La ca¨ªda de la CAM
La intervenci¨®n de la entidad aflora la connivencia entre los responsables de la caja y los sucesivos gobiernos valencianos - El suspenso en el test y la divisi¨®n del consejo precipitaron la intervenci¨®n de la caja
"?A qui¨¦n representas t¨², si no controlas ni tu propio consejo?". Esta fue la respuesta que cosech¨® Modesto Crespo, expresidente de Caja Mediterr¨¢neo (CAM) en su ¨²ltima y desesperada visita a la sede central del Banco de Espa?a en Madrid, cuatro d¨ªas antes de que la m¨¢xima autoridad bancaria optara por intervenir la entidad a la vista de las dudas sobre su viabilidad econ¨®mica en solitario.
Crespo, seg¨²n fuentes oficiales, reprodujo esta contestaci¨®n en el ¨²ltimo consejo de la caja, celebrado en la ma?ana del viernes d¨ªa 22 de julio, cuando el exmandatario, tras corroborar que el Banco de Espa?a no aceptaba ni un minuto m¨¢s de pr¨®rroga para buscar el salvador socio privado, comunic¨® oficialmente al consejo su decisi¨®n de adelantar a las cero horas del d¨ªa siguiente la entrada de la ayuda de 2.800 millones de euros del FROB en el accionariado del nuevo banco, que en la pr¨¢ctica supon¨ªa la p¨¦rdida de la autonom¨ªa de la caja a favor del Estado.
El presidente de la caja amag¨® con dimitir un d¨ªa antes de la intervenci¨®n
"Camps es honrado y siempre lo defender¨¦", dijo Crespo en su adi¨®s
El Banco de Espa?a irrumpi¨® en el consejo con un ultim¨¢tum
"Los consejeros ¨¦ramos considerados como aves de paso"
Ese consejo signific¨® el ¨²ltimo acto del drama que la caja alicantina comenz¨® a escenificar apenas un a?o y unos meses antes, cuando azuzada por el Banco de Espa?a, inici¨® la carrera en pos de consolidar una fusi¨®n fr¨ªa, en el argot bancario y t¨¦cnicamente un SIP (sistema institucional de protecci¨®n). Todo parec¨ªa encarrilado cuando la CAM se integr¨® en el SIP del Banco Base, junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura. Pero el sue?o apenas dur¨® unos meses. En abril de este a?o, las asambleas de sus tres socios en la fusi¨®n fr¨ªa expulsaron a la CAM del nuevo grupo bancario. En la forma, por diferencias del peso de la caja en el SIP; y en el fondo, por el lastre de la inversi¨®n del ladrillo en los balances de la entidad alicantina.
Entre abril y mediados de este mes de julio, Crespo prosigui¨® en su huida hacia adelante en busca de un socio privado. Todo antes que entregarse a los brazos del Banco de Espa?a. Pero los esfuerzos del empresario volvieron a resultar est¨¦riles.
Mientras, el reloj corr¨ªa vertiginosamente en contra de los intereses de la CAM. Se avecina otra fecha marcada en rojo por la c¨²pula de la entidad. El viernes 15 de julio el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, dio a conocer los resultados de las pruebas de solvencia a la banca realizados por la Uni¨®n Europea.
La direcci¨®n de la CAM se tem¨ªa lo peor. Un grupo de consejeros solicit¨® una reuni¨®n oficiosa del consejo para seguir los resultados del examen en la planta noble de la sede principal de la CAM, en la c¨¦ntrica avenida alicantina de ?scar Espl¨¢. El gobernador del Banco de Espa?a confirm¨® los negativos presagios de los consejeros: la CAM obten¨ªa un suspenso rotundo en la prueba, el peor resultado de las cinco entidades bancarias espa?olas que no superaron el examen.
Crespo encaj¨® el golpe del suspenso con una nueva huida hacia adelante. Dej¨® plantados a los consejeros, que esperaban una respuesta de su presidente, y opt¨® por trasladarse a Elche a una reuni¨®n con el patronato del Misteri d'Elx. Crespo, de profundas convicciones religiosas, ha compaginado la presidencia de esa entidad (s¨ªmbolo de la cultura oral ilicitana) con sus responsabilidades en otras organizaciones, como la presidencia de la patronal alicantina, cargo que dej¨® para pilotar la CAM.
El grupo de consejeros cr¨ªticos, comandados por el vicepresidente segundo, Nemesio Benito, y Mart¨ªn Sevilla, exconsejero del PSOE del Gobierno valenciano y catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Alicante, no solo urg¨ªa una explicaci¨®n a Crespo. Los cr¨ªticos plantearon un escrito con dos reivindicaciones: elegir los miembros del Consejo de Administraci¨®n del Banco CAM antes de la nacionalizaci¨®n, que llegar¨ªa en virtud de la ayuda de 2.800 millones del Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) en forma de capital social; y volver a pedir al Banco de Espa?a que incluyera a la caja en el paquete de ayudas del FROB-1, extremo que evitaba la nacionalizaci¨®n.
Crespo acudi¨® al Banco de Espa?a el lunes siguiente. Plante¨® la demanda del grupo de consejeros d¨ªscolos. Y como respuesta cosech¨® una clamorosa desautorizaci¨®n. El Banco de Espa?a no ve¨ªa cre¨ªble ya a un presidente que hab¨ªa fracasado en el proceso de fusi¨®n fr¨ªa y seriamente contestado por sus consejeros.
Ese lunes, la entidad celebr¨® un consejo de administraci¨®n. En el c¨®nclave, Crespo cont¨® con la alianza de otro sector del consejo y logr¨® aplazar la elecci¨®n de los consejeros del Banco CAM hasta el jueves siguiente. Oficialmente, la CAM inform¨® de la reuni¨®n con una nota en la que se limitaba a reiterar que la caja no necesitaba de capital adicional tras el suspenso en el test.
El consejo del Banco CAM contaba ya con cinco componentes: Modesto Crespo; el exdirector general, Roberto L¨®pez Abad; su sucesora en el puesto, Mar¨ªa Dolores Amor¨®s; y el secretario, Jos¨¦ Forner; y el consejero y amigo del presidente, el tambi¨¦n empresario de automoci¨®n Gin¨¦s P¨¦rez. La ley autoriza a ampliarlo hasta 15 nuevos miembros.
Crespo cumpli¨® su promesa y el jueves convoc¨® el que iba a ser el pen¨²ltimo consejo de su mandato. Los cr¨ªticos comenzaron el c¨®nclave manteni¨¦ndose firmes en sus demandas. Crespo era consciente de su derrota si hab¨ªa votaci¨®n (el sector rebelde contaba con 12 de los 20 consejeros). Entonces, pidi¨® un tiempo muerto. Durante el receso el presidente comunic¨® a uno de los consejeros que esa misma tarde dimit¨ªa. El confidente fren¨® el amago de dimisi¨®n. "Si lo haces ser¨¢ el caos", le coment¨®.
A continuaci¨®n, Crespo y la directora general se encerraron en otro despacho por espacio de una hora y media. "El presidente sali¨® del despacho con el rostro desencajado", asevera un exconsejero. "Todos nos quedamos en silencio porque supon¨ªamos que algo grave hab¨ªa ocurrido", a?ade. En efecto, durante el receso se person¨® en la sede social de la CAM el director del Banco de Espa?a en Alicante, Luis Exp¨®sito Pineda, con una carta en la mano. La misiva era contundente: daba un plazo de diez d¨ªas a Crespo para reconducir la situaci¨®n y buscar in extremis un socio privado o la caja era intervenida. Y llevaba una posdata: Crespo ten¨ªa que leerla ¨ªntegramente al consejo.
El presidente acat¨® la orden, ley¨® la carta del emisario del Banco de Espa?a y levant¨® la sesi¨®n. Luego se envolvi¨® en su silencio habitual. Los consejeros abandonaron la sede de la caja con la sensaci¨®n de que el plazo de diez d¨ªas iba a ser mucho m¨¢s corto.
La noche de ese jueves Crespo tom¨® la decisi¨®n m¨¢s dura de su carrera en la c¨²spide de la caja: acortar los plazos y entregar al d¨ªa siguiente la entidad al Banco de Espa?a.
A primeras horas de la ma?ana del viernes, d¨ªa 22, el Banco de Espa?a ya hab¨ªa pactado con Crespo la fecha tope de las cero horas del s¨¢bado para la nacionalizaci¨®n. El presidente convoc¨® por la v¨ªa de urgencia un consejo para comunicar la noticia al resto de miembros de la c¨²pula directiva de la caja.
Al improvisado c¨®nclave apenas acudi¨® media docena de los 20 miembros del consejo de administraci¨®n. El resto fue compareciendo a lo largo de la ma?ana. "Fue un consejo pat¨¦tico y rid¨ªculo", comenta un exconsejero con relaci¨®n a este ¨²ltimo c¨®nclave de la caja.
Crespo, tras admitir ante el consejo que definitivamente arrojaba la toalla, hizo otros comentarios que dej¨® at¨®nitos a sus compa?eros. "Camps es un hombre honrado y siempre lo defender¨¦", espet¨®, se?ala un consejero, sin venir a cuento. O s¨ª. Crespo lleg¨® a presidencia de la CAM por deseo expres¨® del expresidente del Gobierno Valenciano, Francisco Camps, que dos d¨ªas antes se vio obligado a dimitir por su imputaci¨®n en el caso G¨¹rtel.
Crespo concluy¨® su ¨²ltimo consejo con cr¨ªticas, algunas en tono despectivo, hac¨ªa los consejeros rebeldes, en especial sobre el vicepresidente segundo y Mart¨ªn Sevilla, al que seg¨²n los presentes se refiri¨® con el apelativo de "El Sabio Catedr¨¢tico".
A media tarde de esa jornada, la CAM emit¨ªa una nota oficial en la que el consejo de la CAM renunciaba a m¨¢s de un siglo de autonom¨ªa propia. Muchos exconsejeros abandonaron la caja con la sensaci¨®n de haber sido unos convidados de piedra en el devenir de la entidad. En realidad, el consejo de administraci¨®n de la caja nunca tuvo un poder real en la estrategia de inversi¨®n. "Ese apartado estaba en manos del equipo directivo. Nosotros [los consejeros] ¨¦ramos aves de paso, como nos llamaban algunos de empleados", comenta un exconsejero. "Aves de paso, la mayor¨ªa, y raras avis una minor¨ªa, la que no se implicaba en los viajes y prebendas con las que nos agasajaban", a?ade ese exconsejero. -
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