Sobra aceite
Los excedentes superan en un 26% la media de las ¨²ltimas cuatro campa?as
El olivar es como un inmenso mar de aceite, pero no precisamente una balsa. A 1 de octubre y a escasas semanas del inicio de la recolecci¨®n, las existencias se acercaban al medio mill¨®n de toneladas. Este volumen de aceite -un 26% superior a la media de las cuatro campa?as precedentes- se ha producido a pesar del ligero aumento de la demanda interior y de una exportaci¨®n r¨¦cord.
La consecuencia ha sido una fuerte ca¨ªda de los precios en origen, hasta situarse en los niveles m¨¢s bajos de la ¨²ltima d¨¦cada: 1,56 euros por kilo para el aceite de peor calidad -un lampante de dos grados-, 1,70 euros para un aceite virgen y poco m¨¢s de 1,80 euros para un virgen extra. El olivar lleva un a?o en pie de guerra en las principales zonas productoras, ante unos costes medios de producci¨®n de 2,40 euros por kilo y una ayuda comunitaria media de entre 0,80 y 0,90 euros por kilo.
Las exportaciones r¨¦cord no han sido suficientes para absorber la oferta
En respuesta a las demandas del sector, Bruselas autoriz¨® el pasado 12 el almacenamiento privado de hasta 100.000 toneladas de aceite virgen con ayudas comunitarias, para aligerar el mercado y tratar de elevar los precios. Se trata de un parche que puede suponer para la UE un coste de solo unos ocho millones de euros y al que se opon¨ªan altos cargos del Ministerio de Agricultura por considerar que algunos pa¨ªses podr¨ªan cuestionar la ayuda de 1.030 millones que recibe anualmente el olivar espa?ol.
La crisis que atraviesa el sector del aceite de oliva responde b¨¢sicamente a un desajuste entre una oferta que ha crecido muy deprisa y una demanda que no acaba de despegar. En contra de lo que ha sucedido en otros sectores, en los que la pol¨ªtica comunitaria ha supuesto el recorte en las producciones (leche, az¨²car, tabaco, algod¨®n...), los precios pagados por el aceite hace unos a?os (hasta 3,30 euros por kilo en origen en 2005 y 2006 por un aceite lampante), junto a las ayudas, hicieron del olivar un sector atractivo por su rentabilidad y se dispararon los precios de la tierra.
Este escenario se tradujo en un aumento de las superficies hasta casi 2,5 millones de hect¨¢reas y, sobre todo, en una mejora de las estructuras, con instalaciones de riego localizado, el desarrollo del olivar intensivo en espaldera y producciones por hect¨¢rea de hasta 10.000 kilos de aceituna.
La consecuencia ha sido un aumento de las producciones medias desde las 600.000-900.000 toneladas anuales en la d¨¦cada de los noventa hasta cosechas muy superiores al mill¨®n de toneladas en la ¨²ltima d¨¦cada, con previsi¨®n de campa?as cercanas a 1,5 millones de toneladas. Dar salida a todo ese volumen de aceite a precios rentables constituye el principal reto al que se enfrenta en este momento el sector productor.
En el mercado interior, la demanda en los ¨²ltimos cinco a?os se ha mantenido entre las 535.000 y las 560.000 toneladas. Las cifras m¨¢s bajas han correspondido a los ¨²ltimos ejercicios, coincidiendo con la crisis. La demanda apenas ha mejorado, a pesar de haberse producido una rebaja de los precios al consumidor.
El motor de las ventas ha correspondido a la demanda exterior, que en el mismo periodo pas¨® de 500.000 toneladas a las 780.000 de la campa?a anterior y a las 800.000 que pueden lograrse este ejercicio. La raz¨®n de estas mayores ventas es la rebaja de los precios, pero tambi¨¦n el desarrollo de nuevos mercados en Asia, Am¨¦rica y Australia.
Para la regulaci¨®n del mercado, el sector cont¨® hist¨®ricamente con la pol¨ªtica de compras comunitarias para la intervenci¨®n y con el almacenamiento privado, tambi¨¦n con apoyos de Bruselas. Las sucesivas reformas de la reglamentaci¨®n comunitaria acabaron eliminando las compras en intervenci¨®n para mantener solamente el sistema de almacenamiento privado, siempre que los precios cayeran durante varias semanas a 1,524 euros por kilo para un aceite lampante de dos grados; a 1,720 euros para un aceite virgen, y a 1,779 euros para un aceite virgen extra. Uno de los problemas a los que se enfrenta el sector y al que Bruselas no contempla dar una respuesta positiva es que estos precios se fijaron en 1998. Al no haberse actualizado desde aquella fecha no reflejan la realidad de los costes de producci¨®n, con lo que su papel para defender la rentabilidad de las explotaciones de aceituna queda en entredicho.
Las previsiones de precios no son optimistas ante la posibilidad de una campa?a de 1,4 millones de toneladas. En este contexto, las salidas no pasan por almacenar, sino por vender.
Riesgos, retos y oportunidades
La producci¨®n de aceite de oliva en el mundo se sit¨²a, seg¨²n los datos manejados por el Consejo Ole¨ªcola Internacional, en 2,9 millones de toneladas. De ellas, el 45% corresponden a Espa?a. El consumo de aceite de oliva en el mundo supone solamente entre un 3% y un 4% del total de la demanda de aceites. En muchos pa¨ªses aumentan las ventas (Estados Unidos, Canad¨¢, Jap¨®n, China, M¨¦xico, Australia...), mientras otros, por razones culturales, de tradici¨®n o econ¨®micas, son terreno virgen.
A favor del aumento de la demanda de aceite de oliva en el mundo juega el reconocimiento de su calidad como alimento en pa¨ªses como Estados Unidos y, sobre todo, sus efectos positivos como producto saludable ante problemas como el colesterol -as¨ª lo atestiguan los trabajos de investigaci¨®n realizados por los doctores Pedro Mata y Francisco P¨¦rez Jim¨¦nez-
o para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
En contra del aceite de oliva est¨¢ jugando el hecho de que su calidad sea escasamente reconocida y valorada, y que la gran distribuci¨®n lo haya convertido en un producto barato como reclamo para la cesta de la compra. Igualmente puede jugar en contra del aceite de oliva espa?ol el desarrollo del olivar en pa¨ªses como del norte de ?frica, Estados Unidos, Sudam¨¦rica o Australia con riesgo de aumentar el consumo de productos locales, en muchos casos, con menores costes de producci¨®n.
Vender m¨¢s y mejorar su imagen es uno de los retos que ha asumido la interprofesional del aceite de oliva, a la que todo el sector aporta cada a?o unos siete millones de euros. Aumentar la demanda mundial en solo un punto significar¨ªa la salida a todas las crisis de stocks.
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