El G-20 deja sola a Europa ante la crisis
Las promesas de asistencia financiera al Viejo Continente quedan en suspenso - EE UU y los emergentes creen que la zona euro tiene recursos suficientes
Seis semanas. Ese fue el tiempo que el resto de grandes potencias dio a la zona euro para contener la nueva marea de desconfianza que inunda las plazas financieras europeas. El plazo acababa el viernes, en Cannes, sede de la sexta cumbre del G-20. Los l¨ªderes de la eurozona se aprestaban a esgrimir el complejo acuerdo del pasado 27 de octubre como la soluci¨®n a todos los males, para recibir alguna muestra de apoyo que exhibir ante los mercados. Pero el anuncio de un refer¨¦ndum en Grecia puso a los inversores de los nervios. La par¨¢lisis pol¨ªtica de Italia hizo el resto. El plazo expir¨®. Y los socios del G-20 evitaron compromiso alguno, aun cuando el riesgo de contagio crece d¨ªa a d¨ªa.
Brasil y Rusia han dicho que prefieren aportar m¨¢s recursos al FMI
La zona euro pretende ampliar el fondo de rescate sin poner m¨¢s dinero
"No nos gusta hacer algunas cosas, pero es necesario". El presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, se explicaba en la madrugada del jueves, en los pre¨¢mbulos de la cumbre del G-20. Mano a mano con la canciller alemana, Angela Merkel, acababan de usar todo su poder de persuasi¨®n para convencer al primer ministro griego, Yorgos Papandreu, de que retirara el refer¨¦ndum sobre el segundo plan de rescate a Grecia. Un d¨ªa despu¨¦s forzaban al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, a quedar bajo vigilancia del Fondo Monetario Internacional.
Pero si los l¨ªderes de la zona euro redoblan la presi¨®n sobre sus socios m¨¢s d¨ªscolos, las potencias emergentes tampoco aflojan. Hace un par de meses, China, Rusia y Brasil se mostraron dispuestos a acudir al rescate. Los pa¨ªses de la zona euro lanzaron un se?uelo: el fondo de rescates crear¨¢ un veh¨ªculo financiero para facilitar la participaci¨®n de los emergentes. Agua. "No tengo intenci¨®n de invertir ah¨ª. Si los europeos no van a poner m¨¢s recursos, ?por qu¨¦ debo hacerlo yo?", inquiri¨® la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff.
Rousseff se hac¨ªa eco de lo que ya hab¨ªa expresado el presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, en el arranque de la cumbre. "Prefiero invertir m¨¢s recursos en el Fondo Monetario Internacional (FMI)", a?adi¨® el viernes la presidenta brasile?a, quien asegur¨® tras un encuentro con el l¨ªder chino, Hu Jintao, que esa era tambi¨¦n la posici¨®n que defiende China.
Al gigante asi¨¢tico, su descomunal acumulaci¨®n de reservas (2,3 billones de euros, m¨¢s del doble del producto interior bruto espa?ol) le da para jugar con dos barajas. Nunca ha cerrado la puerta a participar en el fondo de rescates europeo. Una ejecutiva del banco central chino, incluso, arroj¨® una zanahoria: la inversi¨®n podr¨ªa rondar los 75.000 millones de euros. Eso s¨ª, con condiciones: por lo pronto, Pek¨ªn quiere que las nuevas garant¨ªas anunciadas sean asumidas en exclusiva por Alemania y Francia.
La opci¨®n de utilizar el Fondo Monetario Internacional como cabeza de puente en el complejo escenario actual ofrece ventajas obvias para los pa¨ªses emergentes: el dinero suministrado es munici¨®n para la batalla por ganar poder en el organismo internacional. Pero incluso la participaci¨®n del Fondo es problem¨¢tica, ya que tendr¨ªa que recabar de sus miembros un mandato para crear una cuenta especial con una administraci¨®n separada.
M¨¢s all¨¢ de los detalles t¨¦cnicos, lo que evit¨® que el Fondo Monetario Internacional lograra m¨¢s recursos para colaborar en la contenci¨®n de la crisis europea fue la falta de voluntad pol¨ªtica. Los pa¨ªses emergentes quer¨ªan arrancar alg¨²n compromiso de que volver¨¢n a ganar poder en la pr¨®xima revisi¨®n de cuotas del Fondo, pero Estados Unidos -que est¨¢ a punto de perder su minor¨ªa de bloqueo en el FMI, algo dif¨ªcil de encajar en a?o electoral- se cerr¨® en banda.
Casi todo lo que ofreci¨® la Administraci¨®n de Barack Obama en la cumbre fue mercanc¨ªa averiada, un quiero y no puedo. Sus propuestas para reactivar el empleo y la demanda son las mismas que el Senado estadounidense tumb¨® hace apenas unas semanas. Obama se refugi¨® en el argumento definitivo del G-20: "Estoy convencido", dijo, "de que Europa tiene recursos suficientes para resolver esta crisis".
La zona euro, con Alemania a la cabeza, fue remisa a poner dinero cuando afloraron los primeros problemas, e incluso ahora, pretende ampliar la potencia del fondo de rescates sin poner m¨¢s dinero sobre la mesa. Por contraste, esta misma semana, asesores del Ejecutivo de Merkel anticiparon que el Gobierno alem¨¢n dispondr¨¢ de ingresos fiscales r¨¦cord durante los pr¨®ximos cinco a?os. Y, en contraste con la Reserva Federal, el Banco Central Europeo (BCE) juega un papel mucho m¨¢s limitado en la resoluci¨®n de la crisis, como no se cansa de repetir Estados Unidos.
El debate sobre la ampliaci¨®n de recursos del FMI queda en suspenso. A los ministros de Econom¨ªa del G-20 se les ha encargado que exploren las diferentes alternativas pero, como bien apunt¨® Sarkozy, no se espera acuerdo alguno "hasta febrero". Otro plazo para que la zona euro ofrezca alguna pista de que es capaz de resolver el gran embrollo en el que ella misma se ha metido.
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