Menos abortos y m¨¢s tempranos

Menos abortos y cada vez m¨¢s tempranos. La pol¨¦mica ley de salud sexual y reproductiva cumple ma?ana un a?o, y uno de sus puntos b¨¢sicos, el que permite abortar sin dar explicaciones hasta la semana 14 de gestaci¨®n, ha calado en la sociedad. Las mujeres cada vez acuden antes a las cl¨ªnicas. Muchas antes incluso de que se pueda realizar la intervenci¨®n (a partir de la semana cinco). El balance del primer aniversario de la norma que consagra el derecho al aborto revela tambi¨¦n que se mantiene la tendencia a la baja en el n¨²mero de intervenciones, seg¨²n las cl¨ªnicas que las practican. Una percepci¨®n que comparte el Ministerio de Sanidad.

La ley -que a¨²n espera el dictamen del Tribunal Constitucional al recurso planteado por el PP- no ha logrado, sin embargo, atajar las desigualdades entre las comunidades aut¨®nomas. Las diferencias en la informaci¨®n que dan a las mujeres, los sistemas de concierto o la disponibilidad de acceso a la prestaci¨®n financiada en la regi¨®n de origen, muestran que sigue habiendo obst¨¢culos.

Las menores que alegan conflicto para abortar solas no son mayor¨ªa

S¨ª hay una pauta com¨²n que comparten casi todas las regiones: la tendencia a la baja en el n¨²mero de abortos. En 2009, las interrupciones voluntarias del embarazo bajaron (un 3,7%) por primera vez desde que hay datos. Y el descenso ha seguido en 2010, seg¨²n las cifras que manejan las cl¨ªnicas privadas -que practican m¨¢s del 90% de estas intervenciones-. "En Andaluc¨ªa, por ejemplo, han descendido entre un 3% y un 5%, seg¨²n la provincia", apunta Francisca Garc¨ªa, portavoz de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n del Embarazo (Acai), que agrupa a una treintena de centros.

Sanidad a¨²n no tiene listo el informe sobre las intervenciones de 2010, pero las autonom¨ªas que ya disponen de datos ratifican ese descenso o, al menos, el estancamiento de esta pr¨¢ctica. En 2010, en la Comunidad Valenciana se realizaron unas 300 intervenciones menos que en 2009; y en Murcia (una de las regiones con mayor n¨²mero de abortos) aumentaron un 1% tras una ca¨ªda del 10%.

Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, secretario general de Sanidad, no se aventura a hablar de porcentajes, pero s¨ª afirma que el patr¨®n de descenso se mantiene con la ley de plazos. "La venta sin receta de la p¨ªldora poscoital, los programas de prevenci¨®n de embarazos y la llegada de nuevos anticonceptivos financiados est¨¢ ayudando a reducir los embarazos indeseados", analiza. Garc¨ªa no comparte ese diagn¨®stico, y atribuye el descenso a la ca¨ªda en la inmigraci¨®n: los abortos de extranjeras han sido el 40% del total en los ¨²ltimos a?os.

La radiograf¨ªa de la aplicaci¨®n de la nueva ley arroja otras realidades. Luisa Torres, trabajadora social de la Cl¨ªnica Dator de Madrid, ha advertido que desde que la norma entr¨® en vigor las mujeres toman la decisi¨®n antes. "Nunca han acudido tan pronto como ahora. Algunas llegan nada m¨¢s confirmar que tienen un retraso", asegura. El grueso de los abortos siempre se ha concentrado antes de la semana 12, pero ese tiempo ahora es menor, seg¨²n Torres.

Ejemplo de ello es Marta G. Esta mujer de 36 a?os y embarazada de cinco semanas ha acudido a un centro privado de Madrid acompa?ada de una amiga. "Me he dado cuenta de que no puedo tener un hijo con mi pareja. Ser¨ªa un gran error. As¨ª que, para qu¨¦ marear m¨¢s la decisi¨®n", explica.

Torres, que lleva m¨¢s de 25 a?os atendiendo a mujeres, cree que estas acuden a las cl¨ªnicas antes porque no hay conciencia de que m¨¢s all¨¢ del plazo libre de las 14 semanas existe la opci¨®n de abortar bajo ciertos supuestos -como con la antigua ley-, entre los que se incluye el de riesgo para la salud mental de la madre (el m¨¢s usado antes). "Las mujeres no lo saben, pero los profesionales tampoco les informan", esgrime la trabajadora social.

El que fue el punto m¨¢s controvertido de la ley que ahora cumple un a?o, el que permite a las chicas de 16 y 17 a?os abortar sin consentimiento de sus padres, y que contempla la posibilidad de que no tengan ni siquiera que cont¨¢rselo si alegan que hacerlo les puede generar un conflicto, se ha desarrollado con poco ruido.

Lejos de convertirse en el coladero que algunos -como las organizaciones Derecho a Vivir o el PP- auguraban, las menores que acuden solas no son mayor¨ªa. "Suponen entre el 10% y el 20%", apunta la portavoz de Acai. Una cifra que Torres eleva hasta el 40%. Las chicas que alegan conflicto -espa?olas y extranjeras por igual, que esgrimen presiones familiares, desarraigo o creencias religiosas paternas- llegan con la decisi¨®n madura.

Laura tiene clar¨ªsimo que no puede decirlo en casa. Tiene 16 a?os y toda la vida por delante. Acaba de terminar 4 de la ESO, quiere hacer Bachillerato y despu¨¦s una carrera. "No puedo tener un beb¨¦ ahora", argumenta. Sonr¨ªe con tristeza Cuenta que sus padres no la apoyar¨ªan. Sabe de lo que habla. Lo vivi¨® hace dos a?os, cuando su hermana se qued¨® embarazada y lo cont¨® en casa. "Ha tenido el ni?o, pero tampoco la han ayudado", confiesa. Ella est¨¢ embarazada de seis semanas. Solo su novio la ha acompa?ado en la decisi¨®n. Prefiere evitar presiones.