La tercera bofetada de la autoridad bancaria europea

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en ingl¨¦s) se ha convertido en uno de los organismos europeos m¨¢s poderosos. El grupo de supervisores bancarios ha asumido como tarea medir la solvencia de la banca. Y Espa?a es el ¨²nico gran pa¨ªs del euro que no tiene un nacional en los ¨®rganos de poder real de la entidad, ha salido malparada en los tres ex¨¢menes que ha realizado.

El organismo est¨¢ presidido por el italiano Andrea Enria, tiene el frente de su divisi¨®n de Regulaci¨®n a la francesa Isabelle Vaillant y de la de supervisi¨®n al brit¨¢nico Piers Haben. En las reuniones del Consejo Ejecutivo (Management Board) se sientan nacionales de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido junto a los de cuatro pa¨ªses menores (Suecia, Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa y Finlandia).

Espa?a es el ¨²nico de los grandes pa¨ªses europeos cuyo Gobierno no ha conseguido estar en la cocina de ese organismo clave. Limita su presencia al Consejo de Supervisores, donde est¨¢n representados los Veintisiete. Fuentes financieras consideran que esa falta de peso ha sido muy perjudicial para Espa?a.

Esta semana, la gran banca espa?ola ha sido se?alada como la que necesita m¨¢s capital, con 26.161 millones. Espa?a se sit¨²a solo detr¨¢s de Grecia, con 30.000 millones, pero la EBA deja claro que esa cifra no es la que necesita la banca griega sino la que est¨¢ reservada en los programas de rescate para recapitalizarla y que el resultado (que no publica) que arrojar¨ªa su examen es inferior.

La actual es la tercera vez que la banca espa?ola sale mal en la foto. En las primeras pruebas de resistencia, en 2010, cinco de los siete suspensos fueron espa?oles. Eso se debi¨®, en parte, a que Espa?a present¨® a las pruebas a casi todos los bancos y cajas, pero tambi¨¦n a que los criterios espa?oles fueron mucho m¨¢s exigentes que los aplicados en otros pa¨ªses. Los dos bancos irlandeses, por ejemplo, aprobaron. Y la ca¨ªda de precios inmobiliarios contemplaba ca¨ªdas de hasta el 55% en algunos inmuebles en Espa?a, frente al 4% de Italia o el 7% de Grecia.

En esa primera ocasi¨®n, la mayor severidad y transparencia del supervisor espa?ol fue la que puso a las entidades en desventaja. Pero en las segundas pruebas, las publicadas en julio de este a?o, la sensaci¨®n de agravio se acentu¨® cuando no se permiti¨® computar para absorber p¨¦rdidas a las provisiones gen¨¦ricas, puestas como modelo en las instancias internacionales. Adem¨¢s, de nuevo, varios par¨¢metros de las pruebas eran m¨¢s exigentes para la banca espa?ola. El resultado: Espa?a acapar¨® cinco de los ocho suspensos europeos, aunque el Banco de Espa?a proclam¨® que no necesitaban captar m¨¢s capital al tener en cuenta esas provisiones.

El tercer mazazo ha llegado esta semana: la banca espa?ola necesita recapitalizarse con m¨¢s de 26.000 millones, seg¨²n la estimaci¨®n de la EBA, y eso que ahora solo se examinaba a cinco entidades, entre ellas dos de las que mejor nota hab¨ªan sacado en anteriores pruebas: Santander y BBVA.

La EBA no ha tenido en cuenta en su c¨®mputo -aunque lo har¨¢ en el futuro- las obligaciones necesariamente convertibles, lo que ha inflado la cifra espa?ola en unos 10.000 millones. Adem¨¢s, los bancos espa?oles han tenido que ajustar a precio de mercado la deuda espa?ola que ten¨ªan en su cartera a vencimiento, lo que ha sumado otros 6.300 millones.

A los bancos franceses o alemanes se les ha permitido compensar sus p¨¦rdidas reales en deuda griega con plusval¨ªas latentes en deuda de sus pa¨ªses, mientras que a bancos espa?oles como el Santander o BBVA no se les ha permitido compensar las minusval¨ªas en deuda espa?ola con sus abundantes plusval¨ªas en pa¨ªses como M¨¦xico o Brasil. El resultado es que, en una recapitalizaci¨®n que es consecuencia de la crisis griega, es que Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, que hab¨ªa declarado una exposici¨®n de cerca de 3.000 millones a la deuda griega, solo tendr¨¢ que cubrir 100 millones por deuda soberana, mientras que el Santander, con un riesgo griego insignificante, tendr¨¢ que cubrir 2.600 millones.