Sin rastro del Ebro

El trasvase del Ebro, emblema del PP en dos de sus graneros durante ocho a?os, ni aparece en el programa. El texto copia lo pactado en 2008, una leve alusi¨®n a las transferencias de agua a las cuencas deficitarias, pero solo "si hubiere" excedentes. Es decir, ya ni tiene claro que queden excedentes para trasvasar.

El PP asume que no puede hacer el trasvase del Ebro y adem¨¢s el del Tajo-Segura est¨¢ amenazado por la secretaria general del partido y presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, que considera que el Gobierno socialista env¨ªa demasiado caudal a Murcia y Alicante.

Todo un embrollo, porque Rajoy se ha manifestado en Murcia a favor de los trasvases y los ministros de Zapatero no han hecho m¨¢s que recibir ataques del PP por lo contrario, por enviar poco caudal. Tras el 20-N, la guerra del agua entre Cospedal y Rudi (y Aguirre) contra Fabra y Valc¨¢rcel promete ser movida.

El cambio clim¨¢tico apenas aparece en el programa, pero en materia de energ¨ªa, apuesta por una pr¨®rroga de las centrales nucleares m¨¢s all¨¢ de los 40 a?os si el Consejo de Seguridad Nuclear da su visto bueno. En realidad lo dice de una forma enrevesada y solo para iniciados, pero parece que dice eso. No cita Garo?a, pero si la prorroga hasta 2019, da a entender que no cobrar¨ªa la luz al precio actual, sino m¨¢s barata, en una especie de peaje a la nuclear.

Despu¨¦s de cuatro a?os recorriendo el litoral prometiendo a los afectados por la Ley de Costas suavizar la norma, el PP se ha olvidado del tema en el programa. Y eso que Rajoy hizo una proclama solemne en M¨¢laga a favor de los chiringuitos.