Linda Riviera Maya
Al borde de 2012, que marca el fin de una era en el calendario maya, arranca la temporada alta
Bajo un puente de la autopista que lleva al aeropuerto de Canc¨²n hay un peque?o altar. Lo construyeron los propios arquitectos porque no consegu¨ªan que el puente se mantuviese en pie. Es probable, les dijeron, que en aquel lugar hubiese, no hace tanto, la milpa de un alux. Es decir, un campo de ma¨ªz protegido por un travieso duende yucateco, que los mayas invocan desde antiguo para que protejan su cosecha durante siete a?os. "Los aluxes son como los abogados", explica Pastor Caamal Uitzil, un maya moderno y triling¨¹e que trabaja como gu¨ªa tur¨ªstico. "Si les tienes contentos, trabajan para ti; si no, en tu contra". Por si acaso, los arquitectos hicieron una ofrenda al elfo supuestamente ofendido con su obra.
Las cifras
? Hoteles: 378, de los cuales 64 son 'resorts' todo incluido, que acumulan cerca de un 80% de las 38.477 habitaciones.
? Turistas: solo en julio de 2011, 374.896. De enero a julio, m¨¢s de dos millones.
? Distancia: de Canc¨²n a M¨¦xico DF hay dos horas de vuelo. Del aeropuerto de Canc¨²n a Playa del Carmen, 55 kil¨®metros.
? Temporadas: alta, de mediados de noviembre a marzo; baja, septiembre y octubre.
La historia encierra una clave del turismo en la Riviera Maya: en lo que dura la fidelidad de un alux, las milpas se han convertido en autopistas para acomodar a los millones de visitantes que vienen buscando un para¨ªso de playas perfectas, ruinas espectaculares y picante gastronom¨ªa.
El turismo en la Riviera tiene un modelo claro: el resort todo incluido. Una tras otra, las grandilocuentes entradas a estos cotos de hedonismo, golf y spa se suceden en la carretera de la costa. "En la Riviera, solo el 20% de los hoteles son grandes resorts, pero acumulan el 80% de las habitaciones", explica Dar¨ªo Flota, del Fideicomiso de Turismo. En muchos resorts se reconocen las inversiones espa?olas (Barcel¨®, Catalonia y la ubicua constructora OHL). Los hay para todos los bolsillos, desde los obscenamente caros, donde el precio de la habitaci¨®n (700 euros) es ocho veces el salario m¨ªnimo, hasta los que ese importe cubre una semana en pensi¨®n completa con vuelo ch¨¢rter incluido. La raz¨®n de su ¨¦xito: estos paquetes salen m¨¢s baratos que ir por libre.
Pero si la pulserita agobia, hay alternativas. Algunos resorts, como Mah¨¦kal (inaugurado bajo otro nombre en 1982 y aun as¨ª uno de los primeros de Playa del Carmen), se encuentran en un centro urbano, lo que facilita la independencia, y optan por la media pensi¨®n. Ya completamente fuera del modelo hay m¨¢s de 300 peque?os hoteles, rom¨¢nticas caba?as (a partir de 100 euros la noche), pensiones monas (desde 40 euros) e incre¨ªbles zonas de acampada playera (por 7 euros). "La experiencia de un viajero independiente es totalmente distinta; m¨¢s cercana a la naturaleza y a nuestra cultura", opina Flota, quien espera que el turismo no organizado aumente cuando Iberia anuncie, en breve, su vuelo directo a Canc¨²n.
Una pen¨²ltima recomendaci¨®n: incluso aprovechando una oferta de vuelo y resort, uno puede liberarse del todo incluido con tan solo alquilar un coche. Conducir en esta zona del pa¨ªs es seguro y, teniendo en cuenta el precio de las excursiones de los hoteles, ahorrar¨¢ sus buenos pesos. Y una ¨²ltima: haga lo que haga, no cabree al alux.
Ruinas a pedales
En el centro del juego de pelota hay una calavera de piedra. Viene a decir que este era un deporte ritual. Algo serio. Acababa con la sangre derramada de los vencedores, no de los vencidos, porque el sacrificio era un honor en vez de una condena. Un honor de primera divisi¨®n en el caso de esta cancha: entre los siglos III y IX, Cob¨¢ fue la metr¨®polis delmundomaya, hasta que su gran rival, Chich¨¦n Itz¨¢, extendi¨® su dominio.
En su apogeo, unos 50.000 habitantes llegaron a vivir en Cob¨¢, selv¨¢tica y rodeada de lagos. Dada su extensi¨®n (y eso que solo se ha desenterrado una parte de lo que hay bajo la selva), lo ideal es recorrer las ruinas en las bicis ruinosas, para no desentonar, que te alquilan dentro del recinto arqueol¨®gico. El precio total de la entrada m¨¢s la bici no llega a los 5 euros.
No merece la pena retrasar la aventura 45 minutos para escuchar las explicaciones de un gu¨ªa (por entre 22 y 13 euros), pero s¨ª conviene llevar alg¨²n tipo de bibliograf¨ªa a mano (los paneles informativos dejan bastante que desear) para entender el significado que encierran lasm¨¢s de 6.500 estructuras (incluida una pir¨¢mide de 42 metros que sobrevuela la selva) o las 45 estelas del sitio arqueol¨®gico. Fascinante intentar dilucidar las fechas del calendariomaya grabadas en las piedras. Un laberinto matem¨¢tico que tiene varios ciclos: la Cuenta Larga, la Corta, el A?o Solar, el Calendario Ritual y la Rueda Calend¨¢rica. Llama la atenci¨®n que una cultura tan avanzada no utilizase sin embargo la otra rueda, la de los carros.
La posible raz¨®n: el c¨ªrculo era un s¨ªmbolo sagrado, no algo que se arrastraba para transportar mercanc¨ªas.
Los mayas yucatecos ir¨ªan a pie, pero ten¨ªan una inmensa red vial. Cob¨¢ era su kil¨®metro cero. De aqu¨ª part¨ªa el sacb¨¦ m¨¢s importante: con 100 kilometros, llegaba casi a Chich¨¦n Itz¨¢. Estos caminos blancos estaban estucados, no eran simples rutas, y, construidos sobre muros de contenci¨®n, en algunos lugares alcanzaban hasta 20metros de ancho y 6 de alto.
A Tulum, el otro gran sitio de la Riviera, tambi¨¦n se pod¨ªa llegar en canoa, porque es una de las escas¨ªsimas ciudades prehisp¨¢nicas construidas en la costa. Trepando en un acantilado sobre la arena blanca, esta joya del siglo XII est¨¢ cuidada como un campo de golf y repleta de turistas.No es tan divertida de visitar como Cob¨¢, pero el contraste de las ruinas con el azul celeste del mar es de llorar de bonito.
Los templos y palacios de Tulumconservan gran variedad de tallas y frescos, pero una de las figurasm¨¢s repetidas es una que, cabeza abajo y con las piernas dobladas, parece querer zambullirse desde lo alto de muchos frisos. Un gu¨ªa explica su simbolog¨ªa con picard¨ªa mexicana: Puede ser una abeja reina, un alien¨ªgena, Jes¨²s resucitado, eso creen los mormones, o un dios descendiente que baja del cielo. Aunque bien, bien, qui¨¦n lo sabe.
Queda una ¨²ltima decisi¨®n arqueol¨®gica: ir o no a Chich¨¦n Itz¨¢. Por un lado, son seis horas de ida y vuelta desde Playa y ya no dejan subir a la pir¨¢mide de Kukulk¨¢n. Por otro, es una de las maravillas del mundo, desde mucho antes de que la Unesco se animase a incluirla en la lista en 2007.
Los cenotes: chapuzones y murci¨¦lagos
En 2008 don Cleof¨¢s, un ejidatariomaya, limpiaba sus terrenos cuando se le cruz¨® una iguana. La promesa de una carne que, dicen, sabe a pollo, le hizo perseguirla. La lagarta se escabull¨® entre unas rocas, que don Cleo retir¨® encontrando la entrada a un r¨ªo subterr¨¢neo del que, hasta ahora, se han descubierto 15 kil¨®metros. Un alucinante laberinto de estalactitas, agua transparente y silencio.
A la entrada de R¨ªo Secreto sigue la casita de don Cleof¨¢s, ahora con piscina gracias a la explotaci¨®n comercial de la cueva. Los turistas han de ducharse antes de entrar para no ensuciar el agua con sus protectores solares y sus repelentes de mosquitos (ambos fundamentales en estas latitudes).
Para limpiar a los visitantes por dentro, un maya los roc¨ªa con humo de copal en una breve ceremonia de permiso a los dioses. En el mundo maya solo los chamanes se adentraban en estas cuevas, ya que eran puertas al inframundo, explica Joan, el gu¨ªa mallorqu¨ªn al que se le ha pegado el acento mexicano. El lugar es fant¨¢stico, literalmente otro mundo. Al contrario que la selva de ah¨ª fuera, es oscuro, fresco, limpio, sin vida, salvo alg¨²n murci¨¦lago o un pez gato. En una sala donde el agua cubre poco, Joan pide a los turistas, ataviados de neopreno y con cascos de espele¨®logos, que se sienten, apaguen las linternas y escuchen. Dip, dip, dip. No es una gota en medio del silencio m¨¢s absoluto, sino el lento sonido con el que se forman las tripas del mundo.
Las selvas del Yucat¨¢n est¨¢n horadadas por miles de estos cenotes, sagrados para los mayas, de donde las comunidades siguen sacando agua potable. Algunos est¨¢n en parques tem¨¢ticos e incluyen espect¨¢culos de luz, tirolinas y otros gadgets del turismo familiar de aventura. M¨¢s desnudos semantienen los cenotes autogestionados por las comunidades en cuyos predios se encuentran. Cerca de Cob¨¢, en Choo-Ha (agua que gotea) y Tankach-Ha (aguas profundas), uno se puede ba?ar por una m¨®dica entrada. Si se llega a ¨²ltima hora de la tarde, el misterioso chapuz¨®n se har¨¢ solo en compa?¨ªa de un murci¨¦lago.
Un 'cocoloco' en el playazo
Si la RivieraMaya tuviese bandera ser¨ªa blanca y celeste, de la arena y el agua. El mar Caribe no deja de impresionar, por mucho que uno lo haya visto en los anuncios. Hay lugares, como Tulum, donde la combinaci¨®n de agua transparente, arenal fin¨ªsimo y palmera inclinada es rid¨ªculamente hermosa.
El play¨®n de este pueblo, famoso por el sitio arqueol¨®gico (a unos cinco kil¨®metros), no ha podido salvaguardar sus encantos de la industria hotelera, pero aqu¨ª no hay resorts all inclusive, sino una ristra de alojamientos semirrurales, lamayor¨ªa en forma de caba?as monas (y tirando a caras) con techumbre de palma que han crecido como setas en la ¨²ltima d¨¦cada.
Seg¨²n la tradici¨®n maya, para que una palapa aguante, la palma tiene que ser cortada bajo la luna llena. Quiz¨¢s en las Romantic Cabanas Hemingway de Tulum no se sigui¨® la tradici¨®n, porque, cuando fuera se pone furiosamente tropical, dentro tambi¨¦n llueve un poco. No hay electricidad por las noches, lo que complica la gesti¨®n de la tormenta en el interior de la caba?a, pero el lugar no puede ser m¨¢s rom¨¢ntico: camas con dosel, conchas en el ba?o, toallas enrolladas en forma de cisne. Y en la puerta, a escasos 10 metros, el mar Caribe y un chill out con restaurante italiano incluido (no en vano la due?a se apellida Sbrizzi). Tras una deliciosa cena con el dosel esperando y la luna llena, dan ganas de todo, menos de ponerse a cortar palma.
Adem¨¢s del hedonismo, la otra actividad m¨¢s com¨²n en estas playas es el snorkel. En la bah¨ªa de Akumal bucear con tubo puede ser, dependiendo de la temporada, una experiencia alucinante.De abril a octubre llegan a esta playa, cuyo nombre en maya significa lugar de tortugas, cientos de espec¨ªmenes. Se pueden realizar excursiones en barco hasta el arrecife para verlas, pero no es necesario: haciendo pie, en los pastos de alga que hay muy cerca de la orilla, uno pr¨¢cticamente se choca con los prehist¨®ricos reptiles que vienen hasta aqu¨ª para anidar. Las tortugas son muy sociables, no huyen de los buceadores y se dejan admirar, pero no conviene tocarlas para que no se acostumbren cuando alguien quiera cazarlas en sus periplos por el mundo.
En Akumal hay centros de buceo y chiringuitos donde sirven cocolocos (un coctel de cinco licores dentro de un coco efectivamente muy loco).
Mecidos por la corriente en el manglar
Sian Ka'an, un para¨ªso natural con 300 especies de aves y un gu¨ªa triling¨¹e que de joven recolectaba chicle. Cortes¨ªa maya en "el lugar donde naci¨® el cielo"
La resina es muy venenosa; si te toca la piel, te produce quemaduras de segundo grado; si te cae en los ojos, te ciega". Sin embargo, Pastor Caamal Uitzil, gu¨ªa en la reserva de la biosfera de Sian Ka'an, se abraza con entusiasmo a un ejemplar de chech¨¦n, el ¨¢rbol venenoso, ante el pasmo de los turistas. "Tranquilos", dice, "si cae resina, buscaremos un chac¨¢, el ¨¢rbol ant¨ªdoto".
En Sian Ka'an hay ejemplares de ambas especies, y hasta un centenar de otros ¨¢rboles y arbustos, como la palma chit, en peligro de extinci¨®n. Tipos de plantas hay m¨¢s de mil; de mam¨ªferos, 103 (incluidos jaguares y pumas); de aves, 300 especies, del tuc¨¢n al flamenco. Especies de insectos, imaginen (no olviden el repelente).
La gigantesca reserva (con una extensi¨®n 10 veces el parque de Do?ana) contiene varios ecosistemas, del bosque tropical al arrecife marino, pero quiz¨¢ lo m¨¢s caracter¨ªstico sean sus manglares, que hunden sus ra¨ªces en lagunas y canales, y ti?en de rojo los ojos de agua (eso el mangle rojo, claro, porque tambi¨¦n hay mangle blanco, o botoncillo). Una de las excursiones m¨¢s solicitadas en Sian Ka'an es la que combina una visita a las ruinas de Muyil (uno de los 23 yacimientos de la reserva), un paseo a pie por el bosque tropical, una ruta en lancha por las grandes lagunas y una flotaci¨®n por los canales. Con comida y transporte desde Tulum, sale por 100 d¨®lares. Pero dura unas ocho horas, y si toca un gu¨ªa como Pastor, uno sale con un cursillo intensivo de sabidur¨ªa maya.
"Los mayas se colapsaron, pero no desaparecieron, aqu¨ª seguimos", dice Pastor bajo la pir¨¢mide de Ixchel, en plena selva ("es la diosa de la fertilidad; si quieres hijos, sube"). "Es incre¨ªble que en este entorno, con lo que ten¨ªan a mano, los mayas se convirtiesen en expertos arquitectos, en astr¨®nomos tan exactos, en tan buenos meteor¨®logos... y eso que hay muchas cosas que desconocemos sobre ellos. Cuando los arque¨®logos no saben algo, lo llaman teor¨ªa", dice Pastor con retranca. ?l es un experto naturalista, vivi¨® en estas selvas desde ni?o, cuando con sus 14 hermanos se dedicaba a recolectar la resina del ¨¢rbol del chicle. A¨²n se pueden ver los machetazos en algunos ejemplares, bajo los que el gu¨ªa, que hasta la adolescencia hablaba solo maya, explica en perfecto ingl¨¦s c¨®mo se explotaba la selva antes de que los chicles se hiciesen con petr¨®leo. Varias compa?¨ªas, como Community Tours, para la que trabaja Pastor, contratan a gu¨ªas locales y les ofrecen formaci¨®n (tur¨ªstica y de idiomas) para que completen su profunda sabidur¨ªa sobre la reserva en la que se han criado.
Atravesando la laguna en lancha, uno comprende por qu¨¦ Sian Ka'an significa "lugar donde nace el cielo". Tiene que ser por el incre¨ªble reflejo del cielo sobre la plana superficie de agua tan transparente. Aqu¨ª se ve hasta el m¨¢s diminuto pececillo escondido entre las ra¨ªces del mangle".
La verdadera estrella del tour llega en los canales. "El salvavidas se lleva al estilo luchador de sumo", dice Pastor metiendo las piernas en los agujeros del chaleco naranja. La idea es usarlo como una sillita para dejarse llevar por la suave corriente de agua dulce que atraviesa, en un laberinto de canales, el manglar. No hay tirolina comparable a esta tranquila experiencia que, adem¨¢s, seg¨²n la tradici¨®n, te purifica por dentro. Es una suerte que en maya no exista la palabra adi¨®s. Las despedidas son solo "hasta otro d¨ªa". Asumen que volveremos.
Jazz en pareo
Fernando Toussaint. Festival de Jazz
"Quer¨ªamos ofrecer un evento de alto nivel como un regalo para un turismo ya cautivo: demostrar que Playa del Carmen puede ser algo m¨¢s que sol y arena". Hace nueve a?os, el m¨²sico Fernando Toussaint inaugur¨® el Festival de Jazz de la Riviera Maya, un evento que atrae hasta 20.000 personas al d¨ªa. Considerado como uno de los m¨¢s prestigiosos del mundo, puede que sea el ¨²nico que se celebra en un Beach Club (Mamitas) a 20 metros del Caribe, sobre pareos y toallas. "?No pod¨ªamos olvidar donde estamos!", dice Toussaint, que ha tra¨ªdo hasta esta ciudad, que hace unas d¨¦cadas apenas era un peque?o embarcadero, a figuras como Herbie Hancock o Al Jarreau. Y gratis. "Playa del Carmen ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os", explica Toussaint, que recuerda que hace una d¨¦cada las calles estaban sin pavimentar. "Aun as¨ª Playa conserva cierto esp¨ªritu bohemio... Digamos que no es Canc¨²n". "Cosmopolita, gastron¨®mica, cultural" son adjetivos que el m¨²sico usa para este antiguo pueblito de pescadores en el que conviven cientos de hoteles y tiendas.
Todo pasa en la Quinta
Paola Farias - Underground Film Festival
"En Playa del Carmen hay 157.000 habitantes, pero la mayor¨ªa no somos de aqu¨ª", explica Paola Farias, directora del Riviera Maya Underground Film Festival. Ella lleg¨® de ni?a, y ha visto c¨®mo se han ido quedando turistas enamorados del lugar. "Hace 20 a?os la ciudad era un bar en la playa... No exist¨ªa, es un lugar inventado hace muy poco, pero aun as¨ª tiene personalidad". "En Playa todo pasa en la Quinta Avenida, aunque hay vida m¨¢s all¨¢", dice Paola. La Quinta es kilom¨¦trica, est¨¢ a una avenida del mar y no para de crecer. Ni de cambiar. Una temporada alta tras otra, se renuevan sus cientos de restaurantes y boutiques, sus bares de copas y tiendas de artesan¨ªas. Es imposible no pasearla de arriba abajo, no dejarse arrastrar por el fluir de este r¨ªo humano que hace las veces de paseo mar¨ªtimo, aunque sin vistas al mar. Pero m¨¢s all¨¢, efectivamente, pasan cosas: vive la gente de Playa, hay restaurantes la mitad de baratos y se celebran festivales de cine donde grupos de rock musicalizan pel¨ªculas de John Ford.
2012: una nueva era
Dar¨ªo Flota
"Se acerca 2012, es el momento perfecto para visitar la Riviera Maya... ?Antes de que se acabe el mundo!". Dar¨ªo Flota, director del Fideicomiso de Promoci¨®n Tur¨ªstica, se parte de risa. "Es broma, es broma", dice, y se apresura a explicar que "la m¨ªtica fecha no marca el final del mundo, sino el principio de una nueva era". El tir¨®n de 2012 no pasar¨¢ desapercibido. "Preparamos un programa de actividades que tratar¨¢ sin tab¨²es la verdad de este fin de ciclo del calendario", explica.
Gu¨ªa
Informaci¨®n y c¨®mo ir
? Promoci¨®n tur¨ªstica de la Riviera Maya (00 52 984 206 31 50; www.rivieramaya.com).
? Orbest (www.orbest.com), ida y vuelta directo entre Madrid y Canc¨²n, desde 555 euros. Tambi¨¦n vuela directo Air Europa (www.aireuropa.com). Paquetes disponibles en mayoristas y agencias como Halc¨®n Viajes (www.halconviajes.com; en noviembre, 9 d¨ªas, desde 973 por persona), Barcel¨® Viajes (www.barceloviajes.com) o Viajes Iberia (www.viajesiberia.com; 7 noches en noviembre, desde 750), entre otros.
Dormir
? Caba?as Hemingway. Tulum, playa (www.hemingwaytulum.com). Desde 100 euros la caba?a. Por la noche no hay electricidad.
? Mahekal. Playa del Carmen (www.mahekalbeachresort.com). Caba?as junto a la playa, con aire acondicionado. Desde 130 euros.
Visitas y citas
? R¨ªo Secreto (www.riosecretomexico.com). A 3 kil¨®metros al sur de Playa del Carmen. El tour de tres horas y media, 59 d¨®lares.
? Reserva de la biosfera Sian Ka'an. Community Tours (www.siankaantours.org) organiza visitas a la reserva con mayaking (un paseo en kayak), observaci¨®n de aves o pesca deportiva. La excursi¨®n a las ruinas de Muyil, con paseo en lancha y flotaci¨®n en los manglares, sale por 71 euros (ocho horas, traslado desde Tulum y comida).
? Riviera Maya Jazz Festival (www.rivieramayajazzfestival). Del 24 al 26 de noviembre. Playa del Carmen. Gratis.
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