Sol entra en un bucle

"Compa?eros, consenso no es estar de acuerdo 3.000 personas. Hay consenso y hay bloqueo, pero bloqueo no es negarse y ya est¨¢, sino incorporar la diferencia a otra idea". Lo dem¨¢s, dec¨ªa ayer el moderador en Sol, es "subjetivo, personal y desinformado". Los acampados en Sol, el n¨²cleo pensante, prepara la despedida. Pero no es f¨¢cil. Su propio sistema asambleario, en el que los acuerdos deben ser casi un¨¢nimes, les ha dejado atascados en un bucle del que no pueden salir desde el pasado domingo. En sucesivas reuniones y comit¨¦s y comisiones que suman casi 80 horas desde esa fecha, solo han llegado a la conclusi¨®n formal de que van a cambiar la estructura del campamento. Pero ese primer paso tiene toda una marejada de desacuerdos de fondo. Desde quienes piensan que aceptar el punto de informaci¨®n permanente y marcharse es la idea acertada -probablemente una gran mayor¨ªa- a quienes aseguran que "hasta que no se cumpla la revoluci¨®n de aqu¨ª no nos movemos".

Muchos de los precursores originales de la idea de hacer noche en Sol est¨¢n abandonando el lugar. O tom¨¢ndoselo con m¨¢s calma. "Yo es que tengo cosas que hacer y no puedo estar todo el rato aqu¨ª", confesaba una de las chicas que se hab¨ªa erigido en voz hasta la semana pasada. "Deber¨ªamos dejar el punto de informaci¨®n y marcharnos. Esto ya no se puede aguantar", deslizaba otra que se hab¨ªa "escapado" a un bar cercano mientras se desarrollaba la asamblea de comit¨¦s previa al debate que sustituy¨® a la asamblea general que han aplazado a hoy. Sin embargo, los tres chicos, torso desnudo y cuerpo relajado en un sof¨¢, que ocupaban la "zona polivalente" insist¨ªan machaconamente en "resistir hasta la victoria, chaval, ?resistir hasta salir con los pies por delante!".Cada vez menos gente se queda a dormir en la Puerta del Sol. La ma?ana del martes se despertaron all¨ª, seg¨²n la polic¨ªa, unas 250 personas, pero la cifra se redujo ayer a unas 180.

La polic¨ªa asegura que hay unas 50 personas que ya est¨¢n fichadas por los agentes de la Brigada Provincial de Informaci¨®n (dedicado a la lucha antiterrorista y a los grupos radicales) por participar en disturbios y en altercados. Creen que son estos los que est¨¢n promoviendo en las asambleas que contin¨²e la acampada.

La delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carri¨®n, se reuni¨® ayer con una treintena de comerciantes y representantes de empresarios que se quejaron de nuevo de las graves consecuencias de la acampada para sus negocios. Carri¨®n les dijo que esa opci¨®n resultaba muy complicada en este momento, porque el mal que se pretender¨ªa evitar supondr¨ªa mayores problemas. Les record¨® que las tres Administraciones (central, regional y local) est¨¢n en contacto permanente. La delegada tambi¨¦n hizo un llamamiento a los acampados. Les record¨® los problemas de salubridad que se est¨¢n generando y que su concentraci¨®n est¨¢ perjudicando a otras personas que quieren manifestarse en Sol, pero que tienen que cambiar los itinerarios de sus protestas. A la salida del encuentro, Arturo Fern¨¢ndez, presidente de CEIM-CEOE, explic¨® que han puesto sobre la mesa "una fecha tope para llegar a una soluci¨®n: lunes o martes que viene".

El cambio de trazado del campamento, ¨²nico "consenso" alcanzado, no suscit¨® grandes acuerdos entre los acampados. Todos coinciden en que al disminuir de tama?o deben eliminarse casetas permanentes. Pero ninguno quiere que sea la suya. Por ejemplo, los de emigraci¨®n estiman que "dado que no somos partidarios del cierre de fronteras ni de la exclusi¨®n en general, tampoco lo seamos con nuestras cosas".

La propuesta de sanidad de trastocar el laberinto de tiendas fue recibida con escepticismo: "?Cambiarse de lado es hacer la revoluci¨®n?". Lo cierto es que el comit¨¦ de infraestructura ya levantaba ayer toldos y tiendas, despacio, para dejar m¨¢s espacio y pasillos mayores para los viandantes.

La estructura horizontal, a la que ninguna de las facciones quiere renunciar, trajo ayer algunas voces irritadas y disconformes: "Hemos aprobado reducir el campamento, levantar las tiendas e irnos a los barrios. Pues hag¨¢moslo y dejemos de hacer cinco comisiones para decidir c¨®mo", fue el resumen de uno de los participantes de la asamblea, que despu¨¦s tuvo que pedir perd¨®n por el tono. Ese hartazgo tambi¨¦n se evidencia en la petici¨®n de que se incorpore un nuevo gesto a las reuniones que signifique "me est¨¢s tomando el pelo, que le quiten el micro ya".