"Renunciar al velo isl¨¢mico ser¨ªa como quitarme la piel"

La ni?a del velo sigue las clases con fotocopias. Cumple su horario sentada en la biblioteca, vigilada por el profesor de guardia. El mi¨¦rcoles empieza con Pl¨¢stica. Cuando termina la hora se acerca al aula de 1? B, donde est¨¢n sus compa?eros, para que la vea el profesor y no le ponga falta. Repite el paseo cuatro veces para justificar que sigue all¨ª, a unos metros, durante las otras clases: Matem¨¢ticas, Conocimiento, Tecnolog¨ªa... As¨ª cada d¨ªa. Ve a su amiga colombiana durante el recreo. "S¨ª, creo que ella me entiende". Hablan de sus cosas, se r¨ªen. Vuelven juntas a casa. Ella carga con una mochila rosa en la que lleva los apuntes del examen que har¨¢ a solas.

La menor, de 13 a?os y origen marroqu¨ª, protagoniza la ¨²ltima pol¨¦mica que mezcla el hiyab (pa?uelo isl¨¢mico) y las aulas. Estudia en el instituto F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente, una construcci¨®n de ladrillo visto en el barrio del Gamonal (Burgos). La direcci¨®n del centro avis¨® al padre desde el primer d¨ªa: no est¨¢ permitido el velo. El reglamento de r¨¦gimen interior del centro incluye un art¨ªculo sobre la vestimenta. Bajo techo, los alumnos "tendr¨¢n descubierta la cabeza salvo que, por prescripci¨®n m¨¦dica acreditada, no puedan hacerlo". La chica pas¨® nueve d¨ªas sin ir a clase y lleva otras tres semanas siguiendo las lecciones en la biblioteca. La familia defiende que un velo no es como una gorra. El centro contrapone que no entra en cuestiones religiosas, solo en c¨®digos de conducta. Y ella sigue paseando su mochila sin entrar en el aula. Es un caso "in¨¦dito", seg¨²n Iv¨¢n Jim¨¦nez Aybar, abogado de la familia. "Es la primera vez en Espa?a en la que, mientras se decide si se permite el hiyab, se ha apartado a la ni?a de todas las clases".

La familia pide al fiscal de Menores que act¨²e por un posible delito

"Es un asunto de indisciplina, no de creencias", replica el director del centro

Ella dice tenerlo claro: "Lo primero es mi religi¨®n". Sentada en el sal¨®n de su casa, con toda la familia alrededor de un cusc¨²s con calabaza, se explica con voz suave. Se puso el velo por primera vez con 11 a?os, lo llev¨® en el colegio concertado al que acud¨ªa hasta el a?o pasado "como parte de su indumentaria, no ocasionando ning¨²n tipo de problema", seg¨²n la notificaci¨®n de respaldo que firm¨® el director de su antiguo centro. Asegura que su padre, Brahim, le ha pedido varias veces que se lo quite. Tambi¨¦n su madre, Khadija (37), que no ha aprendido castellano tras cinco a?os en Espa?a. La ni?a se ajusta el pa?uelo dorado que combina con su jersey verde. Y lo dice con voz queda, como el que habla de una nimiedad: "Renunciar al velo ser¨ªa como quitarme la piel".

"Este es el primer problema que tengo en Espa?a, no queremos l¨ªos, solo paz", dice su padre. Brahim, de 40 a?os, se traslad¨® a Espa?a hace una d¨¦cada desde Tinghir, una ciudad rodeada de monta?as en el centro de Marruecos. Ha trabajado en la construcci¨®n y en una f¨¢brica de trenes. Su familia se le uni¨® en 2006. Tiene cinco hijos; la ni?a del velo es la tercera tras dos varones. Le sigue otra de dos a?os que corretea por el sal¨®n y un beb¨¦ de tres meses al que la madre anuda a su espalda con un pa?uelo para que se duerma.

Brahim est¨¢ de baja por una hernia discal desde hace nueve meses. Dedica casi todo su tiempo al caso de la hija. Acumula documentos y peticiones en un archivador marr¨®n. El ¨²ltimo escrito que han presentado es una denuncia ante el Fiscal de Menores de Burgos. "Queremos que se garantice lo antes posible su derecho a ser escolarizada de modo pleno", explica Jim¨¦nez Aybar, que tambi¨¦n es profesor de Derecho Eclesi¨¢stico del Estado en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. "La gravedad del asunto nos ha llevado a denunciar al director ante la Fiscal¨ªa, su actuaci¨®n podr¨ªa ser constitutiva de delito. Aislar a una menor de sus compa?eros debe ser la ¨²ltima opci¨®n. Nada paliar¨¢ las semanas de aislamiento a las que se le somete".

Al director del instituto, Eusebio L¨®pez, le gusta la mitolog¨ªa. "Este hombre es como Agamen¨®n: sacrifica a su hija para que las naves tengan viento", dice sentado en su despacho L¨®pez, que acusa al padre de "victimismo" y defiende que ellos no entran en asuntos religiosos. "Es un asunto de indisciplina, no de valorar creencias". El abogado le remiti¨® un informe en el que recuerda que el velo est¨¢ admitido en la foto del Documento Nacional de Identidad. "No hablamos de identificar, est¨¢ perfectamente identificada con el velo como lo estar¨ªa con una pamela", replica el director. E insiste: "O cumple el reglamento o cambia de centro". La Consejer¨ªa de Educaci¨®n respalda la decisi¨®n del instituto y recuerda que se han ofrecido otros centros en los que el reglamento no alude a cabezas descubiertas. "Si se marcha ser¨¢ porque la obligan", rechaza el padre. Ma?ana volver¨¢ a la biblioteca.