Rajoy lidera una victoria aplastante
El presidente popular logra un enorme poder territorial de cara a las legislativas
Incluso para un hombre tan paciente y tranquilo como Mariano Rajoy, siete a?os es mucho tiempo. Es el que ha tenido que esperar, desde la debacle del 14 de marzo de 2004, para tener una noche electoral de euforia total. Tard¨® en llegar, pero lo hizo de una manera desbordante, inesperada, arrolladora. Rajoy ha superado todos los r¨¦cords de su propio partido. Y ha obtenido el mayor aval posible a su estrategia de bajo perfil para no movilizar a la izquierda, iniciada en el dif¨ªcil congreso de Valencia de 2008. Ya solo le queda aguantar un poco m¨¢s hasta las generales para recoger los frutos del hundimiento del PSOE y alcanzar el triunfo so?ado, a la tercera, que le lleve a La Moncloa.
La ventaja popular sobre el PSOE en las locales duplica la de 1995
El PP ocupa desde anoche una posici¨®n de hegemon¨ªa inaudita en el mapa de poder auton¨®mico de Espa?a desde el rodillo socialista de los 80. Lo tiene casi todo, salvo Andaluc¨ªa -que con este resultado va camino de pasar a manos del PP en 2012-, Pa¨ªs Vasco, Catalu?a, Navarra y Asturias. El tablero pol¨ªtico, seg¨²n los primeros an¨¢lisis del entorno de Rajoy, abre paso a una extensiva hegemon¨ªa del PP.El PP tiene as¨ª m¨¢s argumentos para su estrategia central de los ¨²ltimos meses: la petici¨®n de elecciones anticipadas. "Los espa?oles est¨¢n pidiendo urnas", opin¨® Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. La presi¨®n ser¨¢ cada vez mayor, aunque Rajoy ya ni siquiera se ocupa de insistir. Anoche, cuando sali¨® a saludar desde el banc¨®n, no pidi¨® el adelanto electoral que s¨ª exigi¨®, a su lado, Esperanza Aguirre. ?l se limit¨® a dar las gracias a los votantes y resalt¨® que este ha sido "el mejor resultado de la historia del PP". En la calle, los impatizantes coreaban: "Esto es democracia y no lo de Sol". Y luego, "Bildu ?fuera!".
A pesar del resultado tan abultado, en la calle G¨¦nova no quieren ni hablar de una mayor¨ªa absoluta en las generales, entre otras cosas porque no quieren que esa idea se extienda y movilice a la izquierda. Pero muchos dirigentes empiezan a contemplarlo como una posibilidad m¨¢s que real. El hundimiento del electorado del PSOE es tan fuerte que todas las opciones est¨¢n ya encima de la mesa.
El PP super¨® ampliamente el mejor de sus sue?os. Se buscaba un triunfo hist¨®rico, con una diferencia global similar a la de 1995, que abri¨® la brecha para la victoria en las generales de 1996. Y en vez de cinco puntos, como entonces, el PP logra 10 puntos de diferencia en las municipales sobre el PSOE, algo inaudito en municipales. Y conquista Sevilla, A Coru?a y C¨®rdoba.
Pero en un pa¨ªs cuasifederal como Espa?a, el poder est¨¢ en las autonom¨ªas. Y ah¨ª tambi¨¦n los resultados superaron las expectativas. Presidir¨¢ Castilla-La Mancha, la apuesta m¨¢s fuerte de Rajoy; el PP arrasa en Madrid y en la Comunidad Valenciana, demostrando, como cre¨ªa Rajoy, que el caso G¨¹rtel no tiene ning¨²n efecto electoral. Baleares, pese a los esc¨¢ndalos y tras una gran renovaci¨®n, vuelve a manos del PP, que gobernar¨¢ tambi¨¦n en Cantabria y probablemente en Arag¨®n, en funci¨®n de los pactos. Y estuvo a punto de ganar en Extremadura, algo impensable hace unos meses. En Canarias es el m¨¢s votado pero quiz¨¢ no pueda gobernar.
El ¨²nico punto negro de la noche era Asturias. Rajoy decidi¨® no poner de candidato a Francisco ?lvarez-Cascos, el ex secretario general, para evitar una crisis interna. Y el resultado es que el PP tendr¨¢ que hacer presidente a Cascos, que ha ganado ampliamente la batalla; un resultado p¨¦simo para la apuesta de Rajoy, Isabel P¨¦rez Espinosa.
Nada puede ya impedir, creen en el Partido Popular, su llegada a La Moncloa. Solo es cuesti¨®n de tiempo. Rajoy sabe esperar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.