Los m¨²ltiples rostros de Steve Jobs
Despu¨¦s del aluvi¨®n de art¨ªculos y homenajes, llega ahora la invasi¨®n de libros sobre Steve Jobs, fallecido el 5 de octubre. Jobs logr¨® algo que envidian desde los editores de diarios en papel a los teatros de la ¨®pera: enganchar a los j¨®venes, incluso a los adolescentes, que llenaban las tiendas Apple y compraban sus productos, adem¨¢s de nutrir verdaderos sentimientos de gratitud hacia el creador de tales prodigios de la electr¨®nica.
De todas las biograf¨ªas y relatos sobre Jobs y la creaci¨®n de Apple, hay uno que aspira a convertirse con justicia en el libro de referencia de sus admiradores. Se trata de Steve Jobs, de Walter Isaacson, ¨²nica biograf¨ªa autorizada del patr¨®n de Apple (San Francisco, 1955-Palo Alto, California, 2011) que ¨¦l mismo encarg¨® al periodista y escritor, actual presidente del Instituto Aspen, en el verano de 2004. El libro, que acaba de salir a las librer¨ªas de todo el mundo (en espa?ol, con una tirada de 50.000 ejemplares), en medio del luto general por la muerte del mago de Apple, ser¨¢ la base de una pr¨®xima pel¨ªcula sobre el personaje.
Pese a los muchos ¨¦xitos cosechados en la mayor parte de su carrera, Jobs tuvo que afrontar tambi¨¦n muchos reveses
Isaacson, autor de una celebrada biograf¨ªa de otro genio, Albert Einstein, mantuvo unas 40 entrevistas con Jobs en los ¨²ltimos a?os de su vida y pudo acceder a un centenar de colaboradores y amigos suyos. Con esa base documental responde a algunas preguntas: ?qui¨¦n fue Steve Jobs?, ?c¨®mo se ve¨ªa a s¨ª mismo?, ?c¨®mo le ve¨ªan los dem¨¢s? Isaacson cuenta la vida de Jobs empezando por el principio. Su infancia y adolescencia en Mountain View, la peque?a ciudad en el ¨¢rea de la bah¨ªa de San Francisco donde se instalaron sus padres, Clara y Paul Jobs, y donde creci¨® junto a una hermana, Patty, en lo que crey¨® durante a?os era su familia biol¨®gica. Jobs descubrir¨ªa despu¨¦s qui¨¦nes eran sus verdaderos padres, Joanne Carole Schieble, de origen alem¨¢n, y Abdulfattah Jandali, de origen sirio, que se hab¨ªan conocido siendo estudiantes en la Universidad de Wisconsin, y cuya relaci¨®n se vio torpedeada por la familia de ella. Finalmente se casar¨ªan, tendr¨ªan otra hija, Mona, y se separar¨ªan en el plazo de apenas cuatro a?os.
Jobs, mal estudiante y poco sociable, era una persona inquieta, en permanente b¨²squeda. Todav¨ªa adolescente, viaj¨® a India con la esperanza de encontrar un gur¨² espiritual, algo que encontrar¨ªa a?os despu¨¦s en San Francisco. Era tambi¨¦n un apasionado de la electr¨®nica y adoraba los artilugios de ¨²ltima generaci¨®n. Pas¨® unos meses como estudiante en la Universidad Reed, de Portland (Oreg¨®n), pero enseguida regres¨® a su casa, convertido en una especie de hippy. Pronto encontr¨® trabajo en la firma Atari, una experiencia que le sirvi¨® para desarrollar sus habilidades de seductor y gran vendedor de ideas. Por entonces, Jobs iba descalzo o con simples sandalias y segu¨ªa dietas estrictas, que en ocasiones consist¨ªan en comer solo manzanas (una fruta que acabar¨ªa dando nombre a su empresa, Apple).
Los ejecutivos criticaban su apariencia desali?ada y sus compa?eros se quejaban de su falta de higiene. Pero en Jobs se estaba produciendo la metamorfosis que dar¨ªa vida a Apple. Una empresa a la que aport¨® su creatividad, sus cualidades de empresario seductor y con visi¨®n de futuro, mientras su amigo, Steve Wozniak, extraordinario ingeniero, aportaba el talento t¨¦cnico. As¨ª surgi¨® el Apple I, el primer ordenador personal del mercado, montado en 1976 en el garaje de los padres de Jobs. As¨ª naci¨® tambi¨¦n una leyenda.
Isaacson ha contado que Jobs le encarg¨® esta biograf¨ªa porque quer¨ªa que sus cuatro hijos (una hija de una anterior relaci¨®n y los tres habidos en su matrimonio con Laurene Powell) lo conociesen, y supiesen de la gloriosa tarea que le hab¨ªa mantenido un tanto alejado de ellos.
Todas las historias, todas las controversias en torno a Jobs y a Apple, se cuentan desde los diferentes puntos de vista de sus protagonistas. Aunque hay una graciosa y conocida an¨¦cdota, la llamada al Vaticano de Jobs y su amigo Wozniak, que no es cre¨ªble. Seg¨²n ellos, utilizando un artilugio telef¨®nico que acababan de construir a principios de los a?os setenta, llamaron a la Santa Sede y pidieron hablar con el Papa, haci¨¦ndose pasar por Henry Kissinger. Eran las cinco de la madrugada en Italia, y alguien les contest¨® que el Pont¨ªfice dorm¨ªa. Cualquier conocedor de esa casa sabe que en las oficinas vaticanas nadie contestar¨ªa un tel¨¦fono no ya a las cinco de la madrugada, sino a las cinco de la tarde.
La biograf¨ªa de Isaacson va trazando poco a poco la personalidad del gran visionario que fue Jobs, su pasi¨®n, muy californiana, por la contracultura y las dietas vegetarianas estrictas. Las contradicciones de su fe budista y su esp¨ªritu ferozmente empresarial, no tan alejado en ese aspecto de la personalidad de su coet¨¢neo y gran rival durante casi toda su vida, Bill Gates.
La carrera de Jobs, pese al ¨¦xito inicial (en los a?os ochenta se convirti¨® en el millonario m¨¢s joven de Estados Unidos), estuvo plagada de amarguras y reveses terribles. En 1985, en pleno ¨¦xito, John Sculley, antiguo directivo de Pepsi, al que hab¨ªa contratado ¨¦l mismo, le pone de patitas en la calle. Y hasta su regreso a Apple, en 1997, hubo una larga traves¨ªa del desierto, en la que Jobs cre¨® la firma de computadores NeXT y compr¨® los estudios Pixar, que se har¨ªan de oro gracias a pel¨ªculas de dibujos animados como Toy Story.
Su extremo perfeccionismo y su capacidad para remontar las corrientes adversas fueron estimulando su arrogancia, su enorme ego, su convicci¨®n de que pod¨ªa resolverlo todo. Por eso rechaz¨® el tratamiento que le propusieron los m¨¦dicos para combatir el c¨¢ncer de p¨¢ncreas que le fue detectado en octubre de 2003. Confi¨® en la dieta y en el pensamiento positivo, hasta que ya fue demasiado tarde.
Jobs era un tipo carism¨¢tico y gran seductor, pero pod¨ªa ser tambi¨¦n el m¨¢s brutal de los empresarios. De gustos minimalistas, era muy riguroso con el dinero, y jam¨¢s le interes¨® la filantrop¨ªa. Acostumbrado a deslumbrar, cuando en septiembre de 2010 recibi¨® una llamada de la Casa Blanca anunci¨¢ndole que el presidente Barack Obama quer¨ªa verlo, exigi¨® que el mandatario le llamara en persona. En el posterior encuentro, le abronc¨® por las dificultades que en su opini¨®n afrontaban los empresarios en Estados Unidos. M¨¢s tarde le anunci¨® que ser¨ªa un presidente de un solo mandato.
Para entonces, Jobs se sab¨ªa una persona ¨²nica, un tipo con el don de anticiparse a los deseos de los consumidores en todos los terrenos. Alguien capaz de crear el iMac, el iPod, el iPhone y el iPad. Alguien capaz de revolucionar seis industrias: la inform¨¢tica, el cine de animaci¨®n, la musical, la telefon¨ªa m¨®vil, las tabletas y la edici¨®n digital. Pero hasta llegar a esos ¨¦xitos el camino hab¨ªa sido largo.
Michael Moritz, periodista de la revista Times y en los a?os setenta socio de Sequoia Capital, una de las primeras firmas que invirti¨® en Apple, cuenta en su libro Steve Jobs & Apple, publicado en 2009, y que ahora llega a las librer¨ªas espa?olas, la apasionante historia de este binomio ¨²nico. Reconstruye la vida de Wozniak y Jobs, y su fruct¨ªfero encuentro, intercal¨¢ndola con la historia de Apple, en un relato ameno aunque, a ratos, dif¨ªcil de seguir. El libro refleja la atm¨®sfera de los inicios de Silicon Valley, cuando decenas de empresas y miles de avispados ingenieros preparaban paso a paso, y al calor de las demandas del Ej¨¦rcito de Estados Unidos, el gran salto al mundo electr¨®nico en el que hoy estamos inmersos.
Jay Elliot, que fue vicepresidente de Apple en los a?os ochenta, no ha resistido tampoco la tentaci¨®n de explicar cu¨¢les son las claves del liderazgo, tan exitoso, de Jobs. El resultado es El camino de Steve Jobs. Liderazgo para las nuevas generaciones, redactado con la colaboraci¨®n del escritor William L. Simon, que va ya por su segunda edici¨®n en Espa?a. Por desgracia, la traducci¨®n est¨¢ lejos de facilitar su lectura.
Los lectores curiosos, pero incapaces de abordar un libro de casi 750 p¨¢ginas, como la biograf¨ªa de Isaacson, pueden optar por Las cuatro vidas de Steve Jobs (1955-2011), del escritor y periodista franc¨¦s especializado en biograf¨ªas de famosos (suya es una vida de Bill Gates) Daniel Ichbiah. El trabajo de Ichbiah es, posiblemente, el menos original, en el sentido de que no conoci¨® a Jobs y su libro cuenta con pocos testimonios nuevos. El resultado es, sin embargo, bueno. Otra posibilidad de acercamiento al gran gur¨² de nuestro tiempo es la que ofrece George Beahm, que ha recogido en un libro, Yo, Steve Jobs, muchas de las m¨¢ximas y frases lapidarias del creador de Apple, que hablan por s¨ª solas de qui¨¦n fue este extraordinario personaje.
Steve Jobs. Walter Isaacson. Traducci¨®n de David Gonz¨¢lez-Iglesias. Debate. Barcelona, 2011. 744 p¨¢ginas. 23,90 euros (electr¨®nico: 14,99). Steve Jobs & Apple. Michael Moritz. Traducci¨®n de Amado Di¨¦guez. Alba. Barcelona, 2011. 456 p¨¢ginas. 24 euros (electr¨®nico: 14,99). El camino de Steve Jobs. Liderazgo par a las nuevas generaciones. Jay Elliot y William L. Simon. Aguilar. Madrid, 2011. 257 p¨¢ginas. 16,95 euros (electr¨®nico: 10,99). Las cuatro vidas de Steve Jobs (1955-2011). Daniel Ichbiah. LID Editorial.com. 294 p¨¢ginas, 19,90 euros. Yo, Steve Jobs.. George Beahm. Traducci¨®n de Francisco Mart¨ªn Arribas. Paid¨®s. Barcelona, 2011. 112 p¨¢ginas. 10,95 euros (electr¨®nico: 8,99).
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