El c¨ªrculo vicioso del euro
Europa intenta romper el bucle que debilita a los Estados y a la banca
Europa est¨¢ apurando su ingenio e imaginaci¨®n para romper el bucle infernal. El bucle diab¨®lico en que se encuentra atrapada su econom¨ªa. Es el c¨ªrculo vicioso que empez¨® con la crisis financiera en 2007, en Estados Unidos -con m¨¢s implicaci¨®n de los bancos europeos de la que se quiere reconocer-, que luego ocasion¨® una gran crisis de deuda soberana y en el que ahora vemos c¨®mo la depreciaci¨®n de esta deuda p¨²blica en algunos pa¨ªses vuelve a ser la causa de un nuevo deterioro de los bancos. El problema se agrava por las expectativas de un nuevo estancamiento de la econom¨ªa.
La secuencia es bien conocida: bancos insolventes a los que los Estados deben rescatar, lo que agrava la situaci¨®n fiscal de las haciendas p¨²blicas, de ah¨ª la deuda soberana se deval¨²a y penaliza los balances de los bancos, que necesitan un nuevo rescate. Ese bucle se ha convertido en un c¨ªrculo sin soluci¨®n de continuidad que tiene atenazada a la econom¨ªa europea. El mercado estima que los bancos vuelven a ser fr¨¢giles por el peso en sus blanaces de la deuda p¨²blica, un activo que seg¨²n las normas contables es el m¨¢s seguro y que, ahora, sin embargo, es la causa de sus mayores desvelos. Y, al mismo tiempo, los Estados ven c¨®mo se deprecia su deuda cada vez que asoma el riesgo de que deber¨¢n volver a inyectar m¨¢s ayuda a sus bancos. En Francia hay verdadero p¨¢nico porque una nueva oleada de ayudas p¨²blicas suponga mayor endeudamiento del Estado y, en consecuencia, la p¨¦rdida de la m¨¢xima calificaci¨®n de triple A por las agencias de rating.
Gobiernos y bancos son muy vulnerables y est¨¢n muy interconectados
La reestructuraci¨®n de la banca europea ha sido modesta frente a EE UU
"La situaci¨®n es m¨¢s complicada que hace cuatro a?os porque ahora la deuda de los Estados es 20 puntos de PIB superior y, por tanto, tienen menos margen de maniobra", se?ala Cinzia Alcidi, investigadora del Centre for European Policy Estudies (CEPS). En su opini¨®n, la situaci¨®n se deterior¨® "cuando se atasc¨® la soluci¨®n del segundo rescate de Grecia y empez¨® el contagio a Italia y a Espa?a. Entonces", explica, "los mercados se dieron cuenta de las nuevas magnitudes del problema. No es lo mismo el volumen de deuda de Grecia que el de Italia y Espa?a, que es much¨ªsimo mayor", en conjunto seis veces m¨¢s.
Alcidi se?ala la estrecha interdependencia existente no solo entre Gobiernos y bancos sino con todo el sistema financiero. "Los Gobiernos precisan de los bancos para colocar su deuda y estos de la protecci¨®n de los Gobiernos ante futuras insolvencias", explica. "Ahora", a?ade, "estamos hablando de potenciar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a trav¨¦s de alg¨²n tipo de apalancamiento, pero si Italia tiene problemas con su deuda todos los dem¨¢s pa¨ªses deber¨¢n aumentar sus garant¨ªas". La realidad es que "Gobierno y bancos son muy vulnerables y todos est¨¢n muy interconectados". La soluci¨®n es dif¨ªcil porque hay que actuar en un doble frente: "Recapitalizar a los bancos y al mismo tiempo reducir el peso de la deuda de los Gobiernos, lo cual no es nada f¨¢cil".
Lo cierto es que la inversi¨®n de la banca europea en la deuda soberana de Italia es de 443.000 millones, de los que unos 252.000 corresponden a los bancos dom¨¦sticos. En Espa?a los bancos nacionales tienen en sus balances 229.000 millones de deuda espa?ola, mientras que el resto de entidades europeas poseen 81.000 millones, seg¨²n un trabajo del economista de Bruegel, Zsolt Darvas. El autor indica que la exposici¨®n en Grecia de los bancos europeos es "relativamente peque?a" y asciende a 54.000 millones de euros. Est¨¢ claro que si Italia precisa ayuda, los recursos de 440.000 millones del FEEF resultar¨¢n claramente insuficientes.
Las cifras de deuda solo son un indicador de una parte del balance de un banco. Hay muchos otros activos de los que se desconoce su calidad. "Nadie sabe realmente c¨®mo est¨¢n los bancos", confiesa espont¨¢neamente en un impulso de sinceridad una alta fuente comunitaria, conocedora del sector financiero. Una posici¨®n que contrasta con la posici¨®n oficial de la misma comisi¨®n que sostiene que el sector financiero europeo es mucho m¨¢s s¨®lido de lo que piensa EE UU.
La realidad es que el aumento de la tensi¨®n en los mercados financieros, por la entrada de Italia y Espa?a en el escenario de la crisis, se vio espoleado por las presiones procedentes del otro lado del Atl¨¢ntico. Primero fueron las advertencias de la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se?alando que la banca europea ten¨ªa necesidad de aflorar m¨¢s p¨¦rdidas y, por tanto, precisaba m¨¢s capital. Sus servicios cifraron despu¨¦s estas necesidades en unos 200.000 millones de euros y estall¨® la pol¨¦mica.
El segundo toque de atenci¨®n vino del secretario del Tesoro de EE UU, Tim Geithner, acudiendo a una reuni¨®n del Eurogrupo, en Wroclaw a mediados de septiembre. La ins¨®lita presencia del alto cargo estadounidense en Polonia sirvi¨® para que los ministros europeos fueran tomando conciencia de los efectos de la crisis del euro en la otra orilla atl¨¢ntica, aunque no se tradujo en acuerdos formales concretos.
La preocupaci¨®n de EE UU por la debilidad de la banca europea no es gratuita. Nicolas V¨¦ron, investigador de Bruegel, profundo conocedor del sector financiero se?ala en un reciente trabajo que "Europa ha estado en un continuo estado de fragilidad bancaria desde agosto de 2007". Asegura que esto "contrasta con EE UU, donde la fase de crisis bancaria sist¨¦mica termin¨® en 2009". Cita como prueba de esta mayor fragilidad europea que el apoyo de liquidez extraordinaria suministrada por el BCE, e introducida en octubre de 2008, permanece activo todav¨ªa hoy. Mientras que, por el contrario, el programa similar que puso en marcha la Reserva Federal (Federal Reserve's Term Auction Facility) fue gradualmente reducido y se extingui¨® en marzo de 2010.
El economista subraya que, a diferencia de EE UU, el sector bancario europeo ha registrado una modesta reestructuraci¨®n. Entre las principales instituciones, solo el Halifax Bank of Scotland (HBOS) en Reino Unido y Fortis, en Benelux, fueron desmantelados o forzados a fusionarse. En cambio en EE UU, la lista de entidades reestructuradas o fusionadas por la fuerza es mucho mayor e incluye firmas de largo historial como Bear Stearns, Lehman Brothers, la aseguradora AIG, Washington Mutual, Wachovia y Merrill Lynch".
Para V¨¦ron, "las interacciones entre los problemas de deuda soberana y los problemas bancarios son resultado del contagio gradual a m¨¢s pa¨ªses y a m¨¢s tipos de activos". Y subraya que "la crisis bancaria y de deuda soberana se ven agravadas por la crisis de las instituciones financieras". A su juicio la soluci¨®n pasa por "el federalismo fiscal, el bancario y una profunda revisi¨®n de las instituciones de la UE y de la zona euro".
Sony Kapoor, director gerente de Re-Define, considera prioritario que para "romper el bucle entre la crisis de la deuda y la crisis bancaria, la UE debe dotarse cuanto antes de un mecanismo de resoluci¨®n de crisis de las entidades financieras". En su opini¨®n, los ejemplos existentes en Reino Unido, Dinamarca y Suecia pueden servir como referencia. El comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, trabaja en una iniciativa legal para crear un mecanismo de resoluci¨®n de crisis y de gesti¨®n ordenada de la insolvencia de una entidad financiera.
El guante lanzado a Europa por las autoridades estadounidenses fue recogido el pasado 5 de octubre por la canciller alemana Angela Merkel, que asumi¨® finalmente que la ¨²nica manera de disipar las dudas exteriores era mostrar la disposici¨®n para reforzar los bancos. "Alemania", dijo, "est¨¢ preparada para avanzar hacia la recapitalizaci¨®n". Fue la se?al del giro. Todos a favor de recapitalizar los bancos.
La repentina segunda crisis de Dexia contribuy¨® a aumentar las dudas sobre la solvencia real de las entidades europeas. La necesidad de volver a comprometer ayudas al banco franco belga por otros 100.000 millones volvi¨® a coger por sorpresa a reguladores y pol¨ªticos. Y confirmaba, de nuevo, la sincera valoraci¨®n de los funcionarios que aseguran desconocer el estado real de la banca.
Ya asumida la nueva realidad de que seguramente habr¨ªa que inyectar m¨¢s capital a las entidades financieras, el pasado lunes Merkel pact¨® con Sarkozy un paquete de medidas para asegurar el saneamiento de los bancos. Todo deber¨ªa estar listo para antes de fin de mes.
Todo fue tan precipitado que el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, se vio obligado a aplazar el Consejo de los pr¨®ximos 17 y 18 hasta el 23 de octubre para poder urdir un acuerdo m¨ªnimo sobre qu¨¦ se entend¨ªa por recapitalizar a unos bancos que en su inmensa mayor¨ªa hab¨ªan pasado con buena nota las pruebas de resistencia el pasado julio, hace tan solo tres meses.
Acto seguido, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, present¨® un documento con la hoja de ruta para la recapitalizaci¨®n de la banca europea. La Comisi¨®n negocia contrarreloj con la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y el BCE los nuevos criterios para analizar a la banca. Circulan propuestas de que se tenga en cuenta toda la deuda en los balances de los bancos valorada a precios de mercado y se fije un nuevo criterio de capital b¨¢sico de un 9%, muy por encima del 5% exigido en julio, pero que ya cuenta con el apoyo de Francia expresado por su ministro de Finanzas, Fran?ois Baroin.
El Consejo Europeo del pr¨®ximo domingo tiene otros asuntos espinosos. Autorizar el sexto tramo de ayudas a Grecia por una cuant¨ªa de 8.000 millones y sobre todo deber¨¢ intentar un acuerdo sobre la pol¨¦mica participaci¨®n del sector privado en el segundo rescate a Grecia, integrado por 109.000 millones de ayudas p¨²blicas y una participaci¨®n del sector privado de unos 50.000 millones hasta 2014. Esta participaci¨®n implicaba una quita del valor de la deuda griega estimada en un 21%. Desde julio la situaci¨®n se ha deteriorado tanto en Grecia y en los mercados financieros que existe una creciente convicci¨®n de que ser¨¢ precisa una quita mayor, que algunos sit¨²an en torno al 50%.
Esa participaci¨®n de los bancos fue siempre motivo de especial conflicto entre el BCE y Alemania. El presidente saliente del BCE, Jean-Claude Trichet, acept¨® finalmente esta participaci¨®n a condici¨®n de que fuera "voluntaria". Pero este frente tambi¨¦n se agrieta. Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, y presidente del Eurogrupo -que ya fue de los primeros en apuntar que deber¨ªa procederse a una "reestructuraci¨®n parcial"- en Grecia, ha manifestado que "los bancos privados deben saber que si una participaci¨®n voluntaria de los acreedores no es suficiente, y que si los Gobiernos estamos de acuerdo con los bancos, entonces habr¨¢ que considerar llegar a participaciones no voluntarias".
Habr¨¢ que esperar al pr¨®ximo domingo para ver si Europa puede romper su c¨ªrculo endemoniado a que le han llevado los desafueros de los bancos. -
Un respiro para el BCE
La ratificaci¨®n por el Parlamento de Eslovaquia de la ampliaci¨®n del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) supondr¨¢ un respiro para el Banco Central Europeo (BCE). El banco dirigido por Jean-Claude Trichet ha jugado un papel determinante en evitar un mayor impacto de la crisis, adquiriendo deuda p¨²blica de Grecia, Irlanda, Portugal, Espa?a e Italia en los mercados de secundarios. Desde mayo de 2010, las compras de bonos han ascendido a 156.500 millones de euros. Erkki Liikanen, gobernador del Banco de Finlandia y miembro del Consejo del BCE, ha recordado que esas compras "ha sido una medida de naturaleza temporal".
El relevo va a ser tomado r¨¢pidamente por el FEEF, autorizado ahora a realizar este tipo de operaciones y que cuenta con unos recursos de 440.000 millones. El Consejo de Administraci¨®n del FEEF "ultima todos los procedimientos necesarios para permitir la utilizaci¨®n del nuevo instrumento en un futuro pr¨®ximo", ha se?alado su presidente, Klaus Regling. En este momento, los t¨¦cnicos del Fondo analizan la manera de multiplicar la fuerza de sus medidas sin requerir m¨¢s dinero de los Estados. Una de las opciones que se barajan es aumentar su capacidad efectiva hasta los 2,5 billones de euros.
Cada vez se estudia m¨¢s la experiencia americana en la resoluci¨®n de la crisis financiera. Karel Lannoo, consejero delegado del Centre for European Policy Studies (CEPS), sugiere crear una suerte de TARP -fondo que pusieron en marcha las autoridades de EE UU para dar asistencia de capital temporal a los grandes bancos- europeo.
Su propuesta es que ese fondo deber¨ªa ser obligatorio para todos los bancos cuyo capital b¨¢sico estuviera por debajo del 4%. Lannoo recuerda que el capital b¨¢sico de la banca europea, en general, ha aumentado hasta el 6,9% desde el 5,9% de entre 2007 y finales de 2010, pero ha advertido que los "grandes bancos europeos tienen bajos niveles de capital". Los fondos deber¨ªan concederse sujetos a estrictas condiciones incluidas las reformas estructurales. Su propuesta incluye la creaci¨®n de un plan de garant¨ªa de dep¨®sitos, que deber¨ªa ser financiado de manera obligatoria por todos los bancos de la zona euro. Con el tiempo, el fondo de garant¨ªa podr¨ªa fusionarse con el TARP y convertirse en una entidad que se podr¨ªa financiar en el mercado y convertirse en un amplio sistema de resoluci¨®n de crisis bancarias.
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