Democracia real ya
Desde hace unos d¨ªas, la Puerta del Sol ya no es el centro de la ciudad, sino el centro de los ciudadanos: es decir, algo m¨¢s parecido a un coraz¨®n que a una plaza. El Movimiento 15 de Mayo, que es como tal vez se va a recordar para siempre esta rebeli¨®n pac¨ªfica que las fuerzas del orden parecen intentar convertir en un caos, es un ya est¨¢ bien, un hasta aqu¨ª hemos llegado del que lo ¨²nico dif¨ªcil de entender es que haya tardado tanto en llegar. ?Por qu¨¦ aguantamos tanto la dictadura de los siniestros mercados, cuya ¨²nica funci¨®n es conseguir que la mayor¨ªa de nosotros viva con estrecheces o directamente sin nada para que tipos como el presidente del Fondo Monetario Internacional, detenido en Nueva York presuntamente por agredir a una camarera de su hotel, duerman en habitaciones de 3.000 euros la noche? Claro que ese hombre demuestra que por muy alto que uno llegue nunca estar¨¢ por encima de sus bajos instintos; pero tambi¨¦n alguna cosa m¨¢s: representa la clase de personas que dirigen el mundo.
Los ciudadanos parecen haberse acordado de que tienen el derecho de no estar de acuerdo
"La clase de personas, de hecho, contra las que hay que salir a la calle a decir basta", dice Juan Urbano, que como habr¨¢n intuido es uno de los manifestantes de la Puerta del Sol, uno de esos a los que rodean docenas de coches patrulla y agentes de polic¨ªa igual que si las autoridades los consideraran el enemigo. Se equivocan, porque esto no es una invasi¨®n sino un acto de resistencia, no es una renuncia a la pol¨ªtica sino su reivindicaci¨®n: una pol¨ªtica que recuerde que su objetivo debe de ser mejorar nuestras vidas y que no olvide que podemos ser mano de obra, pero no somos bestias de carga.
El poeta Vladimir Holan, famoso por la forma en que guard¨® silencio durante d¨¦cadas para poder seguir diciendo lo que quer¨ªa, al encerrarse en su casa de Praga a escribir lo que el r¨¦gimen totalitario que sufr¨ªa su pa¨ªs jam¨¢s le hubiera permitido publicar, dijo que "nunca hay que mezclar los recuerdos con las esperanzas", y Juan Urbano y yo creemos que se equivocaba en las dos cosas, qued¨¢ndose en casa y llegando a la conclusi¨®n de que se puede avanzar sin mirar atr¨¢s. Aqu¨ª y ahora estamos viendo justo lo contrario, a unos ciudadanos que de pronto parecen haberse acordado de que las calles son suyas, de que tienen el derecho de no estar de acuerdo y la ilusi¨®n de cambiar las cosas: hay que derrocar la tiran¨ªa del dinero y estar seguros de que, como dice Juan Urbano, si dejamos de seguir a los flautistas de Hamelin dejaremos de ser ratas y volveremos a ser personas.
El Movimiento 15 de Mayo es sin duda mucho m¨¢s peque?o que sus enemigos, pero no tiene por qu¨¦ ser m¨¢s d¨¦bil, y de hecho su tama?o ser¨¢ directamente proporcional a la fuerza que se emplee contra ¨¦l.
Las personas que se convocan unas a otras mand¨¢ndose mensajes a trav¨¦s del m¨®vil son cada vez m¨¢s y las elecciones est¨¢n muy cerca, lo suficiente como para que a muchos se nos ocurra que a lo mejor millones de votos en blanco podr¨ªan decirlo todo. Juan Urbano y yo pensamos volver a la Puerta del Sol el viernes. "Nos van a o¨ªr", me dice. "Esa gente que nunca escucha, nos va a tener que o¨ªr". Ojal¨¢ tenga raz¨®n, porque Democracia Real Ya es un lema al que apetece a?adirse: a veces no hay nada m¨¢s hermoso que cantar rodeado de polic¨ªas antidisturbios.
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