El 15-M mantiene su apoyo ciudadano

El Movimiento 15-M mantiene intacta la simpat¨ªa ciudadana, a pesar de episodios como los incidentes en la puerta del Parlamento de Catalu?a. La mayor¨ªa de los ciudadanos, seg¨²n la encuesta de Metroscopia para EL PA?S, no culpa a los indignados de esos incidentes, de los que sus promotores se han desvinculado.

A principios de junio, cuando el movimiento era solo una protesta incipiente y no se sab¨ªa siquiera cu¨¢nto durar¨ªa, el 66% la apoyaba; ahora, casi un mes despu¨¦s, el porcentaje de respaldo se mantiene en el 64%.

Esa corriente sostenida de simpat¨ªa sepulta la idea de que los incidentes vinculados al movimiento pudieran afectarle. Tampoco ha prendido la versi¨®n que pretend¨ªa tachar a los participantes de antisistema marginales.

El 79% cree que los indignados tienen razones para protestar y les apoya

As¨ª, el 71% de los espa?oles (83% entre los votantes del PSOE y 54% entre los del PP) considera que el 15-M es un movimiento pac¨ªfico que pretende regenerar la democracia, frente a un reducido 17% que lo considera un movimiento radical, antisistema, que pretende sustituir el actual sistema por otro.

Ese respaldo ciudadano est¨¢ sustentado en un ampl¨ªsimo apoyo a las propuestas que se han hecho desde las asambleas del 15-M. Un 79% (hace un mes era el 81%) asegura que los llamados indignados tienen raz¨®n.

Desde los partidos mayoritarios no se han asumido las peticiones, pero s¨ª se han hecho gestos de comprensi¨®n desde el PSOE, empezando por el propio vicepresidente primero, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, quiz¨¢s alentado por la percepci¨®n de que los indignados est¨¢n m¨¢s cerca de la izquierda que de la derecha. El dato que avala esa intuici¨®n es que el 88% de los votantes del PSOE dice compartir las peticiones del movimiento.

Las dos peticiones m¨¢s apoyadas (por el 89%) son que los delitos de corrupci¨®n no prescriban y que las grandes empresas no puedan hacer despidos colectivos mientras tengan beneficios. Las siguientes medidas m¨¢s apoyadas tienen que ver con los bancos y se refieren a la posibilidad de que devuelvan el dinero p¨²blico que han recibido para solventar su crisis; el establecimiento de la llamada daci¨®n hipotecaria, es decir, que se cancele la deuda hipotecaria con la entrega de la vivienda a la entidad bancaria; que se deje quebrar a los que tengan problemas, sin socorrerles; que las viviendas vac¨ªas se ofrezcan como alquileres a los j¨®venes y que exista una banca p¨²blica.

En coherencia con esos porcentajes, un 68% apoya que haya mayor control p¨²blico sobre la econom¨ªa para defender los intereses colectivos.

Es apoyada por un 60% la petici¨®n de suprimir las ayudas p¨²blicas a la Iglesia cat¨®lica, pero con una notable divisi¨®n entre los votantes del PSOE y los del PP, porque la mayor¨ªa de los electores populares rechaza este punto. Y no tiene apoyo mayoritario la petici¨®n de nacionalizar la banca.

Los indignados conservan tambi¨¦n la imagen de movimiento transversal, no vinculado ni a la derecha ni a la izquierda, porque el 59% cree que no tiene adscripci¨®n partidista. No obstante, el 29% de los encuestados cree que est¨¢n situados a la izquierda, mientras que solo el 2% los ve en la derecha.

La repercusi¨®n electoral del Movimiento 15-M ser¨¢, seg¨²n los encuestados, un incremento de los votos en blanco, de los nulos y de las opciones minoritarias, y se considera que los dos grandes partidos ser¨¢n los m¨¢s castigados por ese malestar ciudadano.

Los encuestados consideran, en una proporci¨®n de dos a uno, que la responsabilidad del malestar ciudadano es de los actuales l¨ªderes pol¨ªticos y no de la forma en la que est¨¢ organizada la democracia en Espa?a.