Adi¨®s a la bolita de la oposici¨®n
Los ex¨¢menes para ser profesor ya no incluir¨¢n temas elegidos al azar sino preguntas cortas - Los aspirantes pasar¨¢n un a?o de pr¨¢cticas en las aulas
El proceso es el siguiente: el d¨ªa de la oposici¨®n los aspirantes a profesores esperan sentados a que una mano inocente extraiga de la urna tres bolas numeradas (en el caso de que haya 30 temas); cada n¨²mero corresponde a un tema de los estudiados y el opositor tendr¨¢ que escribir sobre uno de ellos. Unos 100.000 aspirantes pasan cada a?o por estos ex¨¢menes. Pues bien, el Gobierno quiere desterrar la bolita de la oposici¨®n, y con ella, el azar como elemento fundamental de la prueba. En su lugar, los opositores tendr¨¢n que contestar 10 o 15 preguntas cortas, seg¨²n el borrador de real decreto en el que est¨¢ trabajando el Ministerio de Educaci¨®n. "Sacar tres o cuatro bolas y elegir una concede, con un n¨²mero limitado de temas, muchas posibilidades de superar esta fase sin demostrar un conocimiento de todo el temario", explica el director general de Formaci¨®n Profesional, Miguel Soler.
La experiencia previa contar¨¢ menos que las notas y el idioma
Las principales novedades son que ahora los aspirantes tendr¨¢n que aprobar una fase de pr¨¢cticas de un a?o en un colegio o un instituto p¨²blicos. Y despu¨¦s demostrar ante un tribunal que sabr¨ªan afrontar con ¨¦xito un problema o caso que se presentara en ese centro. Pero antes de todo esto estar¨¢ la fase de concurso-oposici¨®n, donde se valoran los m¨¦ritos y la experiencia.
As¨ª pues, al primer examen escrito, ahora sin bolita, se sucede uno pr¨¢ctico sobre los contenidos del ¨¢rea en la que se presentan (Lengua, Matem¨¢ticas, Ciencias, etc¨¦tera). Ambos, que punt¨²an del 0 al cinco, se aprueban sacando al menos un 2,5. Si se saca al menos esa nota en los dos, se pasa a la siguiente fase.
Se trata de una prueba sobre las capacidades pedag¨®gicas y did¨¢cticas. En ella, los aspirantes tendr¨¢n una hora para preparar y exponer un supuesto pr¨¢ctico. El tribunal le dar¨¢ tres opciones que tengan que ver con alguna situaci¨®n a la que podr¨ªan enfrentarse en sus futuras clases. Esta parte se punt¨²a de 0 a 10 y se pasa con un cinco.
Los que aprueben llegan a la fase del concurso, que consiste en sumar a la nota media obtenida los puntos que le correspondan por su experiencia previa, las notas de la carrera y la formaci¨®n extra, por ejemplo, en idiomas. El borrador de decreto reduce la ventaja que ten¨ªa la experiencia profesional sobre los otros m¨¦ritos. Y se prima la nota media de los estudios y un buen nivel de idioma. Los m¨¦ritos cuentan un m¨¢ximo de 3 puntos, para evitar que los reci¨¦n titulados, sin experiencia, est¨¦n en franca desventaja respecto a los interinos con a?os de docencia acumulados. "Un aspirante que saque m¨¢s de un 8 de media en las dos primeras pruebas no podr¨¢ ser superado por un interino que saque un 5, por mucha experiencia docente que este tenga", explica Soler.
En el sistema actual, que se instaur¨® de forma transitoria en 2006, se daba una serie de ventajas a los interinos para reducir las grandes bolsas que se hab¨ªan formado con estos trabajadores en algunas comunidades. Pero este sistema naci¨® con fecha de caducidad, que se cumple este a?o.
Pasadas todas estas fases, se llega a la pr¨¢ctica, la gran novedad. Si en la convocatoria se ofertan 50 plazas, los 50 primeros trabajar¨¢n durante un curso completo en un centro escolar. En ese tiempo, dedicar¨¢n la mitad de la jornada a impartir clase a los alumnos, y la otra mitad a las actividades de formaci¨®n que dise?e el colegio o instituto. Al final del a?o, el aspirante deber¨¢ recibir el visto bueno (apto o no apto) de una comisi¨®n formada por un representante del departamento del que haya formado parte, otro del consejo escolar, el tutor de pr¨¢cticas, el director y el inspector educativo del colegio.
Quienes tengan experiencia docente previa se podr¨¢n ahorrar este a?o de pr¨¢cticas. Pero todos tendr¨¢n que hacer una prueba final ante un tribunal en la que defender¨¢n la memoria did¨¢ctica de su trabajo durante el curso y preparar¨¢n y presentar¨¢n una propuesta de actuaci¨®n sobre un supuesto pr¨¢ctico que le proponga el tribunal teniendo en cuenta el contexto social y organizativo del centro donde hayan trabajado. El que suspenda, podr¨¢ repetir la prueba solo una vez. Si vuelve a catear, perder¨¢ la plaza. As¨ª, se endurece esta fase de pr¨¢cticas que, aunque ahora ya existe, es m¨¢s corta y suele ser un puro tr¨¢mite burocr¨¢tico.
La cuesti¨®n ahora ser¨¢ qu¨¦ opinan de todos estos cambios los sindicatos y las comunidades aut¨®nomas (sobre todo las gobernadas por el PP), pues el Gobierno tiene muy poco tiempo para negociar y aprobar el real decreto.
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