La hora de la verdad
PIEDRA DE TOQUE. La sucia campa?a contra Ollanta Humala de los partidarios de Keiko Fujimori hace temer lo que podr¨ªa ocurrir si la dictadura fuji-montesinista recuperara en la segunda vuelta el poder en Per¨²
Aunque no soy creyente, tengo muchos amigos cat¨®licos, sacerdotes y laicos, y un gran respeto por quienes tratan de vivir de acuerdo con sus convicciones religiosas. El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, en cambio, me parece representar la peor tradici¨®n de la Iglesia, la autoritaria y oscurantista, la del Index, Torquemada, la Inquisici¨®n y las parrillas para el hereje y el ap¨®stata, y su reciente autodefensa, Los irrenunciables derechos humanos, publicada el 1 de mayo en Lima, justifica todas las cr¨ªticas que en nombre de la democracia y los derechos humanos recibe con frecuencia y, principalmente, de los sectores cat¨®licos m¨¢s liberales.
En su texto, desmiente que dijera jam¨¢s que "los derechos humanos son una cojudez" (palabrota peruana equivalente a la espa?ola gilipollez) y afirma que, en realidad, a quien aplic¨® tal groser¨ªa fue s¨®lo a la Coordinadora de Derechos Humanos, una instituci¨®n dirigida por una ex religiosa espa?ola, Pilar Coll, que durante los a?os de las grandes matanzas perpetradas por la dictadura fujimorista llev¨® a cabo una admirable campa?a de denuncia de los cr¨ªmenes, torturas y desapariciones que se comet¨ªan con el pretexto de la lucha contra Sendero Luminoso. (La Comisi¨®n de la Verdad, que presidi¨® el ex rector de la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Per¨², Salom¨®n Lerner, ha documentado estas atrocidades).
Extraordinaria paradoja: con tal de evitar la llegada del socialismo, que venga el fascismo
El cardenal Cipriani desmiente, adem¨¢s, que durante la dictadura hubiera guardado silencio frente a uno de los cr¨ªmenes colectivos m¨¢s abyectos cometidos por Fujimori y sus c¨®mplices: la esterilizaci¨®n, mediante enga?os, de unas 300.000 campesinas a las que, por orden del dictador, los equipos del Ministerio de Salud ligaron las trompas o castraron, asegur¨¢ndoles que se trataba de simples vacunas o de una medida que s¨®lo temporalmente les impedir¨ªa concebir. ?C¨®mo es que nadie se enter¨® en el Per¨² de que el arzobispo hab¨ªa encontrado reprobables estos atropellos? Porque en vez de protestar p¨²blicamente ?se limit¨® a hacerlo en privado, es decir, susurrando con discreci¨®n su protesta en el pabell¨®n de la oreja del dictador!
El cardenal no suele ser tan discreto cuando se trata de protestar contra los preservativos y no se diga el aborto, o, para el caso, contra quienes en esta segunda vuelta de las elecciones peruanas apoyamos a Ollanta Humala. Por ejemplo, por haberlo hecho yo, me ha amonestado de manera estent¨®rea y nada menos que desde el p¨²lpito de la catedral de Lima, durante un oficio. Me ha pedido "m¨¢s seriedad" y ha clamado que c¨®mo me atrevo a dar consejos por qui¨¦n votar a los peruanos. El cardenal est¨¢ nervioso y olvida que todav¨ªa hay libertad en el Per¨² y que cualquier ciudadano puede opinar sobre pol¨ªtica sin pedirle permiso a ¨¦l ni a nadie. (Claro que las cosas cambiar¨¢n si sale elegida la se?ora Fujimori, la candidata a la que ¨¦l bendec¨ªa en aquel mismo oficio en el que me prohib¨ªa opinar).
No s¨®lo el arzobispo de Lima se excede en estos d¨ªas de campa?a y guerra sucia en el Per¨². Una connotada fujimorista, tambi¨¦n del Opus Dei, como monse?or Cipriani, Martha Ch¨¢vez, ha amenazado p¨²blicamente al presidente del Poder Judicial, el doctor C¨¦sar San Mart¨ªn, eminente jurista que presidi¨® el Tribunal que conden¨® a 25 a?os de c¨¢rcel a Fujimori por cr¨ªmenes contra los derechos humanos, con esta frase prof¨¦tica: "Tendr¨¢ que responder en su momento".
Pero acaso lo m¨¢s inquietante sean los intentos de purgar a los medios de comunicaci¨®n, principalmente los canales de televisi¨®n, de periodistas independientes y probos, que se resisten a convertirse en propagandistas de la candidatura de la hija del ex dictador. El caso m¨¢s sonado ha sido el de Patricia Montero, productora general, y Jos¨¦ Jara, productor de un noticiero, ambos del Canal N, despedidos, seg¨²n ha denunciado la primera de ellos, porque los directivos estimaron que hab¨ªan "humanizado" al candidato Humala en los boletines (?pretend¨ªan que lo animalizaran, m¨¢s bien?). Estos despidos han provocado una verdadera tempestad de cr¨ªticas, entre ellas de los m¨¢s prestigiosos periodistas del propio Canal N, en defensa de sus colegas, y amenazas de renuncias masivas en caso de que contin¨²e la caza de brujas. Lo cual parece haber paralizado por el momento el despido de la prestigiosa y experimentada periodista del Canal 4, Laura Puertas, a quien se reprocha tambi¨¦n, por lo visto, padecer de total ineptitud para el servilismo.
Finalmente, una denuncia publicada el mi¨¦rcoles 4 de mayo en el diario La Primera, que dirige C¨¦sar L¨¦vano, precisa que el gobierno, apoyado por empresarios mineros, habr¨ªa encargado a los servicios de inteligencia del Estado un Plan S¨¢bana, destinado a destruir la campa?a de Ollanta Humala con los m¨¦todos delictuosos -espionaje telef¨®nico, operaciones calumniosas y escandalosas filtradas a la prensa para minar su prestigio y el de su entorno familiar utilizando mercenarios y provocadores- con que, en 1990, el gobierno conspir¨® contra m¨ª cuando yo fui candidato a la Presidencia. La denuncia proviene, al parecer, de militares y civiles del servicio de inteligencia indignados de que se los utilice para fines pol¨ªticos ajenos a su misi¨®n espec¨ªfica.
Todo esto merece una reflexi¨®n. Si estas cosas comienzan a ocurrir ahora, en plena campa?a electoral, ?no es f¨¢cil imaginar lo que suceder¨ªa en el caso de que la se?ora Fujimori ganara las elecciones y la dictadura fuji-montesinista recuperara el poder oleada y sacramentada por los votos de los peruanos? Los periodistas decentes y responsables expulsados de sus puestos no ser¨ªan cinco (tambi¨¦n han sido despedidos tres de Radio L¨ªder, Arequipa) sino decenas, y las radios, los canales y los peri¨®dicos convertidos, como lo estuvieron durante los ocho a?os de oprobio que vivi¨® el Per¨², en ¨®rganos de propaganda encargados de justificar todas las tropel¨ªas y tr¨¢ficos del poder y de cubrir de injurias y calumnias a sus cr¨ªticos. No s¨®lo el doctor C¨¦sar San Mart¨ªn ser¨ªa v¨ªctima de su probidad y entereza magisterial. Todo el Poder Judicial se ver¨ªa una vez m¨¢s sometido a una criba implacable para apartar de sus cargos, o reducirlos a la total inoperancia, a los jueces que se resistieran a ser meros instrumentos d¨®ciles del gobierno. Reparticiones p¨²blicas, Fuerzas Armadas, empresas privadas, ser¨ªan, otra vez, incorporadas al sistema autoritario para que, de nuevo, el pa¨ªs entero quedara a merced del pu?adito de forajidos que, entre los a?os 1990 y 2000, perpetr¨® el m¨¢s espectacular saqueo de las arcas p¨²blicas y los m¨¢s horrendos cr¨ªmenes contra los derechos humanos de nuestra historia.
Quienes quieren semejante futuro para el Per¨² no son muchos, pero s¨ª son poderosos y, como est¨¢n asustados con la perspectiva de que Humala gane las elecciones y cometa los desafueros y horrores de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela, est¨¢n dispuestos a cualquier cosa con tal de asegurar el triunfo de Keiko Fujimori. Extraordinaria paradoja: con tal de evitar el socialismo, que venga el fascismo. ?Y todo eso, en nombre de la libertad, de la democracia y del mercado libre!
En verdad, la disyuntiva que tiene por delante el Per¨² en las elecciones del 5 de junio pr¨®ximo, es la de salvaguardar la imperfecta democracia pol¨ªtica que tenemos desde hace 10 a?os y una pol¨ªtica de mercado y de apertura al mundo que ha hecho crecer nuestra econom¨ªa de manera notable, o volver a un r¨¦gimen dictatorial que, guardando ciertas formas institucionales, restablecer¨ªa en el gobierno a quienes, en complicidad con Fujimori y Montesinos, destruyeron el Estado de derecho, se enriquecieron cometiendo las m¨¢s descaradas piller¨ªas y durante ocho a?os perpetraron horrendos cr¨ªmenes con el pretexto de combatir la subversi¨®n. A mi juicio en semejante disyuntiva la peor opci¨®n es Keiko Fujimori.
Ollanta Humala ha hecho un "Compromiso con el Pueblo Peruano" que conviene tener muy presente, no s¨®lo a la hora de votar por ¨¦l, sino sobre todo una vez que acceda al gobierno, para record¨¢rselo cada vez que parezca apartarse de alguna de sus promesas. No habr¨¢ reelecci¨®n. Se cumplir¨¢ con los tratados firmados, no habr¨¢ estatizaciones, se respetar¨¢ el derecho de propiedad y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs), la lucha contra la corrupci¨®n ser¨¢ implacable, habr¨¢ una pol¨ªtica de apoyo social sostenida, sobre todo en los campos de la educaci¨®n y la salud p¨²blica, para los sectores m¨¢s desfavorecidos, as¨ª como est¨ªmulos y facilidades para la formalizaci¨®n de las empresas. El respeto al pluralismo informativo, a la independencia de la prensa y al derecho de cr¨ªtica ser¨¢ total. Estos puntos han sido expresados, adem¨¢s, de viva voz, en las reuniones que ha celebrado el candidato con la confederaci¨®n de empresarios y las asociaciones de prensa. Todo esto es perfectamente compatible con la democracia y con las pol¨ªticas de mercado vigentes y tiende a perfeccionarlas, no a recortarlas ni menos suprimirlas. No s¨®lo depende de la voluntad de Ollanta Humala que este compromiso se cumpla. Depende, sobre todo, de que quienes lo apoyemos en la elecci¨®n del 5 de junio dejemos claro que es a estas pol¨ªticas a las que damos nuestro apoyo y que nos mantendremos firmes exigiendo su cumplimento.
? Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PA?S, SL, 2011. ? Mario Vargas Llosa, 2011.
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