Un grito moral para conciencias olvidadizas

"Hoy el peri¨®dico tra¨ªa sangre igual que de costumbre, / ven¨ªa chorreando como la tr¨¢quea de un ternero sacrificado": estos dos versos abren el poema 'Recuerdo de infancia' de Blanco Spirituals, el libro que F¨¦lix Grande public¨® en 1967 tras ser galardonado con el Premio Casa de las Am¨¦ricas. Aquel libro, entre el mosaico expresionista y la cr¨®nica de un mundo en crisis, consolidaba a Grande como un nombre, desprovisto de generaci¨®n, grupo o tendencia, imprescindible de la poes¨ªa en castellano de la segunda mitad del siglo XX. El poeta extreme?o (M¨¦rida, 1937) se hab¨ªa atrevido a romper la anomia hacia la que hab¨ªa derivado la poes¨ªa social en los a?os cincuenta y primeros sesenta. Blanco Spirituals era un libro valiente, extra?o, que enlazaba con los movimientos de renovaci¨®n est¨¦tica que se dan en Espa?a y Am¨¦rica en aquella d¨¦cada -son los a?os del esplendor de Cort¨¢zar, de la Beat Generation norteamericana, de la irrupci¨®n del pop y del rock, de la nouvelle vague cinematogr¨¢fica, de la narrativa antirracista de Baldwin, de la lucha por los derechos civiles y de Martin Luther King, de la explosi¨®n del jazz: todo eso se refleja en sus poemas- y, a la vez, metaboliza las ense?anzas de C¨¦sar Vallejo. Blanco Spirituals es el eje, la clave de b¨®veda de Biograf¨ªa, su poes¨ªa completa, reeditada ahora con un equilibrado y certero pr¨®logo de ?ngel Luis Prieto de Paula y con la adici¨®n de un nuevo y recent¨ªsimo texto po¨¦tico: La cabellera de la Sho¨¢.

El poeta habla desde el m¨¢s radical humanismo frente a la m¨¢s radical (e inexplicable) abyecci¨®n de la especie

F¨¦lix Grande, en su ya dilatada trayectoria literaria, ha tenido dos referentes b¨¢sicos: el ya citado C¨¦sar Vallejo y su lenguaje astillado e iluminador; y Antonio Machado y su palabra a la vez realista y misteriosa. Por eso, desde el comienzo de su trayectoria literaria, sus libros se mueven en uno u otro territorio. En unas ocasiones, como en el inaugural Taranto -aunque fue publicado en 1971, su escritura data de una d¨¦cada antes-, prevalece la opci¨®n rupturista, en el filo de lo experimental, en la que resuena el poeta peruano, y en otras se impone una l¨ªrica del despojamiento (aunque con una dicci¨®n, un modo de adjetivar y una m¨²sica identificables por extremadamente personales) de estirpe machadiana: Las piedras (1964) y gran parte de La noria (1986 y 1989) son los m¨¢s claros exponentes de esa est¨¦tica.

Participando de ambas opciones y trazando un camino que se nutre, dig¨¢moslo en palabras de Prieto de Paula, de "la extra?eza ps¨ªquica del ser ante el magma del mundo", y de un lenguaje cercano a lo surreal, cabe considerar M¨²sica amenazada (1965) y el conjunto de poemas en prosa Puedo escribir los versos m¨¢s tristes esta noche (1969), colecci¨®n que, parad¨®jicamente, se cierra con un inquietante poema en verso libre, apoyado en el texto nerudiano que da t¨ªtulo al conjunto: "Puedo escribir los versos m¨¢s tristes esta noche / El reloj de pared / marca mil novecientos / sesenta y nueve. Hace un instante / mam¨¢ viene corriendo por las calles / en busca de un refugio". Ese equilibrio inestable se rompe en otra de sus obras memorables, Las rub¨¢iy¨¢tas de Horacio Mart¨ªn (1978), un libro, que se completa con Cuaderno de Lovaina, en el que Grande aborda l¨ªricamente una experiencia er¨®tico-sentimental al borde del abismo llevando el lenguaje al l¨ªmite desde presupuestos de austeridad expresiva: predominan los poemas cortos, y las formas cl¨¢sicas (incluso el soneto), cuando se utilizan, son sometidas a un tratamiento innovador e irreverente.

Treinta y tres a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de Las rub¨¢iy¨¢tas, Biograf¨ªa se cierra con La cabellera de la Sho¨¢, un nuevo libro po¨¦tico que rompe tan largu¨ªsimo silencio (La noria es una colecci¨®n "en marcha", abierta, que se nutre de materiales diversos). Estamos ante un extenso poema escrito en verso libre (con una serie de endecas¨ªlabos pareados, un soneto y un fragmento en prosa) de una altura, una densidad y una profundidad acordes con los mejores momentos de la obra de Grande. En ¨¦l, el poeta afronta una reflexi¨®n perturbadora, habla desde el m¨¢s radical humanismo frente a la m¨¢s radical (e inexplicable) abyecci¨®n de la especie. Es una reflexi¨®n (o una mirada a la ra¨ªz de la condici¨®n humana) provocada tras una visita al Campo de Exterminio de Auschwitz. El poema, que se lee de un tir¨®n, sumerge al lector en una pesadilla de la que no puede (no quiere) salir, en la que se ve atrapado gracias a la belleza de un lenguaje envolvente, de gran musicalidad, en el que los ecos del Guernica picassiano, la desolaci¨®n de la m¨¢s dura memoria colectiva del Holocausto y la irrupci¨®n de momentos de un hiperrealismo descriptivo que arranca con el propio t¨ªtulo del libro-poema, la cabellera de la Sho¨¢, que es la simb¨®lica trenza formada por los cabellos de los asesinados en los campos del nazismo. En este libro, Grande alcanza cotas expresivas dif¨ªciles de igualar: neologismos, ruptura de la sintaxis convencional, im¨¢genes entre la angustia, el asco y el dolor existencial se combinan de modo dial¨¦ctico con el uso de certeras yuxtaposiciones, con un discurso en apariencia desestructurado pero cargado con una tensi¨®n emocional (y moral) creciente, y escrito desde la ¨²nica racionalidad posible: el rechazo tel¨²rico, casi c¨®smico, de la abyecci¨®n nazi contra el pueblo jud¨ªo: "Grito meleno omnipotente y muerto / muerto de hambre: ?qui¨¦n cierra los ojos / ante esta hambre peluda monstruosa?". Un libro s¨®lido, duro, dirigido a las conciencias olvidadizas, que est¨¢ reclamando una edici¨®n exenta.