"A mis 39 a?os me acabo de enterar de que soy un ni?o comprado"
Vicente Mart¨ªnez ha conocido su pasado gracias al chismorreo de unas vecinas
"Mis amigos sab¨ªan que yo era un chico adoptado, que mis padres no eran mis padres biol¨®gicos. Eso era un secreto a voces. Pero yo me enter¨¦ por casualidad hace cuatro meses al escuchar una conversaci¨®n de unas vecinas". Vicente Mart¨ªnez Gil ha descubierto, a sus 39 a?os, que en su d¨ªa fue "un ni?o comprado". Sus padres adoptivos, que jam¨¢s le revelaron ni media palabra de sus or¨ªgenes, han acabado admitiendo que lo recogieron un d¨ªa de 1972 "en una casa particular", probablemente el domicilio de un m¨¦dico.
Tras destapar el enga?o en el que hab¨ªa vivido, Vicente se puso a investigar y as¨ª supo que en realidad vino al mundo el 14 de marzo de 1972 en el hospital cl¨ªnica Casa de la Salud, en Valencia, y no en el hospital La Cig¨¹e?a, como siempre le hab¨ªa hecho creer su madre adoptiva.
"Quiero destapar a esa gente que se cre¨ªan dioses y traficaban con beb¨¦s"
Siguiendo con sus pesquisas, logr¨® arrancarles a sus padres la pista de que hab¨ªan empezado la operaci¨®n de "compra" a trav¨¦s de un ¨ªntimo amigo, que a su vez les hab¨ªa puesto en contacto con un m¨¦dico. Sin embargo, Vicente averigu¨® que en realidad ese amigo ¨ªntimo hab¨ªa enlazado a sus padres con un cura, un tal don Salvador, quien a su vez les encamin¨® hacia unas monjas.
"Fui a ver a don Salvador, que sol¨ªa venir a la casa de mis padres con ocasi¨®n de las comidas familiares. Me dijo que estaba esperando mi visita tras las informaciones que estaban saliendo en prensa y televisi¨®n sobre las tramas de adopciones ilegales", explica Vicente en la parafarmacia de L'Eliana, a tiro de piedra de Valencia, donde trabaja. "Ese sacerdote me espet¨®: '?Qu¨¦ andas buscando? Nosotros hac¨ªamos una obra de caridad. Las madres seguramente ser¨ªan jovencitas pudientes que no quer¨ªan tener a sus hijos. ?Por qu¨¦ andas moviendo esto ahora, con la educaci¨®n que te han dado tus padres?' A mis padres, en efecto, les dijeron en su d¨ªa que mi madre biol¨®gica era una chica que no quer¨ªa quedarse conmigo", explica Vicente, sin perder de vista a su hijo Mario, de dos a?os, que corretea en derredor.
"Seg¨²n me han contado mis padres, a ellos les llamaron por tel¨¦fono de madrugada, con prisas. Les citaron en una casa que ellos sospechan que era la casa de un m¨¦dico. Fueron y pagaron unas 40.000 pesetas en el momento de recogerme. Yo estaba totalmente desnudo y les dijeron que fueran a comprarme ropita. Volvieron por la tarde y me recogieron. Al d¨ªa siguiente me inscribieron como si hubiera sido mi madre adoptiva la que me hab¨ªa engendrado". El m¨¦dico que figura en sus documentos es Julio V. I., que falleci¨® hace 11 a?os.
Su padre, comerciante, y su madre, ama de casa, ten¨ªan unos 40 a?os cuando se decidieron a adoptar a un ni?o. ?C¨®mo se tomaron ellos el hecho de que Vicente descubriera que le hab¨ªan tenido enga?ado toda su vida? ?l lo cuenta as¨ª: "Cuando me puse a buscar mis or¨ªgenes, ellos reaccionaron mal. Ahora se muestran indiferentes y no tenemos contacto. Ellos son ya muy mayores y no entienden que yo quiera averiguar qui¨¦n soy y de d¨®nde vengo. De nada vale que les insista en que lo ¨²nico que quiero es conocer mis or¨ªgenes, pero que ellos van a seguir siendo siempre mis padres. Tienen miedo. Yo les respeto y no quiero que se asusten".
Pero este hombre tambi¨¦n tiene otro objetivo: "Quiero buscar a esta gente que se consideraban que eran dioses y que traficaban con reci¨¦n nacidos. En realidad eran gentuza: m¨¦dicos, curas, monjas, matronas... hay gente que todav¨ªa ejerce la profesi¨®n y me gustar¨ªa desenmascararlos para que todo el mundo sepa lo que hac¨ªan y a lo que se dedicaban".
Sin embargo, su b¨²squeda est¨¢ resultando complicada. Todos los papeles que posee son falsos. En el hospital donde se supone que naci¨® le han dicho que destruyeron todos los archivos referentes a esas fechas. Por eso, ha pedido ayuda a todos los que, como ¨¦l, est¨¢n embarcados en una tarea que en la mayor¨ªa de los casos solo conduce a la frustraci¨®n y a la melancol¨ªa. "Han venido madres a verme para pedirme consejo y otras con la creencia de que yo pudiera ser su hijo", dice Vicente.
Ya se ha hecho las pruebas de ADN en el laboratorio gen¨¦tico indicado por la Asociaci¨®n Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), por las que ha pagado 133 euros. "Hace 20 d¨ªas prest¨¦ declaraci¨®n ante la Fiscal¨ªa de Valencia. El fiscal me asegur¨® que llamar¨¢ a testificar a mis padres adoptivos y al cura que intermedi¨® en la operaci¨®n", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.