Sexo, pol¨ªtica y rumores en Francia
Un esc¨¢ndalo de pederastia sacude a una clase pol¨ªtica estupefacta ante el 'caso Strauss-Kahn' - Dos ONG marroqu¨ªes presentan denuncias en Par¨ªs
Los esc¨¢ndalos pol¨ªtico-sexuales se suceden en Francia con una frecuencia alarmante. Primero fue la detenci¨®n de resonancia planetaria de Dominique Strauss-Kahn (DSK) en Nueva York acusado de intento de violaci¨®n; hace unos d¨ªas, dos exempleadas acusaron al secretario de Estado de Funci¨®n P¨²blica, Georges Tron, de acosarlas cuando trabajaban con ¨¦l en el Ayuntamiento de Draveil, con la excusa de darles un masaje en los pies. Tron, empujado por El El¨ªseo, dimiti¨® el domingo. Un d¨ªa despu¨¦s, el fil¨®sofo medi¨¢tico (en Francia hay bastantes) y exministro de Educaci¨®n Luc Ferry solt¨® una nueva bomba en televisi¨®n. Asegur¨® que un exministro franc¨¦s hab¨ªa participado hace a?os en una org¨ªa con menores en Marraquech y fue incluso atrapado por la polic¨ªa, que le liber¨® poco despu¨¦s.
Un exministro ha sido acusado de participar en una org¨ªa con menores
Ferry no dio nombres ni muchas precisiones debido a que, seg¨²n ¨¦l mismo rese?¨®, carece de pruebas y que todo procede del testimonio "de las m¨¢s altas autoridades del Estado", incluido el de un primer ministro.
La fiscal¨ªa de Par¨ªs abri¨® el mi¨¦rcoles una investigaci¨®n sobre este asunto, confiada a la Brigada de Protecci¨®n de Menores. En Francia, este delito, si se trata de ciudadanos franceses, est¨¢ perseguido incluso cuando se lleva a cabo en el extranjero. ?Hablar¨¢ Ferry delante de la polic¨ªa? ?Les confesar¨¢ a los investigadores el nombre de este exministro? No est¨¢ claro: "Se le pedir¨¢, pero no est¨¢ obligado a hacerlo", explicaba ayer un experto crimin¨®logo en Lib¨¦ration. "Habr¨ªa que llegar hasta el fin", a?ad¨ªa Rodolphe Constantino, abogado de la ONG Enfance, que agregaba: "Pero no ser¨ªa la primera vez que algo as¨ª se abre para detener el ruido medi¨¢tico y luego languidece y no llega a ninguna parte".
En Marruecos, dos ONG de protecci¨®n de la infancia anunciaron, el mi¨¦rcoles, que presentar¨ªan sendas denuncias, en Par¨ªs y Marraquech, para forzar la apertura de una investigaci¨®n. "Es inaceptable que se abuse de nuestros ni?os y m¨¢s a¨²n cuando se ostentan responsabilidades o cargos", declar¨® al tel¨¦fono Najat Anwar, que en 2004 fund¨® en Agadir la asociaci¨®n Touche pas ¨¤ mon enfant (No toques a mi ni?o).
Las palabras de Ferry, que figuran en portada de varios de los diarios en ¨¢rabe, recuerdan que pese a los esfuerzos recientes el pa¨ªs es, como otros lugares del Tercer Mundo, un destino predilecto para el turismo sexual de Europa. Algunos turistas "acuden a Marruecos por el sexo, la droga y un abanico de placerles a los que no acceden f¨¢cilmente en su pa¨ªs de origen", se lamenta el soci¨®logo Jamal Khalil. "Las autoridades marroqu¨ªes lo saben, pero lo dejaban correr y la sociedad hace la vista gorda. Son realidades ineludibles que es necesario admitir para combatir sus excesos".
En 2009, hubo en Francia otra pol¨¦mica parecida: varios miembros de la oposici¨®n pidieron la dimisi¨®n del ministro de Cultura, Fr¨¦d¨¦ric Mitterrand, debido a que en un libro autobiogr¨¢fico publicado en 2005 relataba algunas de sus experiencias como turista sexual de j¨®venes en Bangkok.
Entonces el episodio se olvid¨® sin apenas consecuencias. Ahora, tras la detenci¨®n de DSK y la dimisi¨®n de Tron, muchas publicaciones en los quioscos, muchos programas de televisi¨®n y muchas conversaciones callejeras se preguntan por la sexualidad de sus pol¨ªticos. El semanario Le Nouvel Observateur titula su ¨²ltimo n¨²mero de una manera expl¨ªcita: "La Francia de los machos". Y el diario Lib¨¦ration iba m¨¢s lejos en portada: "Hartos de machos".
Francia es un pa¨ªs de inercias peligrosamente machistas (75.000 violaciones al a?o, de las que solo se denuncian el 10%) o machistas simplemente (las mujeres trabajan en la casa tres horas m¨¢s que los hombres). Ahora, eso s¨ª, debido a esta ola autocr¨ªtica, las ONG que ayudan a las mujeres maltratadas han constatado un aumento de las llamadas y las denuncias, revelaba Le Parisien.
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