Los proyectos en espera del Madrid del futuro
El Ayuntamiento gasta 1,8 millones en vigilar edificios vac¨ªos que iban a ser reformas estrella en ¨¦pocas de bonanza
La crisis ha dejado en la cuneta proyectos emblem¨¢ticos del Madrid del futuro, planes de transformaci¨®n de edificios en desuso o de construcci¨®n de equipamientos p¨²blicos que tienen que mejorar la vida cotidiana de los habitantes de algunos barrios. Los tiempos no est¨¢n para gastos. Lo que no es prioritario, se deja para m¨¢s adelante. Pero incluso as¨ª, con los proyectos en standby, al Ayuntamiento le cuesta dinero mantenerlos. Solo en vigilar cuatro de estos lugares el Consistorio est¨¢ gastando 1,8 millones de euros. El contrato de custodia, que prev¨¦ que haya un vigilante las 24 horas, se acaba de adjudicar por dos a?os y 1.753.000 euros a la empresa Prosegur. Su misi¨®n, entre otras, es evitar que entren okupas en los grandes proyectos aparcados del complejo Legazpi, el estadio Vallehermoso, el Faro de Moncloa y el palacio de la duquesa de Sueca.
- Estadio de Vallehermoso. "La demolici¨®n del Vallehermoso dar¨¢ paso a un gran parque, de 20.000 metros cuadrados, y un gran estadio de atletismo", dec¨ªa una noticia de este peri¨®dico de julio de 2007. La acompa?aba una fotograf¨ªa antigua de Edwin Moses, el atleta que perdi¨® all¨ª su hegemon¨ªa tras una d¨¦cada de ¨¦xitos en los 400 metros vallas. El estadio cerraba sus puertas tras 46 a?os. El Ayuntamiento pretend¨ªa reformarlo entero, ampliar su pista de atletismo (de seis a ocho calles), construir una piscina cubierta y varias pistas deportivas y modernizar todo lo dem¨¢s.
Las obras iban a empezar en el oto?o de 2007. Pero si hoy uno pasea por la avenida de las Islas Filipinas lo que encuentra es una puerta herrumbrosa con el nombre del estadio y, tras la valla, malas hierbas casi del tama?o de una persona adulta. Desde la calle no se ve, pero unos metros m¨¢s all¨¢, entre la maleza, lo que fue una joya del atletismo madrile?o es ahora un enorme agujero situado en pleno barrio de Chamber¨ª, al lado de los campos de golf del Canal de Isabel II.
El proyecto de construcci¨®n de las instalaciones deportivas se inici¨® en 2006, en 2008 se aprob¨® el plan especial y en 2009 el Ayuntamiento sac¨® a concurso el contrato de concesi¨®n de obra p¨²blica. No se present¨® nadie. La crisis en sus dos vertientes, la falta de cr¨¦dito bancario y la menor previsi¨®n de demanda de los usuarios, dejaron al Vallehermoso convertido en un hermoso solar. Pero su suerte podr¨ªa cambiar en breve.
El Ayuntamiento ha redactado un nuevo proyecto, mucho menos ambicioso -y mucho m¨¢s barato (55 millones) y atractivo para una empresa-, en el que ya no hay aparcamiento subterr¨¢neo, ni estadio de atletismo, ni piscina al aire libre. Queda el pabell¨®n polideportivo cubierto, una piscina cubierta reglamentaria y otra de ense?anza, tres salas polivalentes y otra para practicar esgrima. La concesi¨®n est¨¢ a punto de adjudicarse y el Consistorio calcula que las obras empezar¨¢n en octubre y acabar¨¢n en a?o y medio. El estadio, eso s¨ª, tendr¨¢ que esperar.
- Complejo Legazpi. Eran los tiempos en los que los pol¨ªticos a¨²n no se cortaban a la hora de hacer declaraciones grandilocuentes. Cuando la crisis a¨²n no hab¨ªa hecho mella en el empe?o de transformar espacios degradados de la ciudad en nuevos polos culturales. "El Guggenheim madrile?o", "el Covent Garden madrile?o", se refer¨ªan en el a?o 2000 al antiguo Matadero, que pensaban reconvertir en un centro cultural del tama?o de siete campos de f¨²tbol. No solo las naves donde se sacrificaban reses; tambi¨¦n el mercado de frutas y verduras, en la plaza de Legazpi, que hab¨ªa quedado desierto engullido por la pujanza de Mercamadrid. Un mastod¨®ntico y peculiar -de forma triangular con un patio interior- edificio de 24.000 metros cuadrados y estilo racionalista dise?ado en 1935 por Francisco Javier Ferrero Llusi¨¢ (autor tambi¨¦n del viaducto de Segovia) que empezaba a acusar el paso del tiempo.
Cuando Gallard¨®n present¨® el proyecto de reforma, que luego ganar¨ªan los arquitectos Ulargui y Pesquera, lo calific¨® como el "nuevo hito arquitect¨®nico" de la ciudad. Iba a empezar a construirse en 2008, para acabarse en 2010. Hoy la estampa del vetusto edificio de ladrillo contrasta demasiado con su vecino Madrid R¨ªo, que tiene incluso una conexi¨®n (una rampa) con ¨¦l ya preparada, para cuando haya algo que conectar. "Al pasar y ver el parque y al lado el edificio, con esa sensaci¨®n de abandono, te das cuenta de que es urgente, al menos, actuar en el exterior", reflexiona Jes¨²s Ulargui, el arquitecto cuyo proyecto tiene que convertir el mercado en la nueva sede de la Gerencia de Urbanismo y en dos edificios de oficinas de promoci¨®n privada que sufraguen el resto de la operaci¨®n. Hoy la obra est¨¢ "aplazada", dicen desde Urbanismo, y no precisan cu¨¢ndo podr¨¢ recuperarse.
- Palacio de la duquesa de Sueca. Uno se asoma a esa placita que apenas lo es, en la calle del Duque de Alba, y no se imagina que detr¨¢s de esa fachada que bien podr¨ªa ilustrar la car¨¢tula de una pel¨ªcula de terror hay 7.200 metros cuadrados de palacio del siglo XVIII que en un tiempo fue residencia de la duquesa de Sueca, esposa del primer ministro de Carlos IV, Manuel Godoy. Los dos locales comerciales de los bajos parecen haber quebrado hace d¨¦cadas, y la enorme puerta de entrada, digna de palacio dieciochesco, chirr¨ªa cuando se abre para dejar paso a la cabeza del vigilante jurado. Su misi¨®n, evitar que entren okupas. Dentro, el edificio, construido en tres plantas alrededor de un patio donde los hierbajos se abren paso entre el hormig¨®n, est¨¢ en tal estado de deterioro que parece a punto de venirse abajo.
Los a?os pasan, y las promesas de convertirlo en sede de la Concejal¨ªa de Medio Ambiente, primero, y en pisos para j¨®venes, despu¨¦s, han quedado en nada. La historia del inmueble se extrav¨ªa en expropiaciones, juicios y negociaciones entre unos propietarios que no pueden hacer negocio con ¨¦l y un Ayuntamiento que ve c¨®mo pasan los a?os y pierde la oportunidad de dar utilidad a esta finca de "uso dotacional p¨²blico" situada en pleno centro, a medio camino entre Tirso de Molina y La Latina.
Todo empez¨® cuando ?lvarez del Manzano expropi¨® el inmueble en 1999 para darle uso social. El equipo de Gallard¨®n lo hered¨®, pero pas¨® m¨¢s de una d¨¦cada y se sucedieron los planes de futuro para el edificio, que nunca se concretaban. En 2008 los jueces dictaminaron, en sentencias firmes, que la expropiaci¨®n fue ilegal y que el palacio deb¨ªa volver a sus antiguos due?os. Estos exigieron la reversi¨®n, pero pidieron tambi¨¦n que lo recalificaran a su antiguo uso como viviendas. Eso permitir¨ªa a la constructora propietaria de la mayor parte del edificio hacer negocio con ¨¦l. De hecho, ten¨ªa la intenci¨®n de convertirlo en hotel. De momento, los tribunales no les han dado la raz¨®n. As¨ª que, en un absurdo legal, el Ayuntamiento debe venderles el edificio por el precio (actualizado a 2011) por el que lo expropi¨®, pero al estar calificado como de uso dotacional, no pueden hacer nada con ¨¦l. Est¨¢ llamado a volver a ser expropiado. Actualmente hay 22 procedimientos judiciales en marcha.
- Faro de Moncloa. La historia del Faro de Moncloa es la historia de un fiasco. El ascensor panor¨¢mico, que se elevaba hasta los 90 metros, se estrope¨® al d¨ªa siguiente de la inauguraci¨®n, en febrero de 1992. A?o y medio despu¨¦s se le hab¨ªan desprendido cinco de las placas de acero (de 65 kilos cada una) que lo recubr¨ªan. Ya la construcci¨®n se pas¨® de frenada. Se adjudic¨® por 343 millones de pesetas, pero result¨® un 83% m¨¢s cara. La torre de comunicaciones se qued¨® en una sola antena de radio que ni siquiera usaba la Polic¨ªa Municipal -prefer¨ªan la de la Torre de Madrid porque la otra ten¨ªa zonas de sombra-. Cerr¨® definitivamente en 2008: no cumpl¨ªa las normas de seguridad del propio Ayuntamiento. No falta quien cree que ser¨ªa mejor demolerlo porque nadie lo echar¨ªa de menos.
La obra de remodelaci¨®n acab¨® en enero pasado. El Consistorio emple¨® 5,7 millones de euros (del Plan E) en un nuevo ascensor y en acondicionar la zona del mirador y la de la base, que acoger¨¢n un restaurante y una terraza, respectivamente. Se dijo entonces que los ciudadanos podr¨ªan volver a subir a otear el horizonte pasado el verano, pero ser¨¢ m¨¢s tarde. El concejal de Hacienda, Juan Bravo, prev¨¦ sacar el concurso para que lo explote una empresa en oto?o.
La 'okupa' m¨¢s longeva del Consistorio
Pasan unos minutos de la una del mediod¨ªa cuando un hombre de mediana edad cargado con una bolsa de supermercado de la que asoma una barra de pan se acerca a la entrada del palacio de la Duquesa de Sueca. Con la familiaridad de quien repite a menudo el gesto, se saca una llave del bolsillo y abre el port¨®n de madera, del que enseguida asoma la cabeza de la vigilante de seguridad. Se saludan y ¨¦l entra en el destartalado edificio del siglo XVIII en la plaza del Duque de Alba. Dentro, en una vivienda sin luz ni agua corriente del primer piso, espera las provisiones su suegra, Carmen Mart¨ªn. La mujer, de 95 a?os, es la ¨²nica inquilina del edificio abandonado. El Ayuntamiento de Madrid lleva cinco a?os tratando de desalojar a su okupa m¨¢s longeva.
Pero no hay manera. Do?a Carmen se resiste a abandonar la que ha sido su casa desde que naci¨®. Hasta tres pisos diferentes le ha ofrecido la Empresa Municipal de la Vivienda, y los tres los ha rechazado. A uno lleg¨® a trasladar sus muebles -a excepci¨®n de la cama-, pero volvi¨® al palacio, sin m¨¢s compa?¨ªa que alg¨²n gato que se pasea indolente por el patio, cubierto de hierbajos. La semana pasada el Bolet¨ªn Oficial public¨® el anuncio de desahucio, que le da 15 d¨ªas h¨¢biles para alegar. Sus dos hijas han escrito al Ayuntamiento para pedir que no la desalojen.
El palacio, construido en el siglo XVIII como escuela para los hijos de los criados de Carlos III, tuvo muchos usos -en 1791 se reform¨® para acoger una residencia nobiliaria en la que vivi¨® la Duquesa de Sueca, mujer del primer ministro de Carlos IV, Manuel Godoy; despu¨¦s fue sede del Colegio de Humanidades de Francisco Serra y a finales del XIX, cuartel de la Guardia Civil- antes de convertirse en el edificio de viviendas en el que naci¨® Do?a Carmen. El duque de Sueca le regal¨® el piso a su padre, seg¨²n cont¨® ella misma a este peri¨®dico en enero de 2007.
Ahora do?a Carmen no quiere hablar con nadie. No abre la puerta a los servicios sociales, y mucho menos a los periodistas. "?Qui¨¦n?", pregunta una vocecilla. Se la oye acercarse a la puerta. Parece que camina vacilante, como arrastrando los pies. Despu¨¦s, silencio. No contesta ni para decir que no quiere contestar. Conserva una l¨ªnea telef¨®nica, pero cuando descuelga se queda callada. Su familia tampoco accede a comentar en qu¨¦ situaci¨®n se encuentra la mujer. "Es muy suya, muy cerrada", dice la vendedora de cupones de la plaza. "No la veo salir al menos desde enero".
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