Las 'otras' SGAE

Analizar las otras SGAE que existen en el mundo a veces es como tener en las manos un juego de mu?ecas rusas y otras como si avent¨¢ramos grano en una era. Las empresas se agrupan, pero tambi¨¦n se dispersan. Por un lado, en Europa, tres instituciones: Aepo-Artis, EVA (European Visual Artist) y GESAC (Groupement Europ¨¦en des Soci¨¦t¨¦s d'Auteurs et Compositeurs), a la que pertenece la SGAE, dan cobijo a 118 entidades de gesti¨®n.

Mientras que trabajando en el ¨¢mbito internacional, CISAC (Confederation of Authors and Composers Societies), IFFRO (International Federation of Reproduction Rights Organisations), ALAI (Association Litt¨¦raire et Artistique Internationale) y BIEM (Bureau International des Societies Gerant Les Droits D'enregistrement et de Reproduction Mecanique) suman 394 sociedades. Y a¨²n faltar¨ªa a?adirle, para dibujar nuestro particular mapamundi, los afiliados que GEDRI (Grupo de Entidades de Derechos Reprogr¨¢ficos de Iberoam¨¦rica) y FILAIE (Federaci¨®n Iberolatinoamericana de Artistas, Int¨¦rpretes o Ejecutantes) tienen en Am¨¦rica Latina.

En todo el mundo existen m¨¢s de 500 sociedades especializadas

Cuanto m¨¢s dinero recauda una entidad m¨¢s poder tiene

Adem¨¢s, operando en un espacio intermedio, pues no se define como una sociedad de gesti¨®n de derechos de autor al uso, estar¨ªa AGICOA (Association de Gestion Internationale Collective des Oeuvres Audiovisuelles), a la que pertenece la espa?ola EGEDA (Entidad de Gesti¨®n de Derechos de los Productores Audiovisuales), que re¨²ne 45 sociedades.

Desde luego, uno corre el riesgo de perderse en este sudoku de acr¨®nimos. Pero haciendo una sencilla suma vemos que al menos operan en el mundo 557 empresas representativas. Ahora bien, ?qu¨¦ dinero manejan en conjunto? No hay cifras oficiales, aunque s¨ª algunas pistas.

Dentro de las actividades que generan derechos de autor, sin duda son las licencias que ata?en a la m¨²sica las que producen m¨¢s ingresos. En la Uni¨®n Europa (UE) existen m¨¢s de 900.000 autores, compa?¨ªas discogr¨¢ficas, int¨¦rpretes y compositores cuya representaci¨®n se distribuye en 65 sociedades licenciatarias de m¨²sica. Estos jugadores, avanza la consultora KEA, movieron (¨²ltimos datos disponibles) en 2004 unos 4.962 millones de euros.

Pero si vamos al coraz¨®n de este negocio, o sea a los autores y compositores (unos 600.000), que suelen ser los due?os de los copyright musicales, veremos que en la UE a trav¨¦s de las sociedades de gesti¨®n han recaudado en ese a?o 4.350 millones. Esta cantidad, para hacerse una idea de la potencia recaudatoria que tienen, es tres veces superior a la recogida por sus hom¨®logas estadounidenses y quintuplica a las entidades japonesas.

Tambi¨¦n hay que tener presente que es un sistema, tal y como est¨¢ planteado, muy insolidario. Un ejemplo. Performing Right Society (PRS) es una de las principales sociedades de gesti¨®n del Reino Unido. Pues bien, de sus m¨¢s de 30.000 miembros solo 700 afortunados, seg¨²n KEA, reciben m¨¢s de 25.000 libras (28.400 euros) en ganancias mientras que unos 16.000 tienen que conformarse con menos de 100 libras (113 euros).

En Espa?a, la Comisi¨®n Nacional de la Competencia (CNC) ya advirti¨® que en la SGAE cerca de 600 titulares concentraban el 75% de todo lo repartido. Esta situaci¨®n reivindica la importancia de establecer un sistema "caracterizado por la solidaridad entre los creadores de elevados ingresos y aquellos menos conocidos o que ocasionalmente generan menos dinero", se lee en el estudio The Collective Management of Rights in Europe, elaborado por KEA.

Desde una mirada legal, estas sociedades se construyen de maneras muy diversas: asociaciones, organizaciones p¨²blicas, compa?¨ªas privadas. Y en muchos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea est¨¢ prohibido que tengan prop¨®sitos lucrativos. "En Espa?a, las entidades de gesti¨®n se han constituido siempre bajo la f¨®rmula de asociaciones porque no pueden tener ¨¢nimo de lucro, mientras que en Francia son sociedades civiles y en Alemania han adoptado mayoritariamente la forma de asociaci¨®n econ¨®mica con capacidad jur¨ªdica", desgrana Alejandro Negro, experto en propiedad intelectual del bufete Cuatrecasas.

Por ir al detalle, en Francia ¨²nicamente la SPEDIDAM (Soci¨¦t¨¦ de Perception et de Distribution des Droits des Artistes Musiciens Interpr¨¨tes et Ex¨¦cutantes), que en 2004 se fusion¨® con ADAMI (Administration des Droits des Artistes et Musiciens Interpr¨¨tes), y la ADAGP (Association de D¨¨fense des Artistes Graphiques et Plastiques) no son sociedades civiles y en Alemania algunas, sobre todo las de m¨¢s reciente creaci¨®n, operan como empresas de responsabilidad limitada (G?FA, VFF, VGF, GWFF). Aunque la gran excepci¨®n es Italia. "Su SIAE (Societ¨¢ Italiana degli Autori ed Editori), que se remonta a los tiempos de Mussolini, es un organismo p¨²blico y aprueba sus resoluciones a trav¨¦s del Bolet¨ªn Oficial de Italia", explica Juan Jos¨¦ Mar¨ªn, abogado especializado en estas lides del despacho G¨®mez Acebo & Pombo.

Pero al igual que en otras actividades empresariales, el gran v¨¦rtice de comparaci¨®n es EE UU. All¨ª la iniciativa privada comercial se lleva la parte del le¨®n. A d¨ªa de hoy, cuatro firmas definen buena parte del mercado: ASCAP (American Society of Composers, Authors & Publishers), BMI (Broadcast Music Inc), SESAC (originalmente, Society of European Stage Authors & Composers) y CCC (Copyright Clearence Center). En total, suman 2.155 millones de d¨®lares (1.530 millones de euros) en ingresos durante 2010 y m¨¢s de un mill¨®n de asociados.

En cuanto a su vecino del norte, Canad¨¢ posee un sistema an¨¢logo al americano, aunque m¨¢s fragmentado (operan 25 entidades) y su estructura tiene en cuenta el estatus pol¨ªtico de Quebec.

Sin embargo, hay otra situaci¨®n singular que pide una respuesta. Si el mercado estadounidense es mucho m¨¢s grande que el espa?ol, ?c¨®mo logran las ocho entidades de gesti¨®n que hay en Espa?a recaudar al a?o, acorde con el c¨¢lculo del bufete Abanlex, unos 420 millones de euros? Hablamos de una cifra que representa casi un tercio del montante estadounidense.

La clave reside en la copia privada y en el canon que se paga por ella. "En Espa?a, una gran fuente de los ingresos de las sociedades de gesti¨®n procede de este apartado

[97,1 millones de euros en 2007], mientras que en Estados Unidos no existe con car¨¢cter general un gravamen equivalente", apunta Marta Baylina, experta en propiedad intelectual de Clifford Chance, "pues predomina el concepto que llaman Fair Use (uso aceptable)".

Como ha demostrado la realidad, cuanto m¨¢s recauda una sociedad de gesti¨®n m¨¢s poder tiene. Y en esa geometr¨ªa, las tarifas son clave. En Europa, la fijaci¨®n de los precios es muy discrecional. Se establecen casi unilateralmente por estas entidades y ah¨ª reside uno de los problemas.

Tanto es as¨ª que "las diferencias entre Espa?a y otros pa¨ªses europeos en cuanto a las tarifas prefijadas son notables. En Alemania, el canon digital es mucho menor que aqu¨ª mientras que en Francia resulta bastante mayor. En las naciones en las que no se aplica el canon y en aquellas en las que las tarifas se hallan muy por debajo en comparaci¨®n a las espa?olas, la copia il¨ªcita est¨¢ castigada con duras multas", concluye Eduardo Lagar¨®n, abogado especializado en propiedad intelectual de Abanlex.