La nostalgia del marco

Dicen dos encuestas recientes que m¨¢s de la mitad de los alemanes preferir¨ªan recuperar el viejo marco. El extendido temor a perder los ahorros lleva al 54% de los alemanes a desconfiar del euro, seg¨²n recog¨ªa este mes el semanario Stern. ?S¨ªntoma de que afloran sentimientos euroesc¨¦pticos entre los alemanes? Conviene echar un vistazo a la encuesta, con otros datos interesantes como las diferencias seg¨²n el grado de formaci¨®n. De los encuestados que carecen de t¨ªtulo de bachillerato, el 73% echa de menos el marco y querr¨ªa recuperarlo. Entre los graduados con abitur -el examen que da acceso a la Universidad-, solo querr¨ªan recuperar el marco el 37%. De los alemanes orientales, el 67% quiere volver al marco.

Seg¨²n 'Stern', el 54% de los alemanes desconf¨ªan del euro

A menor grado de formaci¨®n, hay mayor a?oranza del marco

Los partidos europe¨ªstas vencen en las elecciones regionales

Es dif¨ªcil discernir el verdadero calado de este tipo de sondeos. La pregunta "?Prefiere usted el marco?" puede sonar a "?Le gustar¨ªa a usted ser 10 a?os m¨¢s joven, 10 a?os m¨¢s fuerte y otros tantos m¨¢s apuesto?". Una d¨¦cada es m¨¢s que suficiente para que se emborronen los recuerdos y rija lo de que "cualquiera tiempo pasado fue mejor". Muchos hacen a¨²n cuentas en pesetas para asombrarse de lo cara que est¨¢ la vivienda: un c¨¢lculo que elimina la inflaci¨®n y los cambios sociales de 10 a?os, pero que parece enquistado en las costumbres espa?olas. Lo mismo podr¨ªa ser esta nostalgia del marco: con un marco ibas al cine y comprabas un kilo de pipas, ?verdad, abuelo?

Estas consideraciones, sin embargo, no anulan el hecho positivo: m¨¢s de la mitad de los alemanes querr¨ªan recuperar el marco. La cuesti¨®n es c¨®mo. En una democracia parlamentaria, estas cosas se debaten en las c¨¢maras legislativas. Cuanto m¨¢s urja a los votantes dejar el euro, m¨¢s apoyos ganar¨¢n los partidos que proponen abandonarlo. O, al menos, aquellos que se muestran esc¨¦pticos sobre los rescates a los socios europeos. La paleta es variada: el liberal FDP, socio minoritario del Gobierno de Merkel, lleva meses mareando la perdiz del populismo euroesc¨¦ptico con la mirada puesta en el votante de clase media que cree que paga demasiados impuestos. El partido La Izquierda (Die Linke) vot¨® contra la ampliaci¨®n del fondo de estabilidad europeo por razones opuestas: lo consideran "otro regalo para la mafia financiera". Fuera del espectro democr¨¢tico, pero desde la legalidad, los neonazis del NPD quieren suprimir el euro y la Uni¨®n Europea, con el lema "Por una Europa de los pueblos". Socialdem¨®cratas (SPD), Verdes y democristianos (CDU) son favorables a los rescates y defensores de la moneda ¨²nica.

Con estas casillas en sus papeletas, los alemanes han votado siete veces en sendas elecciones regionales durante 2011. La primera cita fue en Hamburgo, en febrero. La ¨²ltima, hace cuatro semanas en Berl¨ªn. Pese a la crisis del euro, los votantes de cinco l?nder han elegido primeros ministros del socialdem¨®crata SPD. Gobernar¨¢n junto a Los Verdes en tres casos. En otros dos, gracias a coaliciones con los democristianos de la CDU de Angela Merkel. Si los alemanes se est¨¢n volviendo euroesc¨¦pticos, de momento lo disimulan muy bien en las urnas.