M¨¢s ex¨®tico que ¨²til

Al parecer, el concepto silent disco lo inventaron dos holandeses en 2002 para una rave ilegal ("fiesta secreta", seg¨²n ellos). La idea era simple: si no hay m¨²sica alta no se molesta a los vecinos. El fallo es que cientos de personas juntas montan foll¨®n aunque hablen en susurros. Si la iniciativa funcion¨® fue m¨¢s por lo ex¨®tico que por lo ¨²til. Los dos emprendedores la convirtieron en marca registrada y la franquicia cuaj¨®, sobre todo en los siempre hambrientos de novedades festivales, desde Noruega hasta Australia. Es un recurso socorrido tambi¨¦n si las autoridades se ponen duras con el ruido, al menos en apariencia, como en el caso de Goa, el estado indio meca del turismo de rave y playa. En la playa de Palolem se celebran las Silent Noise Party. Cada s¨¢bado, en temporada alta, 400 guiris bailan house, electro y funk a orillas del mar ar¨¢bigo tras haber alquilado los cascos por 400 rupias (unos seis euros). Divertido, lo es. Silencioso, no tanto.