"Busco a mi hermano mellizo. ?Podr¨ªas ser t¨²?"

"T¨² eres impresionable. Te va a afectar. Tienes a tu ni?a, a tu mujer... Es mejor que no lo veas. Est¨¢ deformado, te va a marcar para siempre. Hazme caso. Nosotros ya nos encargamos de todo". Y Luis Vega obedeci¨® a aquel m¨¦dico. Hoy se arrepiente.

Era 20 de noviembre de 1977. Un matrimonio joven fue a la Cl¨ªnica Nuestra Se?ora del Rosario de Madrid para tener a su segundo hijo. El parto les dio una sorpresa: ven¨ªan dos, ni?o y ni?a, mellizos. "Mi abuela, que hab¨ªa sido matrona en su pueblo, se pas¨® todo el embarazo dici¨¦ndole a mi madre que llevaba dos beb¨¦s porque ten¨ªa la barriga muy alta. 'Pero qui¨¦n va a saber m¨¢s, ?usted o yo, que soy el m¨¦dico? le dec¨ªa, pero result¨® que ten¨ªa raz¨®n", relata Ana, la ni?a nacida aquel 20 de noviembre. "El ni?o", prosigue su padre, Luis, "naci¨® muerto. Eso fue lo que me dijeron los m¨¦dicos. Y yo me lo cre¨ª porque la palabra de un m¨¦dico entonces, al menos para m¨ª, iba a misa".

Los doctores convencieron a Luis Vega de que ocultara a su esposa que hab¨ªa tenido dos beb¨¦s y que uno hab¨ªa muerto. "Al final termin¨¦ cont¨¢ndoselo. Y en la revisi¨®n de la ni?a, a los 10 d¨ªas, mi mujer coment¨®: 'Qu¨¦ l¨¢stima el ni?o...' El neonat¨®logo se puso como una fiera. Le dijo que se olvidara de eso, que aquel ni?o ya no exist¨ªa y que nosotros ya ten¨ªamos la parejita".

Ana cuenta que siempre ha tenido a su mellizo muy presente. "En los cumplea?os mis padres siempre dec¨ªan que pod¨ªan haber sido dos, y preguntaban: '?C¨®mo ser¨ªa ahora tu hermano?' ...Mi madre siempre hab¨ªa tenido la sensaci¨®n de que algo raro hab¨ªa pasado porque no le parec¨ªa normal que no hubiesen querido ense?arle el beb¨¦ a mi padre. Cuando escuchamos a otras familias repitiendo exactamente las mismas frases que nos hab¨ªan pasado a nosotros, empezamos a sospechar. Mi padre fue a pedir papeles y comprob¨® que no hab¨ªa rastro de mi hermano por ning¨²n sitio".

Vega pidi¨® informaci¨®n al director de cementerios de Madrid, Manuel Torres Iribarne, que le asegur¨® que, tras comprobarlo en el registro, no hab¨ªa inhumaci¨®n alguna "de un feto de padres llamados In¨¦s y Luis" por aquellas fechas. Tampoco est¨¢ el legajo de aborto en el Registro Civil. "Tengo la convici¨®n de que mi hijo vive y que fue vendido a otra familia. Para ellos no tengo ning¨²n reproche. Solo quiero que mi hijo sepa que nadie le abandon¨® y que, si tiene inter¨¦s en conocer a su familia biol¨®gica, aqu¨ª estamos para recuperar estos 30 a?os perdidos". Con esa esperanza ha creado Ana una web con fotos y v¨ªdeos de ella y de su hermano mayor, Luis, desde que eran ni?os hasta hoy. Y en la que hace un llamamiento: "Busco a mi mellizo. ?Podr¨ªas ser t¨²?" Su direcci¨®n es http://buscoamihermanomellizo.weebly.com/