"Humanizo al Papa, y eso es lo que no acepta la Iglesia cat¨®lica"
La vida puede ser m¨¢s f¨¢cil para todos si Nanni Moretti (Roma, 1953) sonr¨ªe. Y hoy le toca. Sentado en la terraza de una suite, solo pide cambiar de sitio al periodista para que ¨¦l tenga el sol, y La Croisette, a sus espaldas. Un toldo acaba por resolver ulteriores problemas y el eterno arisco se zambulle muy tranquilo en el oc¨¦ano de la pol¨ªtica, la religi¨®n y el cine. Su Habemus Papam, la historia de un santo padre, el cardenal Melville, que no sabe si quiere ejercer su cargo, concursa por una Palma de Oro que el cineasta ya gan¨® con La habitaci¨®n del hijo. Abajo, muy abajo, centenares de mirones a la b¨²squeda de Johnny Depp colapsan las calles. Durante el fin de semana Cannes deviene en hormiguero. Arriba, Moretti solo ve nubes. Es el instante perfecto para hablar de fe.
"Por suerte, cuando vi 'El discurso del rey' ya era tarde para cambiar nada"
"?C¨®mo puede ser que los italianos permiti¨¦ramos a Berlusconi?
Pregunta. En la rueda de prensa record¨® la famosa cita de Bu?uel: "Soy a¨²n ateo gracias a Dios". ?Pens¨® mucho en Bu?uel mientras preparaba su pel¨ªcula?
Respuesta. Me sirvi¨® para comparar las diferencias que pueden existir al encarar la Iglesia cat¨®lica en una pel¨ªcula, y que van desde la postura de Passolini a la de Bu?uel. Reconozco que escribiendo Habemus Papam volv¨ª a revisar El discreto encanto de la burgues¨ªa y La v¨ªa l¨¢ctea. Pero mi iron¨ªa es muy distinta, especialmente en comparaci¨®n con Bu?uel.
P. ?C¨®mo es su relaci¨®n actual con la Iglesia cat¨®lica?
R. No existe. Cuando la Iglesia interviene en la pol¨ªtica italiana no entra a saco, pero los pol¨ªticos italianos se convierten en seres nerviosos. Es una influencia exagerada. Nosotros albergamos geogr¨¢ficamente un Estado extranjero que tiene muchas opiniones propias.
P. Los peri¨®dicos italianos han publicado algunas cartas de vaticanistas atacando su pel¨ªcula. ?Cu¨¢l es su respuesta?
R. Se refiere a Salvatore Izzo, ?verdad? Lo primero, es falso que este tipo de pol¨¦micas beneficien a la pel¨ªcula, porque acabas hablando de otra cosa. Fue una carta publicada en un diario cat¨®lico... Los integristas son muy divertidos: Izzo invitaba al p¨²blico a boicotear mi filme sin haberlo visto, que los lectores confiaran en ¨¦l y no en los cr¨ªticos cat¨®licos que la hab¨ªan visto y dec¨ªan que no ten¨ªa nada malo.
P. En Cannes le han reprochado no ser m¨¢s cr¨ªtico con la Iglesia cat¨®lica.
R. Es mi pel¨ªcula y hago lo que quiero. Habemus Papam no es un filme de denuncia social, que es un g¨¦nero que se hace para que el p¨²blico descubra algo y sea consciente de un problema. Yo quer¨ªa sorprender de otra manera. Humanizo el c¨®nclave y al Papa, y sospecho que eso es lo que no acepta la Iglesia cat¨®lica.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® al ver El discurso del rey? Los paralelismos son m¨²ltiples y evidentes.
R. Por suerte, ya estaba rematando mi trabajo. Demasiado tarde para cambiar.
P. ?Es cierto que en realidad se siente m¨¢s identificado con ese Papa dubitativo que encarna Michel Piccoli que con el psicoanalista que usted mismo interpreta?
R. S¨ª, esos miedos se acercan m¨¢s a m¨ª. Es gracioso, cuando era joven era m¨¢s seguro y confiado.
P. ?De verdad querr¨ªa tener fe?
R. Pienso que en algunos momentos de la vida tener fe ayuda. Mi padre dec¨ªa que era fascinante y dif¨ªcil vivir respetando a los otros, siendo fiel a tus principios sin que haya un premio al final como recompensa. En Italia hay asociaciones de ateos que te, c¨®mo decirlo, desbautizan, y es una simetr¨ªa rid¨ªcula que les iguala a los del otro lado.
P. ?Tiene alguna esperanza en en la situaci¨®n pol¨ªtica de Italia o est¨¢ desilusionado?
R. [Piensa un rato y empieza una larga respuesta] Ma?ana [por hoy para el lector] se eligen alcaldes en Mil¨¢n, N¨¢poles, Tur¨ªn y otras ciudades. N¨¢poles pasar¨¢ de ser gobernado por la izquierda a la derecha; en Mil¨¢n la cosa est¨¢ interesante. Creo que la derecha, despu¨¦s de muchos a?os, perder¨¢ las elecciones y se abrir¨¢ un periodo re?ido que lleve a elecciones generales anticipadas. E incluso puede que gane la izquierda. Sin embargo, en Italia ya ha pasado de todo, y todo es posible porque la mentalidad ha cambiado mucho en estos a?os. ?C¨®mo puede ser que permiti¨¦ramos una aventura pol¨ªtica como la de Berlusconi? Hoy, para un chaval de 20 a?os, incluso de 30, es normal que alguien as¨ª dirija la naci¨®n. Porque es lo ¨²nico que han visto, han crecido con Berlusconi ah¨ª. Y encima les parecer¨¢ normal que el Gobierno califique como c¨¢nceres a jueces que se han jugado la vida d¨ªa a d¨ªa luchando contra la Mafia. O que a fuerza de repetir mentiras el p¨²blico se crea que son verdad. Solo en Italia es posible escuchar cosas como "Estos no van a robar porque ya son ricos". ?Qu¨¦ es eso? O que se vote en nombre del anticomunismo. Por Dios, ?ya ni existe el bloque sovi¨¦tico! Cuando la izquierda ataca a la derecha, ellos les responden que son extremistas. Falso, el extremista es Berlusconi. Parece incre¨ªble que a Berlusconi nadie de su partido, nunca, jam¨¢s, le haya corregido lo m¨¢s m¨ªnimo. L¨®gico, no es un partido pol¨ªtico, es un partido personalista.
Los pont¨ªfices
- En Habemus Papam los medios de comunicaci¨®n son comparsas de un espect¨¢culo en el que un cardenal, Melville -referencia directa a Bartleby, el escribiente-, duda en participar. "Piccoli puede que sea mejor santo padre que Ratzinger, pero este ha llegado despu¨¦s que Juan Pablo II, que luc¨ªa mejor en la tele. No creo que Wojtyla fuera m¨¢s progresista", dice Moretti. "Pablo VI era un intelectual atormentado, Juan XXIII era un p¨¢rroco de pueblo, Wojtyla un deportista polaco... Y estoy seguro de que a todos les entr¨® un tembleque cuando les eligieron".
Babelia
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