Son refugiados, no inmigrantes
Europa se repliega ante el n¨²mero reducido de libios que huyen de la guerra civil - La UE trata de 'externalizar' sus fronteras blindando los pa¨ªses de tr¨¢nsito
Nueva oleada. Llegadas masivas. Alerta: inmigraci¨®n. Las expresiones de alarma cobran fuerza en Europa. Mientras el efecto domin¨® de las revueltas en el mundo ¨¢rabe se extend¨ªa, las palabras que empezaron a susurrarse durante la revoluci¨®n tunecina se han convertido en gritos y golpes sobre la mesa de las cumbres europeas. La llegada de unas 39.000 personas que han atravesado el brazo de mar que separa una orilla del Mediterr¨¢neo de otra (unas 15.000 de Libia, menos del 2% de la que han huido del pa¨ªs) ha sido suficiente para que los estados de la UE se pusieran a la defensiva y levantaran la voz ante un posible alud que a¨²n no se ha producido. Mientras miles escapan de Libia, el debate tanto pol¨ªtico como p¨²blico deja de lado un detalle: que es gente que huye de un pa¨ªs en conflicto.
El flujo de desplazados no es comparable al de la antigua Yugoslavia
Los vecinos de Libia en el Magreb dan asilo a muchos m¨¢s libios que la UE
"Es el primer caso de una crisis de refugiados con el espacio Schengen en marcha. La de los Balcanes fue anterior. En Europa hay ahora instrumentos mucho m¨¢s protectores y estructurados. Pero un peque?o flujo de refugiados ha puesto en cuesti¨®n los principios de la UE. Y si un peque?o grupo pone en cuesti¨®n los principios de la Uni¨®n es que la Uni¨®n no tiene principios", comenta Ignacio D¨ªaz de Aguilar, miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE).
El jurista no se refiere a los Balcanes en balde. Los anales de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) recogen con precisi¨®n los datos de aquella emergencia. En 1995, el mismo a?o de la entrada en vigor de los acuerdos de Schengen, Europa se encontr¨® con 616.000 refugiados de la antigua Yugoslavia. Alemania acogi¨® a 345.000, 80.000 fueron a Austria, 57.000 a Suecia, 25.000 a Suiza, 15.000 a Francia... Cifras decenas de veces superiores a las que se barajan ahora en Europa y que, por otro lado, no alcanzan las que soportan los estados vecinos de Libia. Unas 850.000 personas han abandonado el pa¨ªs, seg¨²n la Oficina de Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios de la ONU actualizada al 23 de mayo. De ellas, m¨¢s de 427.000 han huido a T¨²nez y casi 300.000 a Egipto. Desde enero han llegado a Europa de Libia 15.000 personas (alrededor de 13.600 a Italia y 1.400 a Malta) que se a?aden a los 24.000 tunecinos desembarcados a las costas italianas.
El debate en la UE se abri¨® en principio con la venida de estos ¨²ltimos. "Hay dos corrientes en los flujos que llegan a la isla de Lampedusa", afirma Maricela Daniel, representante de ACNUR en Espa?a. "En las embarcaciones que partieron desde T¨²nez han venido sobre todo emigrantes econ¨®micos. Se trata de hombres j¨®venes, en su mayor¨ªa tunecinos, mientras que las de Libia han estado llevando muchas personas de distintas nacionalidades con necesidad de seguridad y protecci¨®n que se encontraban en el pa¨ªs cuando estall¨® del conflicto. Entre estas ¨²ltimas hemos visto casos de personas que estaban trabajando en Libia y no tienen ahora problema en retornar a sus pa¨ªses, mientras que otro grupo numeroso lo componen somal¨ªes, iraqu¨ªes o eritreos que hab¨ªan huido previamente de sus pa¨ªses de origen por persecuci¨®n o por la guerra y que podr¨ªan ser potenciales refugiados".
"Si se dio esta situaci¨®n con los tunecinos en un primer momento, la situaci¨®n posterior es claramente de asilo", dice D¨ªaz Aguilar. "Y el problema no est¨¢ en Europa, sino en Egipto y en T¨²nez".
La distinci¨®n que hacen los expertos parece haberse esfumado en el debate europeo. Cuando Italia reclam¨® ayuda al resto de Europa frente a la llegada de los tunecinos, Francia contest¨® con sus cifras de refugiados, y lo que se puso en discusi¨®n no fueron las normativas comunitarias relacionadas con el derecho de asilo sino Schengen que, subraya D¨ªaz Aguilar, "nada tiene que ver con esta emergencia". ?Por qu¨¦ se ha hablado de Schengen y no del reglamento de Dubl¨ªn II, que determina que sea el primer Estado de llegada el que tiene que evaluar las solicitudes? "Dubl¨ªn II [que la Comisi¨®n Europea propuso modificar en 2008] est¨¢ siendo negociado y esperamos llegar a un sistema de asilo com¨²n en 2012", afirma Marcin Grabiec, portavoz de la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstr?m. "La situaci¨®n de los solicitantes de asilo que llegan de Libia muestra la necesidad de un sistema m¨¢s fuerte de inmigraci¨®n y asilo a nivel europeo para poder ayudar a los solicitantes, pero tambi¨¦n a los pa¨ªses miembros que est¨¢n en primera l¨ªnea".
Para Mauricio Valiente, coordinador del servicio jur¨ªdico de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda a los Refugiados (CEAR), lo que est¨¢ pasando no es una sorpresa. "No es una novedad que se est¨¦ dando una respuesta en t¨¦rminos de rechazo, y esto evidentemente es un gran incumplimiento de la legislaci¨®n internacional. No solo en t¨¦rminos ¨¦ticos y pol¨ªticos. Las personas que huyen por temor fundado a una persecuci¨®n tienen que tener al menos la oportunidad de reclamar protecci¨®n", dice. Y si "en el caso de Libia hay un desplazamiento forzoso masivo", en el caso de los tunecinos, seg¨²n Valiente, "puede que la mayor¨ªa fueran inmigrantes econ¨®micos, pero eso no significa que, teniendo en cuenta la situaci¨®n en su pa¨ªs, no haya gente que no tenga derecho a solicitar asilo".
La confusi¨®n viene de lejos y se remonta al mismo sistema de control de las fronteras. "Se ha implantado un sistema cada vez m¨¢s cerrado para impedir que los refugiados lleguen a Europa", subraya el representante de ECRE. "A trav¨¦s de Frontex [la agencia europea para el control de las fronteras] y de los acuerdos con terceros pa¨ªses, toda la pol¨ªtica europea se ha volcado a blindar la frontera. No la nuestra, sino la de los pa¨ªses de tr¨¢nsito. Establecer de forma indirecta pero claramente consciente el control en pa¨ªses intermedios, dise?ado en teor¨ªa para impedir el acceso de inmigrantes, supone un impedimento insalvable para los refugiados".
La historia de Fran?ois (nombre ficticio) es un ejemplo de los efectos colaterales de la gesti¨®n de los llamados flujos mixtos (inmigrantes econ¨®micos y refugiados). Sentado en una habitaci¨®n en un centro de acogida en la zona sur de Madrid, cuenta su periplo durado m¨¢s de ocho a?os. Ahora tiene 24. "No recuerdo ni qu¨¦ edad ten¨ªa cuando sal¨ª de Camer¨²n. Me hab¨ªan criado unos vecinos hasta que no pudieron hacerse cargo de m¨ª y empec¨¦ a vivir en la calle. Limpiaba coches, trabajaba de lavaplatos, pero la vida era imposible", cuenta Fran?ois y a?ade dos detalles: pertenece a una etnia minoritaria, los bass¨¢, y es gay. "Decid¨ª huir. Pas¨¦ por Nigeria, donde me qued¨¦ dos meses, al igual que en Mal¨ª. Luego fui a Costa de Marfil, Senegal y Mauritania, donde estuve tres a?os trabajando para conseguir el dinero para llegar a Europa". Lleg¨® a Las Palmas hace tres a?os en cayuco. Fue dos a?os despu¨¦s cuando, hablando con un amigo, supo de la posibilidad de pedir asilo. "Cuando llegu¨¦ a Canarias, nadie me habl¨® de eso. Si no, lo hubiera solicitado". En los dos a?os que pas¨® entre Madrid y Barcelona, fue detenido tres veces. Su viaje pod¨ªa haber acabado hace dos a?os si se hubiera cumplido la orden de expulsi¨®n que le impusieron en un control.
Si Fran?ois ha logrado ver reconocido el estatus de refugiado, miles de personas en los ¨²ltimos a?os ni siquiera han podido llegar a las costas de la ribera norte del Mediterr¨¢neo. Para D¨ªaz de Aguilar, no se trata de falta de medios, sino de voluntad pol¨ªtica. "No es cierto que Europa est¨¦ abrumada. Durante la crisis en Canarias se distribuyeron en la pen¨ªnsula 30.000 personas sin generar ning¨²n conflicto. Nos sobra capacidad de acogida. Europa podr¨ªa integrar sin ning¨²n problema a 300.000 o 400.000 refugiados", asegura. Hasta ahora, ante la crisis libia, los pa¨ªses europeos solo se han puesto de acuerdo para reasentar 1.000 refugiados llegados a Malta. "T¨²nez y Egipto abrieron sus fronteras aun cuando para ambos pa¨ªses la situaci¨®n actual es muy dif¨ªcil. De la misma manera que desde ACNUR pedimos que se mantengan las fronteras terrestres abiertas y se atienda a esta gente que sale desesperada, pedimos tambi¨¦n que se proteja y asista tambi¨¦n a quienes huyen por las fronteras mar¨ªtimas. Creemos que los pa¨ªses europeos disponen de los medios necesarios para gestionar este flujo migratorio y por lo tanto deben evitar mensajes alarmistas que generan preocupaci¨®n y miedo en la opini¨®n p¨²blica de la Uni¨®n Europea", afirma Maricela Daniel, de ACNUR.
Si hay un ejemplo de c¨®mo la externalizaci¨®n de las fronteras ha tenido efecto en el n¨²mero de solicitantes asilo, es Italia. La entrada en vigor en mayo de 2009 de los acuerdos para devoluci¨®n de los barcos a Libia (un pa¨ªs que no hab¨ªa firmado la Convenci¨®n de Ginebra ni el protocolo sobre el estatuto de refugiados de 1967) redujo dr¨¢sticamente las llegadas de cayucos al canal de Sicilia. El n¨²mero de solicitantes de asilo pas¨® de 30.300 en 2008 a 17.600 en 2009 hasta llegar a 8.200 en 2010. "El Mediterr¨¢neo era la v¨ªa del asilo. El 75% de las solicitudes presentadas en 2008 en Italia eran de gente que hab¨ªa llegado por mar", confirma Laura Boldrini, portavoz de ACNUR en Italia. Boldrini subraya que no ha habido devoluciones tras el estallido de la crisis, y avisa de que el n¨²mero de personas que intenta huir por mar podr¨ªa aumentar. "Y lo grave de este flujo desde Libia es que los barcos en los que se hacinan centenares de personas no son aptos para el viaje. El objetivo en el mar es salvar vidas humanas".
La portavoz de ACNUR recuerda la obligaci¨®n para todos los barcos, comerciales y militares, de prestar ayuda a las embarcaciones en peligro, seg¨²n establece el derecho mar¨ªtimo internacional: "En las ¨²ltimas semanas hemos visto gente a la deriva durante dos semanas". 1.200 personas han muerto desde el comienzo de la crisis libia intentando cruzar el Mediterr¨¢neo. En un solo naufragio de un barco partido de Tr¨ªpoli el 25 de marzo murieron 63 de las 72 personas a bordo. Tres de los supervivientes han contado a ACNUR c¨®mo vieron pasar de largo una nave y un helic¨®ptero. En la imagen que se publica sobre estas l¨ªneas los tres est¨¢n retratados en un campo de refugiados... en T¨²nez. En medio de las tiendas en Choucha Camp, donde se alojan unas 4.000 personas y donde las tensiones han causado la muerte de dos personas el pasado lunes, la ¨²nica presencia de Europa es una camiseta del Bar?a con el nombre de Villa.
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