Los nuevos due?os del mundo

Las econom¨ªas emergentes llevan a?os siendo el motor de la econom¨ªa global. Antes del estallido de la ¨²ltima crisis ya contribu¨ªan m¨¢s al crecimiento mundial que los pa¨ªses desarrollados, pero no eran a¨²n plenamente conscientes de su liderazgo. La crisis los ha hecho despertar, y con ella, su ansiedad por influir en el mundo tanto como se esperar¨ªa de su peso econ¨®mico. El caso paradigm¨¢tico es China -donde no hay d¨ªa que pase en el que no se anuncie alg¨²n tipo de acuerdo en el que China sube pelda?os en la escalera del poder internacional-, pero tambi¨¦n es cierto en otros pa¨ªses como India y Brasil.

Quiz¨¢ uno de los cambios m¨¢s importantes de los ¨²ltimos tiempos sea la pr¨¢ctica sustituci¨®n del G-7 (hasta hace poco considerado el foro de discusi¨®n m¨¢s exclusivo e importante del mundo) por el G-20. Por si fuera poco, los principales pa¨ªses emergentes dentro del G-20 no se han conformado con ser un invitado m¨¢s en esa mesa tan concurrida, sino que han empezado a crear sus propios foros de discusi¨®n donde solo ellos est¨¢n invitados. El mejor ejemplo es probablemente el de los BRICS, donde -por inter¨¦s del principal socio emergente, China- se ha decidido ampliar el grupo a un pa¨ªs mucho m¨¢s peque?o y menos relevante que los dem¨¢s como es Sud¨¢frica. La lectura de este episodio no solo es que el G-7 ha muerto, sino que el G-1 del mundo emergente, China, no solo cuenta con su propia fuerza, sino que tambi¨¦n puede buscar el apoyo de los dem¨¢s. Estos "dem¨¢s" son ya hoy m¨¢s de la mitad del PIB, por lo que la balanza cada vez se est¨¢ inclinando m¨¢s hacia ese G-1 respecto del antiguo G-1, EE UU.

El FMI tendr¨¢ que aceptar ser menos central de lo que lo era mientras Occidente dominaba el mundo

Pero no todo el cambio en la arquitectura financiera internacional es tan vertiginoso como el de esos grupos. Las viejas econom¨ªas siguen custodiando bajo llave el poder en el FMI y parece que as¨ª va a seguir. Basta con ver qui¨¦n va -con alta probabilidad- a seguir dirigiendo la instituci¨®n, por no hablar del irrisorio aumento de cuotas de los pa¨ªses emergentes que est¨¢ proponiendo el Fondo (solo un 6%), si se considera el fuerte aumento del peso de estas econom¨ªas. Visto lo visto, no nos deber¨ªa extra?ar que los pa¨ªses emergentes est¨¦n desvi¨¢ndose cada vez m¨¢s de la v¨ªa multilateral e institucional que el mundo eligi¨® tras la II Guerra Mundial hacia opciones m¨¢s flexibles donde el peso de los pa¨ªses grandes pueda verse mejor reflejado. Si se le a?ade que los pa¨ªses emergentes son hoy por hoy los que menos necesitan la financiaci¨®n del FMI con las reservas astron¨®micas que han acumulado y su saludable situaci¨®n fiscal, el FMI va a tener que aceptar ser menos central de lo que lo ha venido siendo mientras Occidente dominaba el mundo.

Alicia Garc¨ªa-Herrero es economista jefe de mercados emergentes de BBVA.