Pan para hoy, hambre para ma?ana
No hace falta ser un experto para saber que la educaci¨®n de calidad de un pa¨ªs es cara, y m¨¢s cuando los avances sociales posibilitan que toda la poblaci¨®n se escolarice hasta la adolescencia y las universidades generen conocimiento. Aunque a algunos pa¨ªses les sale m¨¢s cara que a otros. En el nuestro, el gasto p¨²blico en educaci¨®n con relaci¨®n al PIB no ha subido en los ¨²ltimos 10 a?os, aunque s¨ª lo ha hecho la inversi¨®n, pero en t¨¦rminos semejantes al incremento de ingresos. Y eso nos aleja cada vez m¨¢s de la media en la Uni¨®n Europea. Y as¨ª nos ha ido y nos va, con un fracaso escolar del 31,2% (aumentando el 7% durante esos 10 a?os). Y parad¨®jicamente, Europa aboga por que los pa¨ªses miembros elaboren estrategias destinadas a reducir el fracaso escolar hacia finales de 2012. ?C¨®mo? La mayor¨ªa de Gobiernos aut¨®nomos y el Estado ya lo han decidido. La estrategia principal para eliminar el fracaso escolar y aumentar la calidad educativa es reducir los recursos en educaci¨®n predominante p¨²blica.
Reducir recursos para la ense?anza es un suicidio colectivo
Y se utiliza el argumento de la crisis econ¨®mica para aplicar los "recortes" que algunos pol¨ªticos eufem¨ªsticamente denominan "contenci¨®n y ahorro". Son las dos concepciones de ver la educaci¨®n: como gasto o como inversi¨®n. Si se ve como gasto, es l¨®gico y coherente reducirlo; si es como inversi¨®n, deber¨ªa analizarse y ser prudente antes de decidir reducir recursos educativos.
Este curso que comienza es el primero que habr¨¢ grandes recortes en recursos educativos (parece que alcanzar¨¢n en Espa?a casi los 2.000 millones de euros). ?Y qu¨¦ ocasionar¨¢ recortar recursos en educaci¨®n? Dar un paso hacia atr¨¢s.
Recortar gastos de los centros, suprimir aulas de acogida, reducir servicios educativos (por ejemplo, la formaci¨®n) y profesorado, aumentar alumnos por aula, aumentar horas lectivas al profesorado, amortizar jubilaciones, etc¨¦tera. Seguramente har¨¢ reducir el gasto, pero tambi¨¦n tendr¨¢ consecuencias nefastas a medio y largo plazo. Porque si no se invierte en educaci¨®n no se invierte en el sistema social, donde la educaci¨®n es uno de los pilares b¨¢sicos del futuro. Justo en este momento ser¨ªa uno de los cap¨ªtulos donde invertir para ver los frutos de aqu¨ª a unos a?os.
En el mundo de las redes, de la tecnolog¨ªa, de la informaci¨®n, reducir recursos educativos es como un suicidio colectivo. Cuando un pa¨ªs reduce la inversi¨®n en educaci¨®n, aumenta la pobreza econ¨®mica y social, ya que no puede asistir a todos con calidad y eso har¨¢ aumentar el fracaso y el abandono del sistema. Y cuando uno abandona la escuela aumenta el riesgo de pobreza, de desempleo y quedar marginado socialmente. Y eso a la larga lo pagaremos todos.
El curso que viene lo iremos viendo. Profesores cansados e intensificados haciendo m¨¢s trabajo del que deber¨ªan hacer y ello hace que algunos no lo hagan tan bien. Servicios que se hab¨ªan conquistado y que introduc¨ªan ilusi¨®n educativa como formaci¨®n, atenci¨®n a la diversidad, reducci¨®n de ratios, construcciones apropiadas, actividades paralelas..., ir¨¢n desapareciendo de nuestro sistema educativo y eso a la larga se pagar¨¢. ?O se espera que no invirtiendo en educaci¨®n el pa¨ªs reduzca el fracaso, avance cient¨ªficamente y socialmente? No creo que haya tanta gente ingenua que lo crea. Al tiempo.
Francisco Imbern¨®n es catedr¨¢tico de Pedagog¨ªa de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio Internacional de la Profesi¨®n Docente.
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