De risas, orejas y borregos
Ni se sabe lo que se estar¨¢n riendo de Pamplona o, mejor, en Pamplona, El Juli, su apoderado y sus m¨¢s allegados. El diestro de Madrid cobr¨® una fortuna por una corrida que no ten¨ªa peligro. Le tocaron en suerte dos borregos. Cort¨® una oreja a su primero, con una faena en la que predominaron pases fuera de cacho, realizado todo ello con facilidad o, m¨¢s bien, futilidad. Al menos en ese toro mat¨® bien. Mas la risa alcanza el cl¨ªmax al memorar la actuaci¨®n del quinto, al serle otorgadas dos orejas. Despu¨¦s de una faena iniciada con buenos doblones, lo tore¨® con las dos manos, donde se contabilizan algunos muletazos largos, ligados y templados, con ciertas fases de pico. Es inconcebible que le dieran a El Juli la segunda oreja, despu¨¦s de pasaportar al toro a trav¨¦s de una estocada ca¨ªda. No puede ser. Pero as¨ª est¨¢n las cosas del toreo actual. Las figuras imponen sus gustos, eligen los toros y hacen el toreo sin. Es decir, torean sin la solidez necesaria, sin la hondura de vida, sin cargar la suerte. Son los toreros sin.
R?O / D?AZ, JULI, PERERA
Toros de Victoriano del R¨ªo: desiguales de presentaci¨®n, justos de fuerza, suavones, borregos.
Curro D¨ªaz: pinchazo y estocada desprendida (silencio); cuatro pinchazos, media estocada ca¨ªda, nueve descabellos (silencio).
El Juli: estocada (oreja); estocada ca¨ªda (dos orejas). Sali¨® a hombros.
Miguel ?ngel Perera: estocada ca¨ªda (oreja); dos pinchazos y estocada desprendida -aviso- (silencio).
Plaza de toros de Pamplona. Octavo festejo de abono. Lleno. Martes 12 de julio.
Miguel ?ngel Perera mostr¨® empaque. Pero en ese empaque abarcaba una serie de muletazos fuera de cacho, con alg¨²n enganch¨®n, con momentos de temple y ligaz¨®n, y siempre trufado con mucho pico. Todo ello a un babosito sin peligro, como fue su primer toro. Cort¨® una oreja. Mat¨® de estocada ca¨ªda. En su segundo toro no hizo nada destacable.
Curro D¨ªaz estuvo sin estar. Abus¨® del pico en su primero. Aparent¨® maneras art¨ªsticas, pero detr¨¢s no hab¨ªa nada, o sea, fue un resultado pobret¨®n y superfluo. En su segundo mont¨® un mitin con los aceros.
Nos imaginamos las discusiones que habr¨¢n tenido algunos matrimonios por no haber ido a la corrida de hoy. Fueron a otras corridas y no a esta. Uno de los dos c¨®nyuges le estar¨¢ diciendo al otro: "Ya te dije yo que a la corrida que hab¨ªa que ir es a la de El Juli, porque ah¨ª es donde dan las orejas. Pero t¨² empe?ado en que hab¨ªa que ver las corridas duras". Es la vida.
La corrida de hoy
- Toros de la ganader¨ªa El Pilar para los diestros El Cid, El Fandi y Daniel Luque.
Babelia
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