Gustave Flaubert pasea por La Concha
A Terence Davies le encanta el cine que vio de cr¨ªo, y los grandes melodramas, y las canciones de taberna de la posguerra. Por mucho que su The deep blue tenga todo eso y versione una obra de Terence Rattigan, esa esposa insatisfecha, ese amante chulo y hueco y ese marido atontolinado de su pel¨ªcula son el tr¨ªo de Madame Bovary. A Sarah Polley la referencia tambi¨¦n le encaja. En su Take this waltz hay una mujer frustrada, un esposo zangolitino y ensimismado, y un amante guapo, aunque aqu¨ª con cierta hondura sentimental e intelectual. Sin embargo, solo Arturo Ripstein, de los tres, reconoce abiertamente que Las razones del coraz¨®n adapta a su manera Madame Bovary. El concurso de la secci¨®n oficial tiene aroma a Flaubert. "Discut¨ª much¨ªsimo con Paz Alicia
[Garciadiego, su guionista y esposa] por esa Emma Bovary. Mira, debes traicionar siempre al autor. Igual sufre Emma en la Francia del siglo XIX que Emilia Gallardo en el M¨¦xico de 2011. Les unen las mismas profundidades del dolor. La sordidez es universal y eterna".
Otra cosa son los caracteres. "Emma Bovary es detestable porque es fr¨ªvola, enloquecida... Yo trat¨¦ en el caso de mi Emilia que fuera m¨¢s dulce, m¨¢s fr¨¢gil y vulnerable a su propia locura. Menos una mujer movida por intereses econ¨®micos y m¨¢s consecuencia de su amor". El acierto de Flaubert, como el de Vladimir Nabokov y el Humbert Humbert de Lolita, es que personajes en las ant¨ªpodas del p¨²blico arrastren y sean amados por sus lectores. "Por eso son novelas cl¨¢sicas. Porque se leen muchas veces, porque hay muchas posibilidades de interpretaci¨®n a trav¨¦s del tiempo. Las razones del coraz¨®n no es una versi¨®n al uso. Yo le ped¨ª a Paz Alicia que lo escribiera tal y como la recordaba, que no la leyera de nuevo". Garciadiego apunta: "Hablaba con una amiga de novelas de adulterio, y record¨¦ lo que me encant¨® este libro, pero lo detestable que me parec¨ªa el personaje. Le quitamos las bobadas y lo adaptamos a la ansiedad de una mujer de hoy en d¨ªa, frustrada por nada en concreto... como Emma Bovary".
Babelia
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