El amargo fin de la odisea de los Me?o

Ni fueron felices ni comieron perdices. El drama de la familia Me?o termin¨® ayer en un acuerdo que no dej¨® satisfechos a los padres del joven postrado en una cama desde hace 22 a?os, cuando se someti¨® a una operaci¨®n de cirug¨ªa est¨¦tica en la nariz a la edad de 21. Los demandados y los abogados de la familia pactaron en los juzgados de la plaza de Castilla entregar una indemnizaci¨®n de 1.075.000 euros para los Me?o, m¨¢s las costas del proceso negociador, que ascienden a 10.000 euros. Pero no es dinero lo que quer¨ªa Juana Ortega. La madre, de 66 a?os, se siente "mal" por haber "traicionado" a su hijo. Antonio Me?o padre tuvo incluso que salir de la Sala del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 15 nada m¨¢s firmar el acuerdo de conciliaci¨®n. No pod¨ªa contener el llanto por haber "vendido" a su hijo.

Los padres se sienten "humillados" por haber aceptado el acuerdo

"Un mill¨®n o 10 millones, me sentir¨ªa igual de mal", asegura Ortega. La mujer afrontaba la vista de ayer con resignaci¨®n. Ya lo dec¨ªa el mi¨¦rcoles: "No hay dinero que pague lo que le han hecho a mi hijo". Los padres aceptaron el consejo de su abogado y de sus hijos y firmaron. Renunciaban as¨ª a iniciar otro periplo judicial con el que pedir la responsabilidad penal de los acusados.

Las seis partes demandadas -el anestesista Francisco Gonz¨¢lez Mart¨ªn-Mor¨¦, la cl¨ªnica Nuestra Se?ora de Am¨¦rica y las aseguradoras Allianz Ras Seguros y Reaseguros, SA, Caja de Seguros Reunidos, Seguros Generali, SA, y Cahispa, SA- consiguieron rebajar en 575.000 euros la cuant¨ªa que ped¨ªa el abogado de los Me?o, Gustavo Izquierdo, en el primer acto de conciliaci¨®n el 29 de abril. El acuerdo se cerr¨® la noche anterior a la vista, seg¨²n explic¨® Izquierdo. El objetivo era una cantidad no inferior a la que un juzgado de primera instancia ya les concedi¨® en 1993: 175 millones de pesetas (1.050.000 euros)."Lo mejor es a veces enemigo de lo bueno", valor¨® el abogado de la familia de Antonio Me?o, Gustavo Izquierdo. Eso no evit¨® que los padres del hombre, que tiene ahora 43 a?os, reconocieran ante los medios a la salida de los juzgados que se sienten "humillados" por haber aceptado el acuerdo. "D¨ªgale a su cliente que ?hurra! por lo que ha hecho con mi hijo y mi familia", asegura Juana Ortega que le espet¨® al abogado del anestesista.

A diferencia de lo que suelen hacer, Juana Ortega y Antonio Me?o padre dejaron ayer a su hijo en casa. No le llevaron a la vista judicial, explicaron, porque el lunes tienen que sacarle de casa para llevarle al hospital y eso ya es "demasiado movimiento para ¨¦l". Una hermana de la madre, Amparo Ortega, se qued¨® en su piso de M¨®stoles a cargo del hombre. "Ha estado tranquilo toda la ma?ana, hasta que sus padres le han contado lo que ha pasado. Dicen que no, pero ¨¦l se entera de lo que pasa", afirm¨® la mujer por la tarde.

A pesar de la resignaci¨®n que los Me?o dicen sentir tras firmar el acuerdo, reconocen que se quedan "m¨¢s tranquilos" por saber que, si les pasa cualquier cosa, "algo quedar¨¢" para que sus otros tres hijos cuiden de su hermano. Pero lo que ellos habr¨ªan querido es que el "culpable de todo esto", que seg¨²n Juana Ortega es el anestesista, se sentara en el banquillo de los acusados. Una opci¨®n que, con el pacto firmado ayer, queda descartada.

El acuerdo impide que se vuelva a abrir el caso ante los juzgados y que un tribunal decida si hubo negligencia m¨¦dica o no. "Las aseguradoras son tambi¨¦n v¨ªctimas de la mentira del anestesista. Actuaron seg¨²n la versi¨®n aportada por la cl¨ªnica, pero si les hubieran dicho la verdad, las aseguradoras habr¨ªan pagado", afirm¨® por tel¨¦fono la madre de Me?o un d¨ªa antes de la vista. "El que tiene la culpa es el doctor Gonz¨¢lez. Con dinero", insiste, "no se paga lo que le ha hecho a mi hijo".

El nuevo abogado de la familia ha negociado "durante meses" con las aseguradoras de la cl¨ªnica en la que Antonio Me?o hijo se hizo la rinoplastia. Es ¨¦l tambi¨¦n quien les aconsej¨®, al hacerse cargo del caso, que llegaran a un acuerdo. El anterior letrado, Luis Bertelli, dej¨® el asunto tras conseguir que el Tribunal Supremo diera la raz¨®n a la familia y anulara la condena de 400.000 euros en costas que el mismo tribunal les hab¨ªa impuesto en 2008. Antes de que el Alto Tribunal tomara esa decisi¨®n la familia tuvo que "echarse" a la calle. Instalaron una caseta en la plaza de Jacinto Benavente en la que vivieron durante 522 d¨ªas para pedir "justicia". En 1993, un juzgado de instrucci¨®n hab¨ªa dictado una primera sentencia en su favor, pero la cl¨ªnica recurri¨® y recurri¨® y el Supremo termin¨® reclamando a la familia Me?o todos sus bienes para pagar las costas. Hasta que apareci¨® un nuevo testigo en 2010. El doctor Ignacio Frade declar¨® ante el tribunal que Antonio Me?o no se hab¨ªa asfixiado en su propio v¨®mito, como dec¨ªa la cl¨ªnica, sino que permaneci¨® unos minutos sin ox¨ªgeno, desconectado del cable de respiraci¨®n, sin que el anestesista estuviese presente.

Hoy es el primer d¨ªa de una nueva vida para los Me?o. Dejar¨¢n de ir a los juzgados, de atender a los medios y podr¨¢n dedicarse a atender a su hijo sabiendo que ahora est¨¢n solo ellos.