zquez, director de Fedea. "Probablemente, hubiera habido un rescate. El escenario nos hubiera situado m¨¢s cerca de Irlanda y Portugal que de Italia, que es donde estamos ahora", apunta desde Londres Antonio Garc¨ªa Pascual, analista para el sur de Europa de Barclays Capital. Otras fuentes acad¨¦micas subrayan las diferencias entre Espa?a y Portugal, su diferente estructura econ¨®mica, "pero seguro que estar¨ªamos al borde del rescate aunque no s¨¦ qu¨¦ consecuencias pol¨ªticas habr¨ªa tenido eso en el caso espa?ol", apuntan.
Con semejante punto de partida, el consenso generalizado es que "el balance neto es positivo pero no ¨®ptimo", como resume Garc¨ªa Pascual. Se han adoptado importantes medidas de consolidaci¨®n fiscal, se han planteado reformas en materia de pensiones y mercado de trabajo y se ha abordado una reforma del sistema financiero que habr¨ªa parecido imposible apenas dos a?os antes. Pero el saldo, claramente, no es uniforme. "Hay claras luces y sombras", aclara otro economista.
Uno de los cambios m¨¢s importantes tiene que ver con el ajuste fiscal, con los 15.000 millones de euros que el presidente del Gobierno se comprometi¨® a recortar en aquella hist¨®rica sesi¨®n parlamentaria del 12 de mayo de 2010. Para lograrlo, Zapatero no dud¨® en dar carpetazo a algunas de sus medidas estrellas (el cheque beb¨¦ de 2.500 euros para nuevos nacimientos), en bajar un 5% el sueldo de los funcionarios, congelar las pensiones, subir dos puntos el IVA, y m¨¢s tarde el impuesto sobre el tabaco, y en pegar un tajo de 6.000 millones a los planes de infraestructuras. Gracias a todo ello, el d¨¦ficit a finales de 2010 se redujo al 9,2% del PIB, dos puntos porcentuales por debajo del d¨¦ficit de un a?o antes y un objetivo mucho m¨¢s ambicioso que el fijado en enero de 2010 en el Programa de Estabilidad.
Ese resultado final oculta los problemas latentes. Los planes de ajuste aprobados hace un a?o por el Gobierno concentraban el mayor esfuerzo de consolidaci¨®n fiscal en 2010 en la Administraci¨®n central, mientras que ser¨¢n las comunidades aut¨®nomas las que tendr¨¢n que llevar a cabo en 2011 un recorte de gastos "sin precedentes", seg¨²n apunta el Observatorio Econ¨®mico de abril del servicio de Estudios del BBVA.
Pese a la crisis, el gasto de las comunidades aut¨®nomas sigui¨® creciendo en 2008 y en 2009. Solo en 2010, las regiones empezaron a ajustar las partidas de gasto aunque en conjunto registraron un d¨¦ficit del 3,4%, incumpliendo el objetivo del 3,1% acordado. Un esfuerzo mayor del Gobierno central permiti¨® cumplir el objetivo de d¨¦ficit p¨²blico para 2010, pero la meta del 6% para 2011 est¨¢ en el aire. "Sin medidas adicionales no se va a cumplir. El gasto de las comunidades aut¨®nomas est¨¢ desmadrado", sentencia Pablo V¨¢zquez. Para Fedea, la clave del gasto auton¨®mico pasa por implantar el copago en la atenci¨®n sanitaria y extender el copago al gasto farmac¨¦utico a las clases pasivas, pensionistas y jubilados. Todos los partidos, inmersos en la campa?a electoral, han mostrado su rechazo a la medida.
Con o sin copago sanitario, Stephen Deo, el economista jefe para Europa de UBS, tambi¨¦n coincide en que habr¨¢ que tomar medidas pronto. "El objetivo [del 6%] no es alcanzable con las actuales medidas. No obstante, lo mantenemos porque pensamos que se adoptar¨¢n planes correctivos. Una vez que pasen las elecciones regionales y locales del 22 de mayo, esperamos que se anuncien medidas adicionales, probablemente en junio".
Todo ello, a?ade Deo, siempre que el coste de la financiaci¨®n -actualmente en torno al 5,22% para los bonos a 10 a?os- se mantenga en un nivel "decente". "Si Espa?a se financia a un nivel decente, tiene todas las posibilidades de tener ¨¦xito en la estabilizaci¨®n [de la deuda p¨²blica]. Por el contrario, si el mercado le pide una prima de riesgo excesiva, el d¨¦ficit ser¨¢ dif¨ªcil de reducir y Espa?a tendr¨¢ que pedir ayuda externa".
Ese coste de financiaci¨®n depende, seg¨²n la mayor¨ªa de los analistas, de c¨®mo avance la reforma del sector financiero. Algunos expertos, como el profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Lovaina, Paul De Grauwe, se?alaba en un trabajo del pasado mes de abril -"La gobernanza de una fr¨¢gil eurozona"- que la prima de riesgo espa?ola estaba m¨¢s condicionada por su pertenencia a una uni¨®n monetaria que por la situaci¨®n de su sistema bancario y comparaba la situaci¨®n espa?ola con la de Reino Unido.
La principal duda de los mercados gira en torno al verdadero alcance del agujero inmobiliario en los balances de bancos y cajas. "Aunque se est¨¢n haciendo importantes cambios regulatorios, relacionados sobre todo con las cajas de ahorros, lo cierto es que no se est¨¢ siendo tan agresivo como se debiera con las entidades no viables. No se ha recapitalizado el sistema con prontitud y contundentemente. Es razonable que el Banco de Espa?a quiera implicar al sector privado pero va muy retrasado. Y el retraso en la recapitalizaci¨®n repercute en costes de financiaci¨®n m¨¢s elevados para la deuda soberana y las instituciones de cr¨¦dito", se?ala el analista de Barclays Capital.
El mundo acad¨¦mico coincide, b¨¢sicamente, en sus cr¨ªticas a la reforma. Que no se puede permitir, dicen, que los equipos directivos de las entidades intervenidas sigan en sus cargos ni que las cajas, a diferencia de los bancos, puedan cargar las p¨¦rdidas contra reservas y no contra resultados, lo que har¨ªa que muchas entraran en n¨²meros rojos y forzaran con ello su intervenci¨®n. Pero se?alan que "el problema est¨¢ acotado, que afecta como mucho a un tercio del sistema financiero espa?ol y que el coste es asumible". Equivalente a un 5% del PIB, seg¨²n sus c¨¢lculos. En todo caso, por encima de los 20.000 millones estimados por el Banco de Espa?a.
Otras fuentes, sin embargo, cuestionan la oportunidad de la reforma, el momento elegido. Consideran que en una coyuntura como la actual reducir el n¨²mero de entidades es una forma de reducir la disponibilidad de financiaci¨®n para empresas y familias y que eso explicar¨ªa el descenso del cr¨¦dito que se est¨¢ produciendo en la econom¨ªa espa?ola, como ha advertido esta misma semana el Banco de Espa?a, a diferencia de lo que sucede en el resto de las econom¨ªas europeas.
Los mayores elogios de economistas, profesores y analistas al giro dado hace un a?o a la pol¨ªtica econ¨®mica tienen que ver con la reforma del sistema de pensiones, con la que se ha elevado la edad de jubilaci¨®n a los 67 a?os -inamovible desde 1919 en los 65 a?os- y se ha ampliado a 25 a?os el periodo de c¨¢lculo para la base reguladora de la pensi¨®n. "Constituye un avance importante en el proceso de adaptaci¨®n del sistema p¨²blico de pensiones de jubilaci¨®n a la nueva realidad demogr¨¢fica", advierte Fedea en una primera valoraci¨®n de los cambios. "Lo m¨¢s importante es que se abre la puerta a futuras reformas que deber¨¢n constituir la base de un sistema p¨²blico de pensiones sostenible, equitativo y transparente para futuras generaciones", subrayan. Otro economista matiza la euforia. "Es sin duda la reforma que ha llegado m¨¢s lejos, pero con un rechazo social apabullante", dice. El temor de este experto es la falta de liderazgo "pol¨ªtico y social" que se percibe en la sociedad espa?ola, la resistencia a las reformas pese a la debilidad del crecimiento y la alta tasa de paro. "Corremos el riesgo de seguir el modelo italiano, de conformarnos con gestionar una miseria de crecimiento y acabar perdiendo competitividad y riqueza, lo que le ha sucedido a aquel pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada", remata con decepci¨®n.
Casi la misma que han suscitado los cambios en el ¨¢mbito laboral. Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, Florentino Felgueroso y Jos¨¦ Ignacio Garc¨ªa-P¨¦rez, de Fedea, concluyen que "el globo de la reforma laboral se ha desinflado sin apenas volar". El objetivo inicial de los cambios era combatir la dualidad laboral entre trabajadores con contratos fijos y temporales, pero en su informe los economistas se?alan que el porcentaje de los contratos para el fomento de la contrataci¨®n indefinida -con despido objetivo de 33 d¨ªas por a?o trabajado- es ya similar al registrado antes de la reforma.
M¨¢s a¨²n. Pese a la urgencia que podr¨ªa imponer una tasa de paro que ronda el 21% de la poblaci¨®n activa, dos de los pilares b¨¢sicos de la reforma aprobada en junio de 2010 a¨²n no han entrado en vigor. Por un lado, el reglamento que desarrolla las condiciones en las que el despido de un trabajador se limita a 20 d¨ªas por a?o trabajado en caso de que la empresa haya entrado en p¨¦rdidas o se haya reducido considerablemente sus beneficios, todav¨ªa no se ha desarrollado. Eso supone que los jueces carecen de respaldo jur¨ªdico suficiente para aplicarla y no lo est¨¢n haciendo. Por otro lado, el fondo austriaco de despido, un modelo en el que la prestaci¨®n por desempleo es personal e intransferible y que, en caso de no ser utilizado, se recibe ¨ªntegro en el momento de la jubilaci¨®n -lo que incentiva la b¨²squeda de empleo en caso de p¨¦rdida del puesto de trabajo-, a¨²n debe recibir el dictamen de una comisi¨®n de estudio, cuyo informe debe analizar despu¨¦s el Gobierno. Claro que, dicen desde Fedea, "dar este paso adicional no tiene mucho sentido si se mantiene la dualidad laboral entre fijos y temporales".
A estas alturas, ya casi nadie espera "ninguna reforma de calado" en lo que respecta a la negociaci¨®n colectiva, analiza otro experto laboral, pese a que parec¨ªa uno de los grandes pilares de la reforma laboral. Y eso que sindicatos y empresarios llevan meses discutiendo una reforma sobre la que mantienen posiciones enfrentadas y que ya ha agotado dos veces el plazo dado por el Gobierno.
Pese a las nuevas tensiones financieras que apuntan hacia el verano, los analistas descartan otro impulso reformista con medidas de calado por parte del Gobierno antes de las pr¨®ximas elecciones generales, que se celebrar¨¢n en los pr¨®ximos nueve meses. El plan de reformas que aprob¨® el Consejo de Ministros hace poco m¨¢s de una semana les dar¨ªa la raz¨®n. "Este a?o ha sido bastante mejor que los seis anteriores. Antes no se hablaba de reformas y se ha dado la vuelta a esa situaci¨®n. Pero si alguien piensa que con lo hecho hasta ahora ya nos hemos salvado definitivamente, est¨¢ muy equivocado", concluye Pablo V¨¢zquez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.