Gran ambiente pero ventas escasas en la Setmana del Llibre

La gente se lo pas¨® estupendamente ayer en la Ciutat de la Lectura, las bonitas 29 casetas de madera de la Setmana del Llibre en Catal¨¤ (hasta el d¨ªa 18) que han surgido en el paseo de los Til¡¤lers del parque de la Ciutadella como una de esas ciudades del Far West levantadas al paso de la fiebre del oro (el oro de los libros, parafraseando a Borges). La coincidencia con la Diada y sus actos multitudinarios en la vecindad llen¨® de p¨²blico la feria, un p¨²blico festivo, envuelto en banderas y cargado de criaturas que disfrutaron especialmente de la oferta de libro infantil mayoritaria en muchas casetas. La feliz circunstancia del 11-S hizo que hasta una incendiaria charla del historiador independentista Jordi Bilbeny sobre la catalanidad de Col¨®n estuviera de bote en bote.

Entre lo expuesto, las novedades, claro, pero poco fondo, como se quej¨® alg¨²n visitante. Ofertas, descuentos, regalos (por un libro de cocina de Cossit¨¤nia un delantal), invitaciones a caf¨¦, f¨®rmulas imaginativas -la caseta de la librer¨ªa Jaimes destacaba las traducciones al catal¨¢n de la gran literatura francesa, empezando por el ¨²ltimo Houellebeq, El map i el territori, aunque la mirada se te iba al Spitfire de la portada de Pilot de guerra, de Saint-Exupery (que volaba con un P-38 Lightning, por cierto)-...

La feria aprovecha el tir¨®n de la actualidad y destacan los libros de Sopa de Cabra (No vull cambiar de pell), Guardiola (Escoltant Guardiola, 150 frases; le¨ªda al azar: "Continuarem marcant en zona") y lo que tenga que ver con el equipo. Tambi¨¦n, aunque no est¨¦n, ay, de actualidad, los bolets. Incluso una ins¨®lita Guia de bolets per a nois i noies. El intenso calor se pod¨ªa conjurar en la carpa de publicaciones, con aire acondicionado como para erizar a Shackleton.

En la caseta de La Central no ten¨ªan los pol¨¦micos "pins inc¨ªvicos". En cambio, en otra vend¨ªan a 12 euros, con ¨¦xito, la camiseta con el lema Jo no acato les seves lleis (?ep, Trias!).

Entre los visitantes ayer, el consejero de Cultura Ferran Mascare1l (con M¨¦s de cent raons per ser cul¨¦ bajo el brazo, dedicado por Fer), que se mostraba muy satisfecho de la feria.

En este simp¨¢tico panorama, otra cosa son las ventas. Poca gente se ve¨ªa con un libro en la mano. "Miran mucho pero compran poco", se?alan en la caseta de Laie, que exhibe sobre todo narrativa traducida aunque tiene en lugar destacado el Jo confesso, de Jaume Cabr¨¦, el icono y previsible best seller de la feria. En otras casetas confirmaban lo de las ventas y expresaban aprensi¨®n por lo que puede pasar esta semana, sin Diada. "Las instalaciones son impecables, todo muy bonito, pero habr¨ªa sido mejor un lugar m¨¢s c¨¦ntrico, como la plaza de Catalunya".