Renovaci¨®n y rejuvenecimiento
Aunque he estado afiliado al PSC desde su fundaci¨®n y a pesar de haber ocupado cargos de una cierta relevancia pol¨ªtica durante los ¨²ltimos 30 a?os, nunca he buscado ni tenido responsabilidades en el partido, ni he formado parte de su direcci¨®n. Por descontado, todav¨ªa menos del PSOE. Hablo desde dentro y sin ninguna intenci¨®n de salir. Pero lo hago con una perspectiva algo alejada, que intenta, en lo posible, ser objetiva.
Mis ideas, desde siempre socialdem¨®cratas, y mi natural y profundo catalanismo han tenido una cabida c¨®moda en el PSC, sin por ello olvidar que en ¨¦l conviven otro tipo de concepciones, algunas m¨¢s radicales en lo social y otras m¨¢s moderadas en lo nacional, concepciones que creo que siempre han respetado las m¨ªas, al igual que yo he hecho. Como ocurre en otros partidos, esta pluralidad, respetada, potenciada y encauzada hacia un proyecto com¨²n, ha sido la base de su fuerza y de su impacto electoral. As¨ª ha ocurrido durante varias d¨¦cadas en el PSC, cuyo programa -no escrito- supon¨ªa la b¨²squeda del progreso econ¨®mico y de la justicia social en Catalu?a, y la construcci¨®n de una Espa?a democr¨¢tica y plural, respetuosa con el car¨¢cter nacional catal¨¢n.
Un pa¨ªs sin pol¨ªtica es un pa¨ªs al borde del abismo. Una pol¨ªtica sin proyecto es una ocupaci¨®n administrativa
Es evidente que en el mundo socialista, catal¨¢n y espa?ol, se est¨¢n viviendo momentos de crisis y se observa la necesidad de una profunda renovaci¨®n, ya que los dirigentes que han marcado las orientaciones en los ¨²ltimos a?os han conducido a ambos partidos a un gran debacle electoral. Todav¨ªa es m¨¢s grave que, con la colaboraci¨®n del resto de los partidos, hayan creado un peligroso rechazo hacia la actividad pol¨ªtica entre amplios sectores ciudadanos, que por fin han decidido expresarlo p¨²blica y pac¨ªficamente.
Parto de la crisis socialista, pero vale para todos. Quiero destacar, en un momento de necesario cambio generacional, la confusi¨®n que se observa a veces entre renovaci¨®n y rejuvenecimiento. Las personas que, desde una u otra posici¨®n, vivieron, o mejor, vivimos la transici¨®n y las primeras d¨¦cadas de la democracia hicimos lo que supimos -y sobre todo lo que pudimos- para mejorar la situaci¨®n de Catalu?a, de Espa?a y de Europa. Estuvimos muy activos hasta hace pocos a?os y, aunque podamos seguir aportando valor a los proyectos, no nos toca encabezarlos. Nuestro siglo ha sido el siglo XX; el XXI no nos corresponde. Por ello ni podemos pretender, ni debemos aceptar cuando se nos pide, liderar seg¨²n qu¨¦ proyectos futuros. El rejuvenecimiento que se ha producido en tantos partidos era, m¨¢s que l¨®gico, imprescindible. Pero hay que admitir que se ha hecho mal y ha llevado a unos fracasos importantes para algunos y, en conjunto, a un fracaso global: el desprestigio de la pol¨ªtica.
Sin cambio generacional es muy dif¨ªcil que haya renovaci¨®n. Pero el cambio generacional no es suficiente si no comporta la renovaci¨®n, si no supone nuevas ideas y nuevos proyectos. Y esto ha faltado claramente. Me preocupa ver como, a menudo, las manifestaciones en p¨²blico de Felipe Gonz¨¢lez o de Jordi Pujol todav¨ªa atraen mucho m¨¢s inter¨¦s que las de muchos de los actuales dirigentes de sus partidos. Y mi preocupaci¨®n es mucho mayor cuando ocurre con Jos¨¦ Maria Aznar.
Han faltado nuevos proyectos y, al quedar anticuados los anteriores, muchos partidos se han quedado sencillamente sin proyecto. En el ¨¢mbito catal¨¢n algunos colocaron el proyecto por detr¨¢s de "la gesti¨®n" y otros han inventado proyectos indefinidos, como la "austeridad" o el "soberanismo", mientras a nivel espa?ol unos, despu¨¦s de un periodo de ingenuidad, han hecho suyo el "proyecto de los mercados" y otros contin¨²an con el simple proyecto del "derribo del Gobierno". No es de extra?ar que se llenen las plazas, aunque es dif¨ªcil encontrar c¨®mo canalizar esta indignaci¨®n...
Soy de los que piensan que un pa¨ªs sin pol¨ªtica es un pa¨ªs al borde del abismo. Y que una pol¨ªtica sin proyecto es, en el mejor de los casos, una ocupaci¨®n administrativa o una simple profesi¨®n (en algunos casos es mucho peor, pero son casos muy minoritarios.) Una pol¨ªtica sin ideas, sin proyecto, sin esfuerzo y sin generosidad no puede generar entusiasmos ni conseguir adhesiones. El principal objetivo del rejuvenecimiento de los partidos debe ser una renovaci¨®n profunda de sus ideas y sus propuestas, y sobre todo de su modo de actuaci¨®n.
Joan Maj¨® es ingeniero y exministro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.