Los profesores que no existen
?Hay docentes que tengan que impartir este curso asignaturas que no son parte de su especialidad? Esperanza Aguirre: "Eso es una nueva mentira, una falsedad"
El primer d¨ªa que entre al laboratorio, Sonia Ures se sincerar¨¢ con sus nuevos alumnos. "Este curso aprender¨¦ Biolog¨ªa con vosotros". Ellos ya la conocen. Es la profesora de Educaci¨®n F¨ªsica del instituto Gustavo Adolfo B¨¦cquer (Algete), aunque este a?o le toque pasar tres horas semanales entre probetas impartiendo una asignatura de la que sabe bastante poco. Es diplomada en Educaci¨®n Infantil y licenciada en Educaci¨®n F¨ªsica. A principio de curso se prepar¨® una chuleta para dar la lecci¨®n que a¨²n no ha tenido que usar. Su clase se ha retrasado una semana. Los titulares de Ciencias Naturales, los de verdad, le est¨¢n ense?ando las nociones b¨¢sicas. "Han pensado que necesito m¨¢s preparaci¨®n", explica esta mujer menuda de 39 a?os.
Ures, como otros profesores de secundaria de la ense?anza p¨²blica madrile?a, ha ampliado materias este curso. El aumento de horas lectivas (de 18 a 20 semanales por docente) y el recorte en interinos ha dinamitado los horarios de los centros, que colocan a sus profesores en asignaturas que no dominan para cuadrar el puzle de los horarios.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, asegur¨® p¨²blicamente que era "mentira y una falsedad" que hubiera profesores que impartan asignaturas en las que no son especialistas. Y amenaz¨® a quienes lo hicieran: "Si alguien da una materia que no es af¨ªn a su especialidad, ir¨¢ la inspecci¨®n y se le caer¨¢ el pelo a ese instituto y a ese profesor". Ures se palpa la cabeza con sorna: "Lo que me faltaba". Como ella, los otros cuatro profesores retratados en la portada, que posan juntos en un aula, han tenido que ponerse manos a la obra contra reloj para preparar asignaturas nuevas: Javier Rodrigo es profesor de Ingl¨¦s reconvertido en un docente de Sociales y Lengua. Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez dar¨¢ Pl¨¢stica adem¨¢s de sus clases habituales de Matem¨¢ticas, como ya hab¨ªa hecho anteriormente. Mar¨ªa Jes¨²s S¨¢nchez se divide entre la M¨²sica y la Geograf¨ªa e Historia. Y Juan Jos¨¦ Talavera, que tambi¨¦n es especialista en M¨²sica, tiene cinco horas de Lengua este curso.
Sus casos, con los de muchos otros, circulan por Internet en listados elaborados por los profesores. Una de las consecuencias de unas instrucciones de inicio de curso que han enfrentado al Gobierno regional con la comunidad educativa madrile?a, levantada en armas con encierros, huelgas, protestas y manifestaciones desde principios de septiembre.
"?Profe, profe! ?De verdad tenemos que empezar el libro por el principio? Es que vengo de un biling¨¹e, esto ya me lo s¨¦". A Javier Rodrigo, profesor de Ingl¨¦s en un instituto de Alcal¨¢ de Henares que prefiere no citar, le sorprendi¨® el desparpajo de su alumna el primer d¨ªa de clase. "S¨ª", le respondi¨®, "hay que empezar por el principio". No queda otra, explica.
Hasta el curso pasado dispon¨ªa de clases flexibles (desdobles, en el argot educativo) que le permit¨ªan separar a los chicos de una misma aula en dos grupos para practicar conversaci¨®n por parejas (What's your name? Where do you come from?). Los recortes han minado esa opci¨®n. "No se ense?a bien un idioma con 30 chicos juntos, lo ideal son 10 o 15", protesta. Rodrigo, de 36 a?os, trabaja con cinco grupos. En el de la chica espabilada estudian 10 alumnos que provienen de un colegio biling¨¹e, siete de un centro convencional, cinco con necesidades educativas especiales y tres de compensatoria. Los 25 permanecer¨¢n juntos todo el tiempo en sus 12 horas semanales de Ingl¨¦s. Adem¨¢s, Rodrigo se enfrenta a dos asignaturas nuevas: Ciencias Sociales y Lengua para chicos de 4? de diversificaci¨®n, en el que se imparte un temario b¨¢sico a los alumnos que van m¨¢s atrasados. Su licenciatura en Filolog¨ªa Inglesa, dice, le ayudar¨¢ en el caso de la Lengua. Lo m¨¢s parecido a Sociales que recuerda de su propio aprendizaje es "la asignatura de Historia de COU". "Puedo poner ¨ªmpetu pero no es mi especialidad, esto repercutir¨¢ en el alumnado", se resigna.
Mezclas imposibles
Estas mezclas imposibles de asignaturas ya se conocen entre los profesores como las "afines desafinadas". El concepto de materia af¨ªn no es nuevo. Profesores que impartan asignaturas que no son su especialidad los ha habido siempre, aunque la presidenta Aguirre no haya querido verlos este curso. Una asignatura af¨ªn es un concepto bastante difuso en la normativa, que, adem¨¢s, se ha generalizado este a?o. Un real decreto de 2008 del Ministerio de Educaci¨®n establece las "especialidades de los cuerpos docentes", familias de asignaturas con similitudes, como Tecnolog¨ªa e Inform¨¢tica, Ciencias y F¨ªsica o Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa e Historia de las Culturas, entre otras. Ninguna de las asignaturas de los cinco profesores con afines de este reportaje aparece en ese cuadro.
La Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid remite al Ministerio al ser preguntada sobre c¨®mo se regula la afinidad. El Ministerio responde que son las comunidades aut¨®nomas las que deben controlar la asignaci¨®n de materias con sus propios criterios. Al final, son los centros los que se administran.
En el instituto Las Canteras (Collado Villalba) hay 10 profesores menos este curso. Seis de los 74 docentes del centro dan materias distintas a su especialidad. La directora, Ana Gonz¨¢lez Prado, comparte que "sin duda" el especialista es el m¨¢s adecuado para transmitir un conocimiento a los estudiantes. Pero, tal y como est¨¢ el panorama, el asunto de las afines no es lo que m¨¢s le preocupa. A?ade: "Lo realmente tremendo es perder las 300 horas semanales de los 10 profesores que hemos perdido". Se queja de que los nuevos c¨®mputos de horas solo permiten cuadrar "lo puramente lectivo".
Su centro ha gestionado 73 proyectos de todo tipo en tres a?os (cert¨¢menes de teatro, investigaci¨®n, festivales de cine, concursos de lat¨ªn y griego, intercambios con Estados Unidos y Francia...). Son las actividades extraescolares, que tambi¨¦n saltan por los aires, seg¨²n denuncia parte de la comunidad educativa y niega la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, que alude a una protesta "pol¨ªtica" y asegura que las nuevas instrucciones deber¨ªan garantizar el normal funcionamiento de los centros. Gonz¨¢lez aspira a mantener los proyectos con el esfuerzo extra de su claustro porque "no son un lujo, sino una pieza fundamental para educar y ense?ar".
El jueves, temprano, Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez (42) abri¨® la biblioteca cerrada de su instituto, el IES Vallecas Magerit. Le entristeci¨® verla tan vac¨ªa, con las l¨¢mparas blancas y los 4.500 libros acumulando polvo. Su centro, como otros muchos seg¨²n la denuncia de padres y directores, se ha quedado sin recursos para garantizar las guardias en la sala de lectura. "Intentar¨¦ aprovechar ese espacio para mis clases de Pl¨¢stica". Es especialista en Matem¨¢ticas, pero completa horario con Educaci¨®n Pl¨¢stica Visual. Cuenta que se la asignaron porque entre sus hobbies est¨¢ la fotograf¨ªa. "No tengo el mismo nivel que si lo diera un especialista, pero me fascinan los lenguajes visuales. Puede que lo haga bien". Sentado en la bancada de un aula, muestra la fotocopia del horario, que le cabe en la palma de una mano. Hay d¨ªas con seis horas seguidas de clase: "Al final me quedo sin voz. No vamos a poder aguantar este ritmo".
Ni M¨²sica ni Matem¨¢ticas
"Calidad es que te d¨¦ una asignatura alguien cualificado de verdad", resume Juan Jos¨¦ Talavera (45). Este profesor de pelo cano ha tenido ya su primera clase como novato de Lengua en el IES Francisco Ayala (Carabanchel). Es docente de M¨²sica, licenciado en Periodismo y con amplia formaci¨®n en el conservatorio. Este a?o tiene, por primera vez, cinco horas semanales de Lengua en un 1? de la ESO. "No tengo ni experiencia ni los recursos did¨¢cticos que da el bagaje para esta asignatura", reconoce.
Mar¨ªa Jes¨²s S¨¢nchez ten¨ªa un perfil f¨¢cil para buscarle afines. Es licenciada en Matem¨¢ticas y, tras a?os de conservatorio, su especialidad es M¨²sica. Pero asegura que no le dieron opci¨®n. "Ped¨ª que me completaran con mates, pero no me hicieron caso". A sus 35 a?os, se enfrenta a un reto nuevo para el que se prepara durante las horas libres del fin de semana: ser¨¢ la profesora de Geograf¨ªa e Historia de 3? de la ESO en un instituto de Fuenlabrada durante nueve horas semanales. Ella tambi¨¦n se sincer¨® con sus alumnos: "Les expliqu¨¦ que ir¨ªa a la huelga por la dignidad de mi trabajo y por ellos, porque no es lo mismo que tengan a un especialista que a m¨ª".
Respald¨® los tres paros de la primera semana y promete volver a hacer huelga en la pr¨®xima. Las protestas de padres, docentes y alumnos se han multiplicado en todos los centros de la regi¨®n. Cuando no hay paros, como ha ocurrido esta semana, se "desvelan" por la educaci¨®n p¨²blica con encierros nocturnos en una veintena de institutos. En el IES Profesor Julio P¨¦rez, en Rivas Vaciamadrid, se juntaron m¨¢s de un centenar de personas. Cenaron las empanadas y tortillas que hab¨ªan preparado las familias. Leyeron el comunicado de la asociaci¨®n mayoritaria de directores de instituto (que denuncian la "ingobernabilidad" de los centros y piden el cese de la consejera de Educaci¨®n y Empleo, Luc¨ªa Figar). Luego encendieron velas y salieron al patio. En las vallas exteriores cuelgan los carteles con seis siluetas pintadas, como las que aparecen en la escena de un crimen en las pel¨ªculas de cine negro. Representan a los seis profesores que han perdido este curso.
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