"El volc¨¢n ha sido una loter¨ªa, pero al rev¨¦s"
El periodista despistado que aterrice en El Hierro no puede tener mejor suerte que trabar amistad con Fernando Guti¨¦rrez, presidente de la cofrad¨ªa de pescadores de La Restinga. Es, en s¨ª mismo, un consejero, un gu¨ªa, una central telef¨®nica y un conseguidor de cualquier cosa. Igual te facilita una entrevista con un zo¨®logo que te lleva a dar un paseo en barca o te desmiente que haya un chorro de vapor sobre el mar. A su pueblo, el m¨¢s alejado de Madrid de toda Espa?a, va la gente a desconectar, pero estos d¨ªas sus dos m¨®viles no paran de sonar. Atiende a todos con hospitalidad herre?a. Y eso que su isla y su gente viven tiempos dif¨ªciles. Tarda unos minutos en llegar de la puerta del restaurante a su mesa. Como si fuera un actor o un futbolista famoso, es interceptado por varios clientes. Al final logra sentarse en su silla, al fondo del local. Hoy no toca pescado, sino un buen plato de ropa vieja. Para los profanos, carne mechada con papas y garbanzos.
El impulsor de la primera reserva marina canaria ve su mundo amenazado
A Guti¨¦rrez, que representa a 40 familias que viven de la pesca en La Restinga, lo hemos conocido con mejor ¨¢nimo. Pero esta maldita mancha provocada por el volc¨¢n submarino que se va extendiendo por la costa y esos animales muertos flotando est¨¢n erosionando su moral. "Vivimos en una regi¨®n volc¨¢nica, pero ve¨ªamos ese fen¨®meno como algo lejano, improbable. Ahora nos ha tocado, es como una loter¨ªa, pero al rev¨¦s", lamenta.
La comida tarda en llegar, quiz¨¢ porque hoy a la parroquia habitual hay que sumar un n¨²mero inveros¨ªmil de cient¨ªficos. Nacido en Venezuela, Guti¨¦rrez no se quita la gorra del Partido Socialista de su pa¨ªs de origen ni para comer y ense?a una foto con Hugo Ch¨¢vez. "Le conozco personalmente, aunque no tengo la suerte de ser su amigo", dice. Un vulcan¨®logo se sienta un rato a nuestra mesa. Tiene a su alrededor decenas de colegas eruditos pero le interesan las opiniones de este catedr¨¢tico, a su manera, del mar y de los peces.
Hijo de emigrantes, hered¨® de su abuelo la profesi¨®n de pescador. Su vocaci¨®n ecologista le llev¨® a montar luego un desguace para recoger veh¨ªculos abandonados, muchos de ellos enterrados con bater¨ªa y todo, seg¨²n una inexplicable costumbre de la isla. De esa preocupaci¨®n por la naturaleza naci¨®, hace 15 a?os, el logro del que se siente m¨¢s orgulloso: la Reserva Marina del Mar de las Calmas. La impulsaron los propios pescadores de La Restinga, con Guti¨¦rrez al frente, para frenar "una actividad de pan para hoy y hambre para ma?ana". La iniciativa tuvo al principio muchos detractores. "Algunos de mis colegas, los m¨¢s anticuados, me trataban de loco", explica. "Prohibimos artes como pandorgas, nasas y palangres, establecimos diferentes zonas de protecci¨®n y el tiempo nos dio la raz¨®n", sentencia. El resultado es un modelo de pesca sostenible que ha servido como ejemplo a las otras dos reservas creadas en Canarias.
Ahora ese para¨ªso submarino se ve amenazado. Los bi¨®logos creen que un volc¨¢n es un fen¨®meno natural y que el ecosistema podr¨¢ recuperarse. Pero lo que es un periodo corto para la naturaleza, para los pescadores puede ser un plazo largu¨ªsimo. "Estamos trabajando ya para pedir ayudas a las autoridades", explica. ?Y al volc¨¢n que le pedir¨ªa? "Que se manifieste ya si tiene que manifestarse y que deje en paz al mar. Que es lo que nos da la vida".
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