Otro salto adelante de CIE Automotive

Muchos eran los que pensaban, a mediados de los a?os noventa, que inventar algo nuevo en un sector tan maduro como la industria auxiliar del autom¨®vil era poco menos que una fantas¨ªa. Pese a eso, Anton Pradera, fundador y presidente de CIE Automotive, s¨ª ten¨ªa en mente un nuevo modelo de negocio para el sector, que puso en marcha en 1996. Tres lustros despu¨¦s, el resultado parece m¨¢s que satisfactorio: los 24 millones de euros que facturaba Ega?a (el origen del grupo) entonces se han convertido en 1.591 millones en el 2010, sesenta veces m¨¢s.

"La idea que ten¨ªamos", explica Pradera, "era actuar como elemento de concentraci¨®n de un sector muy atomizado, compuesto por peque?as empresas, abocadas, pues, a una crisis de competitividad y que carec¨ªan de los instrumentos t¨ªpicos de una gran compa?¨ªa".

La empresa prepara su nueva expansi¨®n en pa¨ªses como Rusia e India

Las ventas en 2011 pueden acercarse a los 2.000 millones de euros

El esquema ha ido tan bien que, desde 1996, CIE ha comprado m¨¢s de 40 firmas en Espa?a y varios pa¨ªses del mundo. Pradera ech¨® a andar con Ega?a, una empresa de estampaci¨®n, que compr¨® junto con a otros socios, a la que sigui¨® casi inmediatamente una serie de adquisiciones de empresas similares, propiedad, en general, de empresarios hechos a s¨ª mismos y que se acercaban a la jubilaci¨®n. "?bamos a hablar con ellos y les ofrec¨ªamos crear un grupo en el que se conservase todo lo bueno de sus empresas y a lo que a?ad¨ªamos cuatro o cinco cosas de multinacional, lo que nos iba a permitir mejorar la eficiencia, reducir costos y expandirnos a nivel internacional".

CIE ha tratado de mantener la cultura y los equipos de las empresas compradas, un sistema que permite crecer m¨¢s r¨¢pido, ya que le evita tener que dedicar capacidad gestora a cada uno de los proyectos. Como contrapartida, desde el grupo se les facilitan los servicios de que carec¨ªan. "Les damos", explica el empresario, "I+D, ingenier¨ªa centralizada, servicios de calidad o apoyo financiero y para exportar".

La capacidad de implantaci¨®n internacional del grupo, que despu¨¦s de Espa?a se desarroll¨® sucesivamente en Europa, Latinoam¨¦rica y luego Europa del Este, est¨¢ fuera de cuesti¨®n. Con 65 f¨¢bricas y 12.500 trabajadores en tres continentes, el a?o pasado, la facturaci¨®n fuera de Espa?a se acerc¨® al 75%. La presencia es muy fuerte en Latinoam¨¦rica, especialmente en M¨¦xico y Brasil. En este pa¨ªs, la cifra de negocio de su filial local, Autometal, ha facturado en el primer trimestre en torno al 49% de toda el ¨¢rea de automoci¨®n del grupo.

Pradera explica que las compras, a trav¨¦s de joint ventures al 50% (que luego se adquieren l 100%), han salido baratas, de ah¨ª el bajo endeudamiento, 506 millones de euros a 31 de diciembre, 2,6 veces el beneficio bruto de explotaci¨®n (Ebitda). "Todo ha sido por autogeneraci¨®n", explica. "Casi todo se ha pagado con los recursos generados". La empresa presume, adem¨¢s, de unos costes operativos m¨¢s ajustados que los de otras empresas de su sector, lo que se explica por el alto nivel de descentralizaci¨®n. "Adem¨¢s de que cada planta", dice el empresario, "funciona como una unidad de negocio, tenemos poca estructura central, lo que supone un ahorro y nos da m¨¢s flexibilidad para adaptarnos al contexto".

Quiz¨¢ ello explique que la empresa haya atravesado la crisis sin grandes percances. Pese a que su cifra de negocio del 2009 se hundi¨® un 21% (de 1.455 a 1.149 millones de euros), la empresa logr¨® cerrar con beneficios (11,1 millones). "Y eso", recuerda Pradera, "que tuvimos ese a?o dos trimestres casi con la mitad de negocio del a?o anterior". Pero todo hubiera sido peor de no haber sido por la fuerte exposici¨®n a Latinoam¨¦rica, un ¨¢rea que resisti¨® los problemas y que est¨¢ creciendo aceleradamente, lo que lleva a Pradera a dictaminar que "la crisis ha terminado para nosotros. Estamos preparados para volver a crecer a ritmos similares a los de antes de 2009 y volver a doblar la facturaci¨®n en los pr¨®ximos a?os".

Dadas las cifras del primer trimestre, es posible que el grupo acabe 2011 con ventas cercanas a los 2.000 millones. La cifra de negocio creci¨® un 26,8% de enero a marzo, de 385 a 489 millones. "De ese aumento", apunta el presidente, "solo 30 millones vienen de la integraci¨®n de Dominion, la filial de servicios tecnol¨®gicos: el resto es crecimiento org¨¢nico". Estos resultados no sorprenden a Pradera. "Nacimos con vocaci¨®n de crecimiento. Si no avanzamos a tasas de dos d¨ªgitos es que algo va mal". Esta vocaci¨®n de crecimiento le ha llevado al grupo a comprar Bionor en el 2006, una empresa de producci¨®n y venta de biocombustibles.

De todos modos, ahora queda pendiente la mejora de la rentabilidad. Pese a que la facturaci¨®n ha crecido, los beneficios del ¨²ltimo a?o son inferiores a los de hace cuatro ejercicios, lo que Pradera explica por los costes de reestructuraci¨®n derivados de la crisis, cargados en 2010. "Este a?o alcanzaremos la normalidad".

Latinoam¨¦rica seguir¨¢ como el gran motor para la compa?¨ªa bilba¨ªna. La idea es invertir ah¨ª (b¨¢sicamente, en Brasil y M¨¦xico) unos 430 millones de euros en el aumento de capacidad industrial, que ahora mismo, explica, est¨¢ ya utilizada casi al ciento por ciento, especialmente en Brasil. Parte de ese dinero se utilizar¨¢ en la construcci¨®n de nuevas plantas (para las filiales ya existentes), y otra parte, en comprar nuevas empresas. "Solemos crecer org¨¢nicamente un 50%, y v¨ªa adquisiciones, otro 50%". Europa dar¨¢ tambi¨¦n buenas noticias. Pradera espera un repunte de la fabricaci¨®n de coches en la zona, lo que generar¨¢ un aumento de las ventas del 30%. Adem¨¢s, "al estar las plantas funcionando por debajo de su capacidad, no tendremos que hacer grandes inversiones".

Los planes de Pradera no se agotan con estas dos zonas. CIE prepara una vuelta de tuerca en su expansi¨®n con la entrada en pa¨ªses como Rusia, Turqu¨ªa, China e India. Rusia, donde firm¨® hace tres a?os un acuerdo con Avtokom, en el que tiene el 30%, es, entre los nuevos proyectos expansi¨®n geogr¨¢fica, el m¨¢s avanzado. La idea es aumentar la participaci¨®n, e incluso sacarlo a Bolsa, como hizo con Autometal en Brasil. "Queremos", dice, "llevar a cabo una reconversi¨®n de la empresa rusa y ampliar su capacidad desde las dos plantas actuales (600 trabajadores) hasta cinco (2.000 trabajadores) a final de a?o".

Turqu¨ªa y China se le est¨¢n resistiendo. El primer pa¨ªs, porque las operaciones salen muy caras, y el segundo, porque no han logrado tener un socio estable. Pero el empresario no alberga la menor duda de que, al final, se saldr¨¢ con la suya en China. Y en Turqu¨ªa. Y tambi¨¦n que, si bien los grandes crecimientos, de momento, seguir¨¢n llegando de Latinoam¨¦rica y Europa, "las grandes alegr¨ªas nos llegar¨¢n, dentro de tres o cuatro a?os, de Asia".