La venganza de la abogada
El fiscal pide 41 a?os de c¨¢rcel para una mujer que encarg¨® el asesinato de su exmarido - Tambi¨¦n se juzga al sicario y al intermediario que lo contrat¨®
"Te tengo que matar. Te tengo que ver muerto". Fueron las ¨²ltimas palabras que la abogada Mar¨ªa Dolores Mart¨ªn Pozo dirigi¨® a su marido, Miguel ?ngel Salgado Pimentel, el 24 de enero de 2007 al final de la vista judicial de su separaci¨®n. Siete semanas despu¨¦s, el 14 de marzo, las amenazas se convirtieron en realidad. El hombre muri¨® acribillado a balazos cuando regresaba a su domicilio de Ciempozuelos. La mujer se sienta hoy en el banquillo de los acusados de la Secci¨®n 15? de la Audiencia Provincial para responder de los delitos de asesinato, asesinato en tentativa y amenazas. El fiscal pide 41 a?os de c¨¢rcel para ella, mientras que la acusaci¨®n particular, ejercida por la familia del fallecido y representada por el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Garz¨®n, eleva esta solicitud a 50.
El sicario dispar¨® tres tiros a la v¨ªctima, dos de ellos por la espalda
El fallecido hab¨ªa pedido la guardia y custodia de la hija del matrimonio
Junto a Mart¨ªn se sentar¨¢n como acusados el supuesto intermediario entre la abogada y el asesino, Eloy S¨¢nchez Barba, y el presunto autor material de los disparos, Charles Michael Guar¨ªn Cercos. Sus solicitudes de condena son de 39 a?os para el primero y de 43 para el segundo.
Mart¨ªn se hab¨ªa casado con Salgado, inform¨¢tico de profesi¨®n y fallecido con 37 a?os, el 27 de junio de 1998. Dos a?os y medio despu¨¦s nac¨ªa la hija de ambos. La convivencia se fue deteriorando hasta que, en marzo de 2006, ¨¦l decidi¨® divorciarse de la mujer y pedir la guarda y custodia de la menor. Conforme avanzaba el procedimiento judicial, la letrada comenz¨® a temer que el juicio concluyera de forma desfavorable para ella. Lleg¨® a mantener que era v¨ªctima de un complot judicial y, para acabar con el problema, recurri¨® a un gran amigo suyo, Eloy S¨¢nchez Barba, quien dirig¨ªa la empresa Clip Control y se dedicaba a vigilar locales nocturnos de Madrid. Mart¨ªn le pidi¨® que se encargara de eliminar a su exmarido y S¨¢nchez Barba, que en un principio se neg¨® a las peticiones de la abogada, seg¨²n el fiscal, acab¨® haci¨¦ndose cargo de la contrataci¨®n del asesino.
Antes de su detenci¨®n por este caso, S¨¢nchez Barba hab¨ªa saltado a la palestra vinculado a un pinchazo telef¨®nico policial que detect¨® una llamada de la actriz Ana Obreg¨®n pidi¨¦ndole que le diese una paliza al presentador de televisi¨®n Jaime Cantizano.
Hacia diciembre de 2006, Guar¨ªn contact¨® con S¨¢nchez Barba, al que se ofreci¨® para trabajar "en lo que fuera". Seg¨²n consta en el escrito del ministerio p¨²blico, "anteriormente Guar¨ªn se hab¨ªa dedicado a gestionar cobros de morosos". El intermediario le puso en contacto con la abogada Mart¨ªn y el sicario acept¨® el trabajo a cambio de una cantidad de dinero no precisada.
La mujer le facilit¨® los datos del domicilio de Salgado, de su lugar de trabajo en Rivas-Vaciamadrid y de su coche, adem¨¢s de una fotograf¨ªa para que lo pudiese identificar. Hubo un primer intento frustrado de matar a Salgado el 31 de enero de 2007: Eloy S¨¢nchez se apost¨® a la salida del trabajo del inform¨¢tico y avis¨® a Guar¨ªn en cuanto lo tuvo a la vista. Lo sigui¨® en su veh¨ªculo y, a la altura del kil¨®metro 2 de la M-832, el presunto asesino adelant¨® a la v¨ªctima y fren¨® bruscamente intentando provocar un accidente. Salgado logr¨® hacer una maniobra evasiva y esquivarle. "Guar¨ªn le sigui¨® durante unos 300 metros y le golpe¨® por detr¨¢s para que Miguel ?ngel se accidentara sali¨¦ndose de la carretera y perdiera as¨ª la vida, pero no consigui¨® su prop¨®sito", mantiene el fiscal.
Finalmente, S¨¢nchez y Guar¨ªn consumaron el encargo de matar a S¨¢nchez el 14 de marzo de 2007. En esa ocasi¨®n, seg¨²n el fiscal, el sicario se escondi¨® en un peque?o habit¨¢culo del garaje de la vivienda de su v¨ªctima. Fuera del edificio se situ¨® el intermediario, que avis¨® por tel¨¦fono a Guar¨ªn de la llegada del inform¨¢tico. Al bajar Salgado del coche, el pistolero empez¨® a dispararle y le hiri¨® en la mano izquierda. Salgado, que vio al presunto asesino nada m¨¢s encender la luz del garaje, intent¨® salir corriendo escaleras abajo. Pero el sicario sigui¨® disparando y una bala le entr¨® a Salgado por la espalda y le alcanz¨® el hombro izquierdo, a la altura de la regi¨®n dorsal media.
Al caer al suelo, su ejecutor efectu¨® un nuevo disparo que le entr¨® por la regi¨®n occipital derecha y temporal izquierda. La muerte fue inmediata por p¨¦rdida de centros vitales y shock hemorr¨¢gico. La v¨ªctima qued¨® tendida boca abajo en medio de un gran charco de sangre. El crimen se produjo justo un d¨ªa antes de que Salgado recibiera la custodia de su hija.
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