Solo la gran empresa podr¨¢ prejubilar

La reforma de las pensiones reci¨¦n aprobada va a incidir en las futuras reestructuraciones del sector del autom¨®vil, las va a encarecer, al penalizar a las empresas con beneficios que aborden planes de prejubilaci¨®n en sus expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE). Al menos as¨ª lo afirma F¨¦lix Mart¨ªn-Monz¨², director del departamento laboral de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Autom¨®viles y Camiones (Anfac), que ha realizado los c¨¢lculos y estima que los dos a?os de prestaciones por desempleo y cotizaciones sociales que ahora tendr¨¢n que asumir las compa?¨ªas tras la conocida como enmienda Telef¨®nica supondr¨¢ abonar 37.000 euros m¨¢s por cada trabajador para que se pueda jubilar con antelaci¨®n a la edad legal de retiro.

Los futuros ERE del autom¨®vil se dirigir¨¢n a personal m¨¢s barato

Endesa paga 1.100 millones en 3.600 bajas voluntarias incentivadas

Una mala noticia para uno de los pocos sectores que ha podido esquivar la crisis con una destrucci¨®n limitada de empleo. Diecisiete de las 18 factor¨ªas que las multinacionales de la automoci¨®n tienen en Espa?a han abordado ERE. "Entre 44.000 y 55.000 trabajadores han estado en suspensi¨®n temporal de empleo. Y eso ha permitido que entre 2008 y 2010 la industria solo haya perdido 4.300 empleados, el 8,9% del total; frente a una ca¨ªda de la producci¨®n del 17% y de un 42% de las ventas", afirm¨® Mart¨ªn-Monz¨² en la jornada anual que la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n (APD) dedica a las reestructuraciones empresariales, en esta ocasi¨®n plagada de asistentes.

El encarecimiento de las reestructuraciones (no solo en lo que respecta a las prejubilaciones, sino tambi¨¦n a las jubilaciones anticipadas y los contratos de relevo asociados a ella) "se habr¨ªa comido el 70% de los escasos beneficios que han tenido estas empresas en los ¨²ltimos dos a?os, con lo que las pr¨®ximas regulaciones de empleo van a reconducirse hacia colectivos menos caros", agrega.

Y esos son los trabajadores m¨¢s j¨®venes o aquellos que est¨¢n muy pr¨®ximos a la edad de jubilaci¨®n, en palabras de Jos¨¦ Urquiza, socio de la consultora Mercer, para quien los empleados realmente dif¨ªciles en los procesos de reestructuraci¨®n son aquellos que tienen entre 51 y 57 a?os (pues su despido es muy caro, y su recolocaci¨®n, muy complicada). A partir de esa edad son prejubilables y jubilables. Si no, que se lo digan a Endesa, que en 2002 puso en marcha un plan de bajas voluntarias por el que en 2015 pretende que en la compa?¨ªa no haya trabajadores mayores de 60 a?os. Un programa que le cuesta 1.100 millones de euros y por el que ya han salido de la el¨¦ctrica unas 2.400 personas de las 3.600 incluidas, seg¨²n Jaime S¨¢nchez Cano, director de previsi¨®n social de la compa?¨ªa. "Hemos generado un peque?o demonio: la cultura de la prejubilaci¨®n. Porque han sido planes muy generosos", afirma.

Y eso es precisamente lo que el Gobierno quiere limitar, en palabras del director general de Trabajo, Ra¨²l Riesco, con el reglamento reci¨¦n aprobado de expedientes de regulaci¨®n de empleo: "Queremos promover un cambio cultural. Pasar de la cultura de la indemnizaci¨®n y la prejubilaci¨®n a que el empleado sujeto a ERE se reincorpore cuanto antes al mercado de trabajo".

Claro que no deja de ser sorprendente, como se encarga de apuntar Pilar Cavero, socia directora del ¨¢rea laboral de Cuatrecasas, Gon?alves Pereira, que no se vaya a penalizar a las cajas de ahorros que est¨¢n acometiendo planes de prejubilaciones masivos con cargo a las arcas p¨²blicas, como ha ocurrido con Telef¨®nica. El Gobierno calcula el coste de la reestructuraci¨®n de las cajas en unos 700 millones de euros en prestaciones por desempleo para unos 13.000 empleados despedidos y prejubilados. Mientras que el coste del ERE que tendr¨¢ que asumir Telef¨®nica por el mismo concepto se estima en unos 300 millones de euros. Lo que ha llevado a la operadora a rebajar de 8.500 a 6.500 los trabajadores incluidos en el ERE.

Y aunque UGT considera que los cambios legislativos que se est¨¢n sucediendo en el mercado laboral van encaminados a menos del 3% del tejido productivo espa?ol, es decir, las grandes empresas, seg¨²n afirm¨® en la jornada de la APD Jes¨²s Gonz¨¢lez, su responsable de Uni¨®n de Previsi¨®n Social, lo cierto es que el estudio sobre prejubilaciones elaborado por la consultora Mercer se?ala que, al contrario de lo que suced¨ªa en 2009, en 2011 son las empresas medianas (de entre 100 y 500 trabajadores) las que acometen la mayor¨ªa de los despidos, el 47%. Las m¨¢s grandes lo hicieron antes, y hoy suman el 28% del total si cuentan con m¨¢s de 1.000 empleados y el 15% si tienen entre 500 y 1.000.

A medida que avanza la crisis, mantiene Mercer, los complementos a la jubilaci¨®n aportados por las empresas se van alejando de ese 100% al que llegaban inicialmente. Lo que no ha variado, de momento, es la edad media de 57-58 a?os de los trabajadores prejubilados; esa que ahora s¨ª va a variar en dos a?os tras el aumento de la edad de jubilaci¨®n a 67 a?os. Las salidas pasar¨¢n a producirse a los 58-60 a?os, dice Urquiza, para quien aunque la legislaci¨®n encarezca los retiros prematuros, siempre van a seguir us¨¢ndose. Esta semana Iberia y Urende han anunciado dos ERE.

De hecho, nos enfrentamos a la segunda ola de reestructuraciones de empleo de la crisis. "Las empresas estaban esperando como agua de mayo a que se aclarase el panorama legislativo en materia laboral. Y a partir de septiembre tramitaremos m¨¢s ERE", coinciden David D¨ªaz, socio de Baker & McKenzie, y Pilar Cavero, que tiene entre manos al menos tres que afectan a unos 450 empleados y, lo que m¨¢s le preocupa, responden a retirada de empresas extranjeras de Espa?a.

Pocas peque?as y medianas empresas se pueden permitir los car¨ªsimos planes de prejubilaciones, a?ade la abogada de Cuatrecasas; a lo que s¨ª se est¨¢n atreviendo es a usar el despido objetivo (indemnizado con 20 d¨ªas por a?o en lugar de 45) "porque su situaci¨®n es cr¨ªtica e interpretan la causa productiva". "Al ser m¨¢s escasos los recursos, pelean los litigios hasta sus ¨²ltimas consecuencias, y las posibilidades de alcanzar un acuerdo antes del juicio se reducen", agrega D¨ªaz. Y es que los ERE siguen siendo una peque?a parte de los despidos, no llegan al 10%, pero son m¨¢s llamativos que los individuales pues los protagonizan empresas de mayor tama?o e implican a m¨¢s personal.